Un loco con clase

La 22 edición del festival Actual -última con carácter anual ya que no se volverá a celebrar hasta 2014- se ha cerrado esta noche con la apertura de la gira del espectáculo A solas, con el que Loquillo acercará a 25 teatros el repertorio de sus discos en solitario, especialmente del último, Su nombre es el de todas la mujeres, realizado a partir de la poesía de Luis Alberto de Cuenca. El inicio de esta gira estaba previsto para noviembre en Zaragoza pero se pospuso por una lesión de muñeca del guitarrista Jaime Stinus. La mala suerte inicial se convirtió en una buena noticia para la organización de Actual, que se encontró por sorpresa con el estreno en primicia del show. Los espectadores del festival ya habían asistido una noche antes a otra exclusiva, la del reencuentro de Los Enemigos en el primero de los conciertos de su Revuelta Enemiga.

José María Sanz "Loquillo" (Barcelona, 1960) ha comparecido ante un abarrotado Teatro Bretón vestido de riguroso negro y escoltado por una banda de seis músicos con teclado, batería, bajo, guitarra, violín y contrabajo que han acompañado con una perfecta ejecución las directrices del maestro de ceremonias catalán. Durante algo más de hora y media, el Loco ha dirigido un espectáculo intimista y cercano, perfectamente medido, de estética sobria y elegante, con un regusto antiguo pero de presentación contemporánea, donde la poesía se viste de rock, jazz, swing o folk en un show que tiene algo de concierto de rock & roll, de obra de teatro y de cabaret. Loquillo ha mostrado sobre el escenario del Bretón su faceta más reflexiva y sensual, a medio camino entre un intelectual refinado, un caballero inglés y un rockabilly de tupé. Con su enorme presencia física, Loquillo asume la actitud de un crooner moderno con una puesta en escena cargada de teatralidad y llena de estilo y elegancia, en la línea de los personajes que se han creado Jaime Urrutia y Enrique Bunbury sin sus Gabinete Galigari y Héroes del Silencio.

A solas transcurre entre la suavidad aterciopelada del violín y la aspereza de los guitarreos, y José María Sanz oscila entre sus ademanes de dandy y el ramalazo de rockero mientras desgrana los temas de sus discos en solitario: Transgresiones, El año que mataron a Salvador, La vida es de lo que arriesgan o esa llamada a ser "todos políticamente incorrectos" que es Cruzando el paraíso, con el que pone banda sonora a la magnífica serie de televisión Crematorio. Por el Bretón han ido desfilando De Cuenca, Bernardo Atxaga, Mario Benedetti, Jaime Gil de Biezma, Carlos Segarra, o Jacques Brel.

Tras un breve descanso, el Loco vuelve a las tablas con Gabriel Sopeña, encargado de poner música a Luis Alberto de Cuenca, para interpretar a Kris Kristofferson antes del tramo final de nuevo con la banda.

El público, habitualmente generoso en Actual, ha dado una calurosa recepción a esta primera puesta en escena del nuevo "acto de fe" de Loquillo, como ha definido el músico en rueda de prensa la programación de una gira y la edición de un disco en la actual crisis económica. Una comparecencia en la que se ha mostrado muy crítico con el "rock litronero", la "mediocridad" de las emisoras de radio y la "gran ignorancia" de sus programadores que, con algunas excepciones, están "alienando a varias generaciones". Además, el que fuera líder de Los Trogloditas ha anunciado la gestación "sin prisa" de un nuevo trabajo discográfico de "rock de garaje" junto a Sabino Méndez y en compañía de una banda "española y joven".