Mundos hechos de bloques
El quinto encuentro HispaLUG reúne 60 expositores de Lego y miles de aficionados en Pozuelo
La una de la tarde. Las armadas llevan cuatro horas en plena batalla en las aguas cerca del cabo de Trafalgar. En el momento decisivo, los barcos británicos están a punto de romper la línea franco-española y conseguir uno de sus triunfos más históricos. El almirante Nelson, que ese mismo día moriría, dirige todo desde la cubierta de su gran navío HMS Victory, con la potencia de 100 cañones. Cerca se hunde un navío francés y algunos de sus marineros ya flotan en el agua.
Desde arriba un niño, con ojos como platos, mira el escenario. Porque esta particular versión de la batalla de Trafalgar está construida de piezas de Lego, en total 29.000. Cuenta con casi 300 marineros, y todos son los famosos hombrecitos amarillos. A Nelson, en su versión de plástico, también le falta un brazo.
La batalla es una de las grandes obras del quinto encuentro HispaLUG, organizado el pasado fin de semana en Pozuelo de Alarcón (Madrid) por aficionados de los bloques de plástico interconectables. Más de 5.000 personas aproximadamente han pasado por el espacio cultural Mira en Pozuelo de Alarcón para ver, además de los navíos de la línea de la batalla de Trafalgar; una ciudad entera, con estaciones de trenes, muchísimos modelos de la Guerra de las Galaxias, una futurística base debajo del mar con frondosas algas y submarinos impresionantes y hasta una estación de esquí con un telesilla motorizado. En total unos 60 expositores de toda España, y un par de invitados de Portugal, han reunido más de medio millón piezas en decenas de obras.
Víctor Martín, un madrileño de 28 años, es uno de los 10 creadores de la batalla de Trafalgar. "Yo empecé a jugar con Lego a los cinco años y lo dejé a los 12", cuenta el funcionario. Su reencuentro con los bricks, el año pasado, fue durante una mudanza. "Tenía un serie de sets y al verlos decidí montar alguno como algo decorativo, pero me faltaban piezas". Se metió en internet para buscar lo que necesitaba y encontró foros dedicados al mundo del juguete. "Me gustaba la parte creativa y empecé a construir más cosas". Su tema preferido son los barcos.
Internet ha cambiado radicalmente lo que significa ser aficionado de Lego. Ahora se pueden comprar las piezas por separado en tiendas online. Los foros en la red ofrecen ideas para construcciones, además de organizar encuentros. "En los años ochenta era difícil contactar con otros aficionados", dice Martín. "Ahora todo ha cambiado". Los expositores en Pozuelo han firmado las obras con sus apodos del foro Hispalug. Martín en el mundo del Lego se llama Constructor.
En hacer un navío original, sin seguir un plan establecido, "se tarda algo más de un mes", según Martín, entre planificación, pedido de las piezas y el montaje. El joven ha hecho tres navíos para la exposición "pero uno es un derivado de un modelo vendido por Lego, que se puede montar en un finde", explica. Los expositores llevan desde septiembre haciendo los planes para las grandes obras.
A Sergio, que tiene 10 años, le gusta bastante la batalla naval, "¡es muy bueno!" opina, aunque prefiere "el parque de atracciones que está montado en la ciudad lego". El joven madrileño juega en casa con las piezas. Tiene la estación de policía y "varias cosas inventadas". Su padre comenta que es una pena que "no haya una tienda para comprar juguetes", porque a muchos de los niños les habría gustado llevarse algo, después de la inspiración que han conseguido en la exposición.
A las dos de la tarde aún había cola para entrar en la sala para ver las obras hechas de bricks. "Hay más gente cada año", dice Martín. "El Lego está en alza".
Algunas de las obras seguirán en el espacio cultural Mira, Camino de las Huertas, 42, Pozuelo de Alarcón, hasta el 16 de diciembre.
Babelia
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