El surrealismo de Roberto Matta, en el Bellas Artes
La pinacoteca bilbaína presenta una retrospectiva del pintor chileno.- El Museo expone obra inédita del artista
El Museo de Bellas Artes de Bilbao rinde homenaje al pintor chileno Roberto Matta, una de las figuras más relevantes del surrealismo y la abstracción, con una exposición que incluye algunas de sus mejores obras, muchas de ellas nunca expuestas hasta ahora. La muestra, Matta 1911-2011, se ha inaugrado esta mañana, con la presencia de su última esposa Germania Ferrari y se podrá visitar hasta el 21 de agosto.
La exposición, compuesta de 32 obras que abarcan desde los primeros trabajos del pintor hasta sus últimas creaciones, ha sido comisariada por la historiadora Marga Paz. La experta ha recordad que Matta, pese a estar considerado uno de los grandes representantes del movimiento surrealista europeo, "mantuvo los referentes figurativos" a lo largo de su carrera y comenzó su camino hacia la abstracción al mismo tiempo que recibía las influencias de André Bretón y Marcel Duchamp, dos de los grandes ideólogos del movimiento.
La comisaria ha destacado también la importancia que cobró su figura artística como "puente" entre los surrealistas europeos que llegaron a Nueva York durante la Segunda Guerra Mundial y los jóvenes expresionistas abstractos norteamericanos como Pollock, Robert Motherwell y Arshile Gorky.
La muestra se inicia con uno de los cuadros de su época parisina, ciudad a la que se trasladó en 1933 tras romper un año antes con su acomodada familia chilena. Se trata de Morphologie psychologie (1939), y una de las más valoradas económicamente por el mercado del arte, ya que forma parte de la serie de paisajes interiores desarrollados bajo el concepto de "morfología psicológica" inventado por Matta en el otoño de 1938, y una de las más importantes y celebradas de su carrera.
De su primera época (finales de los 30-finales de los 40) se exhiben otras nueve obras destacadas, entre ellas la titulada Eronisme (1943), en la que se aprecian las influencias en el joven Matta de Marcel Duchamp sobre el tiempo y de las fotografías de modelos matemáticos de Man Ray.
La exposición recoge también sus obras de grandes dimensiones, cercanas algunas de ellas al muralismo, como Wake (1974-76), de 10 metros de largo por cuatro de alto; L'homme descend du signe (1975), de 8,35 metros de largo por 4 de alto; Les plaisirs de la présence (1984), de 7 metros de largo por 3 de alto, y Architecture du temps (1999), de 6,6 metros de largo por 4,5 de alto y realizada por el artista con 88 años.
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