Reivindicando la artesanía de vivir

El último disco de Joan Isaac (Esplugues de Llobregat, 1953) es un canto al inconformismo y a la vitalidad. El título del álbum, Em declaro innocent (Discmedi), es el de una de las canciones principales de este trabajo, y es una buena pista para entender qué quiere transmitir Isaac. El próximo viernes 25 de marzo este fabricante de canciones realizará un concierto antológico en el Auditori revisando temas de siempre y presentando los nuevos, junto con los siete músicos habituales. El cantante lamenta que hoy en día "se vive en el maniqueísmo, en el blanco y negro" y asegura que en el mundo cultural esta situación, esta carestía de masa crítica es más "preocupante" todavía.

Joan Isaac habla del amor y de la muerte en este disco, como en los otros. Una narrativa que no es el habitual. Valga como muestra este verso del tema Si vols: "Pero no me hables de amor, que de esto no tengo ganas". Pasa la realidad vital propia por cedazo. ¿Como se llega a escribir así? El autor responde: "A mí lo que me pasa en la vida lo transmito con canciones". Es el caso de otra composición del último álbum, M'agradaria tant, que es como una lista de sus deseos vitales. El secreto, asegura Isaac, es "transmitir una cosa personal, pero que otros muchos también han sentido". Admite que es un escritor intimista y reconoce que "no sabría hacerlo con el paisaje exterior".

Isaac es crítico con todo lo que no le gusta, habla sin rodeos. "A veces se habla a la ligera de las grandes palabras: como amor o amistad". Insiste en la crítica: "Ahora se tiende a hacer que todo sea entretenido. La gente se olvida de su profundidad", lamenta uno de los cantautores más exitosos de Cataluña. Es un hombre que conversa fluidamente y que no se quiere dejar nada en el tintero: "Como mucha gente de mi generación, me he dado cuenta, mirando hacia mi interior, de que voy a contracorriente. Pero no soy culpable de esto, soy felizmente inocente, como digo en una canción", explica Joan Isaac.

El autor de himnos como A Margalida lamenta lo que nuestra sociedad se está dejando por el camino. "Hemos perdido el concepto artesanal de vivir y hemos perdido el gusto por la revolución individual", asegura un hombre que se considera "rebelde por naturaleza" y que no esconde que la función de un artista o intelectual es ofrecer perspectiva política o, si se quiere, social.

¿Cómo ve el panorama actual? Le gustan los Manel, Els Amics de les Arts, Sanjosex,... pero le sabría mal que "se quemara a esta gente por un trato mediático excesivo, sería un error". Y vuelve Isaac a la carga: "El que no puede ser es que en este país, teniendo tanta diversidad, queramos que hay un único corriendo musical". El cantante de Esplugues sentencia que "un país es culturalmente potente si defiende el que tiene y no olvida el que ha tenido".