El túnel del tiempo de la Fira de Brocanters
Hasta el domingo la tradicional feria exhibe unos 3.500 objetos
Acceder a la Fira de Brocanters de la Diagonal es como entrar en un túnel del tiempo. Situada junto a la plaça de Francesc Macià de Barcelona ofrece la posibilidad de pasear junto a 3.500 objetos -libros, joyas, muebles, lámparas, teléfonos, cuadros, objetos de culto, y un largo etcétera-, cargados de historia que permiten rememorar épocas pasadas. Nati Company es la presidenta del Gremi de Brocanters que organiza la feria que estará abierta hasta el domingo. En su puesto se pueden comprar copas francesas de cristal tallado, objetos de tocador, muebles auxiliares y piezas de decoración de hace décadas. "Las gente viene porque sabe que pueden comprar regalos únicos, y a precios asequibles", asegura mientras conversa con una señora que se interesa por una cajita de porcelana.
Por su parte, Ariadna Valero vende objetos de plata: cucharillas, monederos, cajitas y esculturas, que llaman la atención por su brillo y que ha adquirido recientemente en Reino Unido. "En realidad vendo cosas que me gustan", confiesa esta abogada que ha acabado siendo brocanters, como su madre y su abuela y que no tiene tienda fija. "Voy de feria en feria, es lo que me gusta, aunque es muy esclavo", confiesa radiante.
La feria, que celebra su 44 edición, cuenta con 15 expositores y con una muestra como reclamo de televisores antiguos formada por 15 aparatos de la colección de Francesc Arellano. "He reunido unos 200 televisores durante 35 años. Ahora ya he parado de comprar", asegura orgulloso el coleccionista. Entre sus preferidas una inglesa de pantalla abatible; un televisor de finales de los años 30 que se vendía en piezas sueltas y que montaba el comprador; el "televisor nacional" de 17 pulgadas que fabricaba la española Standard Electrica y un modelo de la casa Marconi llamado Marconiphone. Todo está inventado hace tiempo. "Me di cuenta que el tubo tenía sus días contados cuando en 1980 llegó a mis manos una de pantalla de cuarzo plana. Hay que empezar a guardar, me dije". ¿Y en casa? "Tengo una plana de última generación, hay que ayudar al avance de la tecnología", dice Arellano.
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