_
_
_
_

Adan y Eva vuelven a las salas centrales del Prado

El Metropolitan de Nueva York y la Fundación Getty colaboraron en el proceso de restauración de las tablas

Todos los grandes museos del mundo tienen un puñado de obras maestras ligadas a su nombre. El Prado, rico en joyas insuperables del arte antiguo, tiene en los retratos de Adán y Eva de Durero una de sus piezas señeras. Confinadas en el taller de restauración del Prado durante los dos últimos años para ser sometidas a una delicada intervención de restauración , las dos obras han vuelto hoy a las galerías centrales del museo con un aspecto similar al que les dio Alberto Durero, el artista más importante del Renacimiento alemán, en 1507. Las obras, que durante cuatro meses se mostrarán fuera de su emplazamiento habitual, se exhiben ahora en la planta baja junto a una pequeña sala presidida por el espectacular autorretrato de Durero, en la que se puede seguir el trabajo de restauración paso a paso.

Más información
Cirugía en el quirófano del Prado

Donde antes había grietas, agujeros, sucios barnices o polución, ahora se vuelven a mostrar dos figuras que representan el canon de belleza ideal según Durero. Los colores originales con reflejos plateaos, vuelven ahora a resplandecer como cuando fueron pintados.

Dos expertos mundiales en restauración de tablas, JosédelaFuente,del Museo del Prado,yGeorge Bisaca,delMetropolitan deNuevaYork, han recuperado los soportes estructurales de la obra. Ayer, en el Auditorio del museo, recordaban que en todo el mundo no hay más de diez especialistas en el oficio que ellos dominan y que el trabajo realizado ha sido especialmente complicado en el caso del retrato de Adán ya que la tabla había sido agujereada en varios puntos. Responsables también de la recuperación de la tablas de El descendimiento de la cruz, de Roger Van der Weyden o El Jardín de las Delicias de El Bosco, afirmaron que nunca se habían enfrentado a un trabajo tan complicado como el que representaban las piezas de Durero.

Mayte Dávila, restauradora del museo desde hace 35 años, contó que desde el siglo XVIII , las dos tablas habían sufrido terribles restauraciones consistentes en sucesivas capas de barnices y repintes. "Ver ahora los tonos ámbar de Eva o los plateados de Adán, suponen un momento de felicidad".

Gabriele Finaldi, director adjunto del museo, explicó que este trabajo ha sido posible por la colaboración entre el Prado, el Metropolitan de Nueva Yorky laFundaciónGetty. La restauración se planteó en 2004 en una reunión de expertos internacionales, aunque hasta 2.008, no comenzaron losa trabajos. El montaje de la presentación de las obras restauradas ha sido patrocinado por Iberdrola, entidad que ayer firmo en el museo un acuerdo de colaboración.

'Adán' antes de su restauración, durante y después. Estas tres imágenes muestran cómo los daños del soporte habían incidido directa y negativamente sobre la capa pictórica provocando las faltas de preparación y de color que, en la imagen final, se aprecian completamente  reparadas tras su restauración.
'Adán' antes de su restauración, durante y después. Estas tres imágenes muestran cómo los daños del soporte habían incidido directa y negativamente sobre la capa pictórica provocando las faltas de preparación y de color que, en la imagen final, se aprecian completamente reparadas tras su restauración.MUSEO NACIONAL DEL PRADO
'Eva' antes, durante y después de la restauración. Resalta el contraste que se distingue en la carnación de Eva, consecuencia de los barnices oxidados, en convivencia con la delicada coloración rosa nacarada de la figura. Se observa también el contraste en el suelo, de un tono más transparente plateado. Se aprecian asimismo los huecos de los tornillos que fueron introducidos a través de la superficie pictórica rompiendo literalmente la capa de preparación y la superficie pictórica.
'Eva' antes, durante y después de la restauración. Resalta el contraste que se distingue en la carnación de Eva, consecuencia de los barnices oxidados, en convivencia con la delicada coloración rosa nacarada de la figura. Se observa también el contraste en el suelo, de un tono más transparente plateado. Se aprecian asimismo los huecos de los tornillos que fueron introducidos a través de la superficie pictórica rompiendo literalmente la capa de preparación y la superficie pictórica.MUSEO NACIONAL DEL PRADO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_