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Rosa María Sardá recibe la Medalla de oro de la Academia del Cine

La actriz barcelonesa agradece el premio: "He podido vivir con dignidad gracias a la interpretación"

Desde Victoria Vera a Loles Léon, de Félix Sabroso y Dunia Ayaso a Malena Alterio, María Barranco, Juanjo Puigcorbé, Pedro Pérez, Vicky Peña, Eduardo Campoy, Fernando Chinarro, Marisa Paredes, Ventura Pons, Fernando Colomo, Beatriz de la Gándara... Esta noche más de un centenar de compañeros y académicos estuvieron al lado de Rosa María Sardá, la Sardá, en la concesión de la Medalla de oro de la Academia del cine. Por deferencia, el presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, ha dejado el honor de la entrega en manos de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que ha llegado acompañada de Carlos Cuadros, quien celebraba su último acto como director de la Academia, antes de tomar posesión del cargo, mañana martes, de la dirección del ICAA, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisual. El acto ha sido presentado, con un elegante sentido del humor, por José Coronado y Verónica Forqué, que han repasado su carrera como desastrosa oficinista y vendedora de enciclopedias antes de saltar a la actuación, a sus películas con Ventura Pons, a su binomio dramático-cómico. Incidieron en su presunto mal carácter: "Te queremos y te admiramos. Haznos reír, haznos llorar, ¡pero no abandones la pantalla!".

Después de un vídeo sobre su carrera -repleta de goyas, premios Max y éxitos en cine y televisión-, Mario Gas ha descrito a Sardá como actriz de teatro -sobresaliente en obras como Wit- y como mujer amiga de los amigos y comprometida con sus lealtades. Daniela Fejerman e Inés París, sus directoras en A mi madre le gustan las mujeres, han presentado el apartado dedicado a su parte cinematográfica, que por ahora se ha detenido en La vida empieza hoy. Álex de la Iglesia le ha pedido perdón por no haber trabajado juntos, ha asegurado que ella prefiere que la comparen con Buster Keaton antes que con Humphrey Bogart. En sus agradecimientos, Sardá primero ha confesado: "En otra vida quise ser mujer objeto, ¿por qué no me comparan con Marilyn Monroe?". Más en serio, en una brece alocución, ha dicho que no haría un discurso social sobre sus obsesiones (Chechenia, Palestina, el Sáhara...), pero sí en lo grande que es su trabajo: "He podido vivir con dignidad gracias a la interpretación. Y que me premiéis vosotros es la mejor medalla. Quiero compartir este premio con alguien con quien compartiré también epitafio: 'actriz de reparto', mi queridísimo Manolito Alexandre".

La actriz Rosa Maria Sardà, hoy en la rueda de prensa celebrada en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, tras la entrega de la Medalla de Oro de la Academia a la actriz catalana.
La actriz Rosa Maria Sardà, hoy en la rueda de prensa celebrada en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, tras la entrega de la Medalla de Oro de la Academia a la actriz catalana.GETTY IMAGES

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