'Crepúsculo' revoluciona las hormonas de Sitges
El actor Kellan Lutz arrastra una legión de fans de la serie de vampiros y provoca la histeria colectiva
Chulazo: dícese de la persona de sexo masculino considerado por el sexo femenino, en general, y el masculino, en un 10% de los casos, como objeto sexual de consumo rápido. Kellan Lutz: actor y modelo que después de protagonizar varias series de televisión se convierte en chulazo global cortesía de su participación en la saga Crepúsculo. Sitges el sábado por la mañana: plácida localidad costera catalana tomada por cientos de fans con las hormonas revuelas en búsqueda de un autógrafo, una mirada o, los más afortunados, un roce con este chulazo global.
Y es que por tercer año consecutivo, Sitges confía en el poder de convocatoria de esta saga. Si en la primera estalló todo el fenómeno en la cara de la organización, el año pasado ya se tomaron las medidas pertinentes, más seguridad privada, para hacer frente a la visita de un jovencísimo actor cuya participación en la segunda parte, Luna nueva, se reducía a tres planos que no llegaban a los dos minutos del metraje total. Eso sí, el éxtasis ocurrió.
Este año toma el relevo Kellan Lutz, ex-granjero, metro ochenta y cinco, 25 años de edad, modelo de calzoncillos para Calvin Klein y, en la tercera parte de la saga, Eclipse, el jugador de fútbol americano y ultra musculado Emmet Cullen. "Estoy enamorado del personaje de Emmet. Solo tiene cuatro líneas de diálogo pero cada línea era tan intensa...", dijo durante su encuentro con más de quinientos fans esta mañana en el Auditori del Hotel Meliá. Y EL PAÍS lo entrevistó horas más tarde de enfrentarse a las hordas de fans.
Entre los lugares comunes destinados a las revistas para adolescentes, "somos únicos", "disfrutamos muchísimo de lo que hacemos", "somos como una familia", "disfrutamos de nuestra compañía" , "me encantan los vampiros, creo que son misteriosos y sexys"... todos fueron mencionados con lujo de sonrisas ante la atenta mirada del publicista. Y a la hora de tantear el límite de los lugares comunes, seguía fija la sonrisa.
Kellan confirmó que la saga Crespúculo más que una saga sobre vampiros se trata de una saga sobre la espera. "Hay que disfrutar el camino. Hay que saber ver lo positivo de la espera, de la abstinencia, de ver el recorrido como un final en sí mismo", dijo mientras sus bíceps parecían pedir a gritos que los sacaran de la camiseta. Y también confirmó aquello de que la fama es muy dura: "Mola un montón que la gente crea que es importante", comentóKellan para después comentar la serie de valores que su madre le ha inculcado. El año que viene, seguro, más. Con la sonrisa bien puesta.
Babelia
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