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Cócteles en rojo y negro

El Negroni lleva Campari, vermut italiano y ginebra a partes iguales.- En el Raval barcelonés hay un templo levantado en su honor.

La calle Joaquim Costa, en el Raval de Barcelona, tiene un encanto especial. Ahora está levantada de pies a cabeza porque la van a hacer peatonal, pero la mezcla de establecimientos antiguos, bazares y pequeños locales de diseño le da mucha vida. La puerta metálica y el cartel en negro de la coctelería Negroni camufla el establecimiento. Una vez descubierto, sin embargo, es difícil no repetir. Sólo por ver preparar a Dani Gómez el cóctel al que debe el nombre el local, ya merece la pena entrar.

"Primero llenamos el vaso mezclador de hielo. Luego añadimos 1/3 de Campari, 1/3 de vermut italiano (Cinzano) y 1/3 de ginebra (Seagram's)", explica el barman. Vaso en mano, vierte suavemente la mezcla en otro y la devuelve a su origen. Repite el proceso cinco veces. No hace falta más "porque lleva hielo", aclara. Echa tres cubitos de hielo en un vaso old fashioned -bajo y ancho- y una rodaja de naranja. Vierte la mezcla en el vaso y le coloca una cereza. Listo. Aunque al principio parece dulzón enseguida aparece el toque amargo del Campari.

El cóctel lo creó en los años veinte el barman Fosco Scarelli en el mítico Café Casoni de Florencia cuando añadió ginebra a la bebida habitual y aburrida del Conde Camillo Negroni, su cliente más habitual. "En Italia es un cóctel típico de aperitivo", explica Gómez, que cambió la coctelería Boadas, donde trabajó cinco años, por el Negroni, del que es copropietario. Este es un cóctel para el atardecer, con el periódico extendido sobre la mesa. Un trago para entrar en la noche y para beber sin prisa. Está decorado en honor a la bebida. Las burbujas rojas en el vaso contrastan con las paredes negras del local. Suena jazz. Una lámpara hecha con botellas de Campari ilumina un par de mesas al fondo. Se ve que Audrey Hepburn se aficionó al cóctel durante el rodaje de Vacaciones en Roma. Siempre pedía dos. En la barra, las manos se llevan el carmesí a la boca, haciendo música con los hielos. ¡Otro Negroni!

Si George R. Martin hubiera pensado en un sabor para el protagonista de su novela, tal vez hubiera sido el jengibre, la base de esta bebida.<p class="figcaption estirar"><span class="titulo"><a href="http://www.elpais.com/multigalerias/cultura/cocteles/verano/20100722elpepucul_2/Zes">VIDEOGALERIA: Los cócteles del verano</a></span>Vídeo: ÁLVARO DE LA RÚA

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