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Una deuda con la memoria de los 'coolies'

El autor indio Amitav Ghosh presenta en Madrid su novela 'Mar de amapolas'

Son pocos, los textos de historia que han registrado los avatares padecidos por los coolies, esos trabajadores indios que terminaron embarcados en el XIX, recién abolida la esclavitud, en navíos británicos para trabajar las tierras de la Corona alrededor del mundo en condiciones infrahumanas. El escritor indio-estadounidense Amitav Ghosh, un tipo de estatura corta con aire de acádemico, revive estas vejaciones en su libro Mar de Amapola, editado por emecé y lanzado hoy en Madrid. Se trata de una excursión a la India de 1883, salpicada por cambios drásticos en el orden social; el tráfico de amapola; las tensiones con China y hambrunas voraces.

Deeti es una mujer humilde de ojos grises, asolada por las desgracias de la vida. También es el personaje encargado de hilvanar el relato, cuya trama se desarrolla en buena medida en el Ibis: un antiguo barco negrero adquirido por un mercachifle inglés de Calcuta que quiere adecuarlo para contrabandear con narcóticos. "El Ibis me sirvió para contar la historia de unos hombres que, viniendo de la región más cerrada y más tradicional con el tema de las castas como lo es Bihar, y en las condiciones más adversas imaginables se reinventan y conviven en el barco en medio de una diversidad de lenguas y en un estado de absoluta igualdad", señala el novelista indio, quien también fue profesor en las universidades de Harvard y Columbia. Y añade "Esto es maravilloso en un mundo donde la mayoría de la vida de las personas pasa por la incomprensión. Por las complicaciones que implican los idiomas o por el individualismo".

La documentación sobre los coolies es muy escasa y esto supuso cierta dificultad paraconfeccionar la trama. Algunos diarios de viaje de marineros y una que otra carta apoyaron la documentación. "Es muy difícil imaginar lo duras que eran las condiciones de estos barcos. En los diarios se puede leer que por lo menos dos o tres personas morían en cada viaje. Muchos caían por la borda". La mayoría de estos marineros eran arrancados de sus familias, dice, y no pasaban de los ocho o diez años. Resultaba una empresa muy violenta, no solo por los embates del mar, si no además por las reyertas en las que se enzarzaban los tripulantes.

La esclavitud fue prohibida en India a principios del siglo XIX. Una lucha que duró un siglo, durante el cual se trasladaron más de un millón de ciudadanos indios a distintos lugares del mundo. Estos desplazamientos forzados no se registraron desde la costa, como solía ocurrir en los traslados de esclavos negros de África a América. El escritor indio encontró que esto estaba relacionado con la producción de opio, que se había incrementado bajo el mandato británico y que se producía desde el interior del país.

Para el autor de El cromosoma Calcuta, el Imperio británico se sirvió de los dividendos que dejó el tráfico de opio para sostener sus arcas. "Una quinta parte de los ingresos coloniales de la corona británica eran por el comercio de esta droga. Esto aún no se ha reconocido, no se ha reconocido el daño sufrido, especialmente por China e India, con las dos guerras entre ambos países que significaron millones de muertos", explica Amitav Ghosh.

Mar de amapola supone la primera parte de una trilogía en la que Ghosh espera encajar una parte importante de la historia de su país. Sobre el estado actual de los coolies el autor apostilla: "El 80% de la población de Isla Mauricio viene de los coolies. Recuerdo que el escritor V.S Naipul dijo alguna vez que los coolies nunca podrían gobernar. Por el contrario encuentro que ha sido un caso ejemplar el de esta gente. Isla Mauricio es hoy en día un lugar con una economía vibrante y una democracia estable".

El escritor anglo-indio Amitav Ghosh.
El escritor anglo-indio Amitav Ghosh.EFE
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