Sónar alcanza una cima
El festival de música electrónica bate sus records de asistencia con el cartel más arriesgado
Muchos se han quedado por el camino, pero Sónar ha crecido. Lo ha hecho en cifras, ayer llegó a las 40.000 personas (unas 27.000 por la noche), y lo ha hecho en calidad del cartel, que todavía confiere más mérito a las cifras de asistencia. El festival se ha ganado en un 17ª edición ser la referencia indiscutible en eventos de música electrónica en el mundo. Por la tarde fueron especialmente interesantes las actuaciones de los franceses Aufgang, de los españoles Delorean y del angelino Nosaj Thing. Este último ofreció un recital espectacular en el que demostró cómo se pueden usar las máquinas de forma orgánica en directo, como si fueran instrumentos. En un ejercicio casi gimnástico y de improvisación incesante dio un recital de cómo redimir los pecados y los excesos electrónicos de los últimos años. Este artista pertenece a la generación dorada de Los Ángeles que, sin duda, ha venido para salvar la electrónica. El auditorio quedó extasiado y los aplausos que recibió fueron los más largos en lo que va de festival.
Durante la noche fue difícil compaginar la apabullante programación. Arrancaron los británicos Hot Chip en la terraza de la Fira. Un escenario entre industrial y Sci-fi que quedó colapsado por el indie de pista de baile que descerrajaron durante una hora. Y a partir de ahí casi no sabías por qué escenario decidirte. LCD Soundsytem y Flying Lotus (el chico de oro de la generación de Los Ángeles) coincidieron en horario. El sobrino de John Coltrane ofreció un show complejo, con mil registros que fueron desde el jazz al dubstep pasando por el tecnho con el beat 4x4 más característico de las horas en las que la gente ya solo quiere bailar. James Murphy, con su LCD soundsystem, estuvo brillante. Se entregó en un largo y variado show en la sala más grande de las naves de este gigante espacio de ferias. Vestido de blanco inmaculado, sin ocultar esos kilitos de más que le confieren ese aire de vividor despreocupado, ofreció el mejor show de los que ha dado en España. Un genio. Que, por cierto, puede que no vuelva más a España encabezando esta divertidísima formación.
Por si era poco, estuvieron también Plastikman (el alter ego de Richie Hatwin) con un tremendo show visual y un mínimal áspero y paciente ante al ansia festivalera, y Hudson Mohawke, el chico de oro de la nueva generación de artistas del Reino Unido. Le precedieron los míticos Sugarhill Gang, Magda, 2many dj's... En fin, inabarcable.
Hoy la tarde funciona con menos brillo que la anterior, menos figuras, pero se espera otro contundente cartel para la noche que clausurará el evento. Roxy Music, que hace casi 30 años que no tocaba en Barcelona, estará en la Fira a las 23.00. Le acompañarán Chemical Brothers, Mathew Herbert (que presenta su atrevido proyecto One Club), Dizzee Rascal o los bristolianos Fuck Buttons. El alemán Dj Hell (otro vividor) cerrará el evento y preparará la actuación de Roxy Music, se supone que tocando, U can dance, la canción que produjo a medias con Bryan Ferry hace unos meses.
Babelia
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