Sónar Kids se emancipa
El festival de experiencias creativas dirigido al público familiar se celebrará una semana antes que el evento madre consagrado a la música avanzada. - Potencia el componente de arte plástico
El fin de semana del 12 y 13 de junio el entorno del Macba y del CCCB será invadido por miles de niños -junto a sus inseparables padres- en motivo de la segunda edición del Sónar Kids. La primera edición fue todo un éxito -con una asistencia de 5.300 personas- y este año el festival sufre una crisis de crecimiento y debido a su "voluntad de identidad propia". Por ello el cambio de fecha, y también se amplía a dos jornadas y se espera un crecimiento sostenido de audiencia.
También duplica sus talleres. Pasa de seis a trece y así las novedades no cesan. Repetirá el diseñador e ilustrador Jordi Labanda con un taller para los más pequeños, pero no serán caretas si no un mural gigante en el Macba. Se apunta este año el diseñador de moda Josep Abril -que el año pasado disfrutó de lo lindo con sus dos hijas- y abrirá un taller en el que los niños tomarán una prenda de un montón de ropa y ensamblarán su propia creación.
En el plano estrictamente musical destaca el cartel compuesto por Joan Miquel Oliver, Jimi Tenor, The Pinker Tones, Txarly Brown, El Chavo, SeñorloboFeroz, Undo, Markooz, Electrotoylets y Brodas Bros.
Arte moderno e infancia
Labanda añade el plus que tiene trabajar con niños. "Sacas mucho provecho de trabajar con ellos, son las personas más libres que existen", remacha el afamado diseñador. Es más, considera que "el arte moderno hoy mira el mundo de la infancia, es un elemento de superinspiración".
El triunvirato director del festival formado por Sergio Caballero, Enric Palau y Ricard Robles, lo tiene claro: "El público infantil es exigente y quiere participar". De ahí que se incorporen nuevas y distintas actividades. Una de ella es 0 > 100 un espacio en el que mediante la fibra óptica Barcelona estará conectada con Granollers, Lleida y Olot para crear un relato musical improvisado. El coordinador de esta actividad, Guillamino, reconoce que le encanta la espontaneidad infantil. Seguirán los éxitos como el circuito de monopatín o el finger-skate. Tampoco faltará el beat-box, el arte de hacer música sólo con la boca.
Para los que el año pasado sufrieron por las colas la organización ha estudiado un sistema para racionalizarlas. Por una parte se han duplicado los talleres y a algunos de estos se hará una inscripción previa. Además habrá un número mayor de voluntarios para hacer el Sónar Kids más llevadero.
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