"Para sobrevivir hay que especializarse"

Ernesto del Río ha sido espectador del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao y participante en la sección a concurso, antes de asumir la dirección en 2000, año en el que empezó a funcionar con la marca Zinebi, una creación del diseñador Oscar Mariné.

Pregunta. El festival cumple 10 ediciones bajo el nombre de Zinebi. ¿Para qué ha servido esta marca?

Respuesta. El festival había tenido problemas de identidad y vimos la necesidad de contar con una marca corta, contundente, que lo definiera. Zinebi se ha consolidado y creo que ha servido para dotar al festival de una identidad corporativa propia.

Al final ha ido más allá del propio festival y Zinebi sirve de paraguas de lo que hace el Ayuntamiento de Bilbao en el campo audiovisual, como la Bilbao Film Commission.

"Los largos documentales están fuera de nuestras coordenadas"

"Al cine con soporte químico le queda poco en el campo del cortometraje"

P. Esta edición les ha quedado un poco escorada hacia Francia, con los homenajes a René Vautier y Jeanne Moreau.

R. Sí, pero Vautier viene más por su interés por África que por francés. Quiso señalar a la sociedad oficial lo que eran las colonias y representa una tendencia muy particular en el cine francés. Jeanne Moreau lo ha hecho todo y sigue en activo. El Mikeldi de honor se lo tienes que dar a una trayectoria consolidada y que sirva de estímulo a los cortometrajistas que están empezando.

P. ¿No ensombrecen los ciclos de homenaje y las obras que se ofrecen fuera de concurso a las películas que entran en la competición?

R. No es culpa nuestra. El problema es que los medios no hacen caso a los jóvenes cortometrajistas, piden personajes relevantes. ¿Cómo va a competir alguien que hace su primer corto con 25 años con Jeanne Moreau?

P. Así que sin estrellas ni alfombra roja un festival es menos festival.

R. Sí, es por la necesidad de tener una visibilidad pública. Pero frente a las apariencias, el público va a ver fundamentalmente las proyecciones del concurso internacional, aunque no salen en los medios. La desventaja del festival es que su materia de trabajo son jóvenes valores que no son conocidos.

P. El documental vive una etapa dorada en los últimos años que no ha repercutido en el festival. Los grandes títulos del género no se ven en Zinebi.

R. Damos documentales de cortometraje, los largos quedan fuera de concurso. Los títulos de impacto se estrenan en el circuito comercial o van a un festival de largos documentales, quedan fuera de nuestras coordenadas. Este festival, no hay que olvidarlo, está especializado en la corta duración. Tenemos una limitación: documentales de 45 minutos. Zinebi está reconocido por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores del Films (FIAPF) por su dedicación al cortometraje. En estos tiempos los festivales tienen que especializarse para sobrevivir. A todo no se puede atender; nuestro nombre está vinculado al corto. Y en cortometrajes somos de los mejores del mundo, recibimos casi 3.000 películas.

P. ¿Tiene futuro la realización de este tipo de cine en el soporte tradicional?

R. Desde 2003 admitimos formatos digitales. Desde entonces comparten espacio con el cine y cálculo que en dos o tres años será todo digital, con una calidad que no tiene nada que envidiar al celuloide. Al cine con soporte químico le queda poco en el campo del cortometraje.

P. ¿Qué le parece la anunciada reordenación del mapa de festivales por el Ministerio de Cultura?

R. El ministerio no entrará en la financiación de todos los festivales. Me imagino que también querrán ordenar el campo de los cortometrajes, pero no creo que nos afecte. El ministerio nos aporta unos 25.000 euros al año.

P. ¿Podrá Zinebi mantener su dimensión con los recortes presupuestarios?

R. El festival tiene desde hace años una medida que se puede mantener, aun con recortes presupuestarios. Está muy asentado, con cerca de un 90% del presupuesto [unos 580.000 euros] aportado por el Ayuntamiento de Bilbao. Con las nuevas tecnologías se han abaratado algunos gastos del festival: es más fácil el transporte, las copias, la manipulación. Nuestros gastos, como está ocurriendo con la producción de las películas, se abaratan.