Hitchcock, su doble y la guerra fría
El artista Johan Grimonprez presenta su película 'Double take' en Barcelona
No es el primer artista plástico que aterriza en el lenguaje del cine, pero el belga Johan Grimonprez (Roeselare, 1962) tiene una característica especial: aunque practica la demolición del género, manipula imágenes y fabrica texturas, como cualquier artista que se precie, el resultado es cine de pura ortodoxia.
Ayer presentó en Barcelona Double take, un sorprendente trabajo sobre la eterna cuestión del doble y una reflexión sobre un momento preciso de la historia reciente, el periodo más caliente de la guerra fría, finales de la década de 1950 y principios de la de 1960, cuando el apocalipsis nuclear se presentaba cada día en la cocina.
El guión de Double take, obra del escritor Tom McCarthy, se basa en El otro, una pieza escrita por Jorge Luis Borges el 25 de agosto de 1983 en la que el escritor argentino "evoca un encuentro consigo mismo para planear su suicidio".
El arranque de la década prodigiosa, en el que el mundo empieza a dejar atrás la pesadilla de la guerra, es también el momento en que la televisión pasa a ser la gran máquina de la comunicación global. Y con estas imágenes, las de Nixon y Kruschov discutiendo en Moscú sobre las ventajas del capitalismo y el comunismo, las de la carrera espacial, Grimonprez confecciona los decorados para narrar la historia del doble de Hitchcock, un curioso personaje llamado Ron Burrage que interacciona con el extraordinario Hitchcock televisivo de las historias de suspense y con el que promociona Los pájaros (1963) junto con Tippi Hedren.
"¿Por que en Los pájaros, cuando se produce el ataque de las aves, nadie pone la televisión para saber lo que está pasando?", pregunta Grimonprez. "Porque los pájaros son la metáfora de la televisión", asegura.
La vida está hecha de sorprendentes coincidencias. El director de Double take las va señalando. Explica que Burrage, el doble de Hitchcock, nació el mismo día del año y murió 20 años más tarde de un idéntico fallo cardiaco. Recuerda, por ejemplo, que ahora sabemos que mientras se desarrollaba la crisis de los misiles en Cuba y el mundo contenía el aliento, Kennedy y Khruschov -ahora se ha sabido- negociaban en secreto un pacto acomodaticio, pero que, ¡oh casualidad!, el primero fue asesinado unos meses después y el segundo defenestrado por Brezniev poco después.
Grimonprez ya sorprendió en 1997 con Dial H-I-S-T-O-R-Y, una reflexión sobre la historia del terrorismo aéreo que prácticamente profetizaba los ataques del 11 de septiembre de 2001. Pero si aquella obra todavía nació dentro del circuito del arte -fue presentada en la X Documenta de Kassel y en el Centro Pompidou de París-, Double take sale a la luz en el mercado del cine, en la última Berlinale.
Double take será proyectada cada tarde (16.00 horas) hasta el próximo sábado en la capilla del Macba y después podrá verse allí en pequeño formato.
Babelia
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