Máxima expectación ante la confirmación de Cayetano

La corrida de Beneficencia, una de las clásicas de la temporada, será la de la confirmación de alternativa de Cayetano Rivera Ordóñez, un torero de corte artista, más conocido por sus apellidos que por los logros en los ruedos.

Cayetano Rivera Ordóñez, hijo del malogrado Francisco Rivera Paquirri, nieto de Antonio Ordóñez, sobrino de Luis Miguel Dominguín y hermano de Francisco Rivera Ordóñez tiene ante sí el compromiso más importante de su carrera en el mundo taurino.

De vocación tardía, se trata del primer torero que una vez divorciado con la veintena bien entrada decide probar suerte con el traje de luces, el diestro hará su primer paseíllo en Las Ventas como matador en la corrida de Beneficencia, tradicionalmente un cartel de excepción que premia a los mejores espadas.

En el aspecto glamour su presencia es todo un acontecimiento y las "caras bonitas" se amontonarán en los tendidos, mucha prensa de corazón y, por supuesto, la reventa por las nubes.

Las sensaciones que despierta entre la afición más entendida son muy distintas, por un lado se aprecian sus buenas manera, un cite que recuerda mucho al de Curro Vázquez y el corte de torero clásico que tiene, pero al mismo tiempo, se le medirá al milímetro por los privilegios con los que ha contado a lo largo de su carrera. Puede considerarse fruto de su "alcurnia taurina", pero resulta un agravio comparativo disfrutar de las ganaderías más selectas, en las mejores plazas, con los mejores compañeros, cobrando más que la mayoría.

El mero hecho de confirmar en la corrida de Beneficencia con Morante de la Puebla como padrino y José María Manzanares de testigo con toros de la deseada vacada de Núñez del Cuvillo es todo un regalo que tendrá que justificar.

A partir de las siete de la tarde se sabrá si es merecedor de esta carrera "entre algodones" o sufrirá los reproches de la afición venteña.