Pavarotti también hizo 'playback'
El gran tenor falseó su actuación en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Turín, en 2006
El fallecido tenor italiano Luciano Pavarotti cantó con playback durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Turín 2006, según revela el director Leone Magiera en su libro Pavarotti visto da vicino (Pavarotti visto de cerca), publicado este lunes en Italia.
"Indudablemente, en los últimos años, el carácter de Luciano había empeorado, así como sus elecciones musicales", asegura Magiera, quien acompañó al astro de la ópera durante toda su carrera. Según el maestro "Pavarotti se dio cuenta de sus problemas" de salud, por lo que "comenzó a espaciar los conciertos para dedicarse a la enseñanza".
El director asegura que el tenor, fallecido en septiembre del año pasado "se acercaba a su última etapa de su vida" en el momento en que accedió a cantar en la inaugiración de los Juegos de invierno. "A pesar de los dolores cada vez más punzantes que sufría -probablemente aviso de la enfermedad que lo llevó a la tumba- y de que estaba obligado a moverse en una silla de ruedas, quiso participar en el espectáculo", escribe Magiera.
"Todos creyeron que era una retransmisión en directo, pero en realidad fue muy diferente", afirma el director de orquesta, que narra cómo Pavarotti grabó con la orquesta el aria Nessun dorma de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini, con ayuda de los técnicos de la televisión italiana, y después se llevó lo registrado a un estudio de Modena.
A pesar de ello, el maestro asegura que Pavarotti cantó con una voz "intacta" que le hizo sentir "escalofríos". "Me pareció de una expresividad que daba la impresión de lo ultraterrenal, quizá a la vida después de la muerte...", dice Magiera, quien apunta que el tenor repitió el aria hasta que estuvo satisfecho y, cuando terminó, cayó sobre su silla de ruedas "extenuado".
Magiera afirma que aquella fue la última vez que dirigió al tenor. Posteriormente fue con él a Turín el día antes de la inauguración de los Juegos y grabó también el playback. "Por tanto, la noche del espectáculo de la inauguración, la orquesta fingía tocar para el público, yo fingía dirigir y Luciano fingía cantar", asegura el director. Y continúa "el efecto fue bellísimo, nadie se dio cuenta de los trucos de la tecnología, ni entre los espectadores ni entre el público, más bien distante del escenario".
Babelia
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