_
_
_
_

Historias escritas en la sexta columna del diario

El videoartista taiwanés Chen Chieh-jen presenta en el Museo Reina Sofía 'Tribunal Militar Prisión', una obra con la que continúa con su contribución a la recuperación de la memoria histórica de su país

¿Quién decide quién es una víctima y quien no lo es? ¿Quién está autorizado a contar nuestra historia? ¿Quién es el dueño de nuestra memoria? Estas son unas pocas de las muchas preguntas que el artista taiwanés Chen Chieh-jen (Taoyuan, Taiwán, 1960) plantea en la obra Tribunal Militar y Prisión, que desde hoy se puede contemplar en el centro de Arte Reina Sofía. El vídeo, de una hora de duración está basado en los recuerdos de la prisión que había junto a la casa familiar, en el condado de Tapei, en la que pasó gran parte de su infancia.

A lo largo de su trayectoria, Chen Chieh-Jen ha utilizado la fotografía, el vídeo o la performance para denunciar casos concretos de víctimas de la dictadura. Su objetivo es preservar la memoria histórica a base de imágenes trabajadas de las más diferentes maneras. A partir de unas imágenes casi siempre dolorosas, intenta que el espectador se implique en los problemas que sufre de cerca o de lejos. Su obra se proyecta en los principales museos del mundo y acaba de obtener uno de los más importantes galardones en el Pulse Art Fair Miami. Su producción de videoarte ha estado presente en las últimas bienales de Venecia y Estambul.

La obra creada para el Reina Sofía se proyecta en dos salas. En una de ellas, el espectador puede ver una película con los recuerdos de Chen. El Tribunal Militar de la prisión, es una machacona obsesión en toda la cinta. La prisión fue finalmente convertida en un memorial dedicado a los derechos humanos. Chen no ha utilizado actores. Los personajes que se ven, son lo que parecen (parados, sin papeles, marginados en suma). Un preso político que lleva mucho tiempo cumpliendo su condena y que ha sido olvidado por todos, es el hilo conductor de la historia. En un segundo vídeo, de sólo minutos de duración, se da la visión oficial de lo que ocurre en la primera proyección.

Chen Chieh-Jen ha hablado de su trabajo, a través de la voz de la experta en arte asiático, Susana Sanz. Para el artista, hay varios momentos fundamentales en el vídeo. El primero se refiere al momento en el que se ve a un numeroso grupo de hombres empujando grandes paneles de Uralita, ese material con el que se fabrican las construcciones provisionales. "Creían que podrían volver y expulsar a los comunistas del poder. No sabían lo que les esperaba. Cuando empujan los paneles, se ve su desesperación buscando sus derechos".

Más adelante, se ve como una excavadora (el poder), destroza los habitáculos de Uralita. Los presos se apresuran para coger trozos de papel de periódicos viejos. Utilizarán sus márgenes blancos para escribir su propia historia.

Al autor le interesa destacar una parte que tiene que ver con el presente. Y es aquella en la que se cuenta que la prisión y el tribunal ya no existen. En su lugar hay un memorial de las víctimas de la dictadura. "Quién ha hecho esa lista de víctimas?",pregunta el videoartista, "¿Por qué están unos y no otros? ¿Quién se acuerda de todos esos parados, sin papeles, marginados".

Al final, un chico con coleta, un joven disidente político, logra repartir unos aplastados lápices con los que cada uno de estos olvidados pueda contar su propia historia. Es su última esperanza.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_