La Berlinale reflexiona sobre el infierno de Abu Ghraib
Errol Morris presenta 'Standard Operating Procedure', un filme "de horror, pero no de ficción" sobre la cárcel estadounidense en Iraq
El director estadounidense Errol Morris ha defendido hoy en la Berlinale su documental Standard Operating Procedure como una película "de horror, pero de no-ficción" sobre las torturas a los presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.
"Quería contar la verdad del horror de la política actual de EEUU y lo hice a través de unas fotos que sacudieron al mundo entero", ha explicado el realizador tras el estreno mundial de su film, el primer documental a competición en la historia de la Berlinale.
Retrato de las vejaciones
Morris tomó como base un millar de fotografías tomadas en 2003 en esa cárcel de Irak, y a partir de ahí se propuso "ponerles voz, hacer que los implicados las explicasen con sus propias palabras". Entre los testimonios recogidos en su film está el de la soldado Lynndie England, cuya imagen con un preso atado de una cadena con una cuerda como un perro se convirtió en símbolo de las atrocidades de Abu Ghraib.
"No se trataba de que asumieran ningún tipo de culpa, sino que explicaran con sus palabras lo ocurrido", ha dicho Morris, defendiédose de quienes consideran que en su film se consigue lo contrario: que estos testigos se presenten a sí mismos como víctimas de una situación.
England, Harman y compañía
Standard Operating Procedure está básicamente fundamentado en las fotografías de Abu Ghraib que muestran a soldados estadounidenses humillando y torturando a presos iraquíes y posando sonrientes junto a sus cuerpos. Junto a England aparece su compañera Sabrina Harman, que sonreía haciendo la señal de la victoria junto a otro iraquí muerto en Abu Ghraib.
La soldado England explica fríamente, ante la cámara, cuál es la situación de una mujer en el ejército, en que se ve obligada a no puede mostrar flaquezas, y dice que se dejó hacer esas fotos para impresionar a su novio, Charles Graner.
"Una pesadilla que me provocó reacciones casi alucinógenas"
"Las fotos me causaron una profunda conmoción y se convirtieron en una pesadilla que me provocó reacciones casi alucinógenas", ha manifestado el director respecto al proceso que le llevó a realizar el documental, de 118 minutos.
El film combina las fotos con los testimonios de las citadas soldados más otros compañeros de unidad, así como algunas recreaciones de las torturas.
Babelia
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