El Prado invita a sus visitantes a conocer al enigmático Patinir y sus paisajes

El Museo del Prado organiza la "monografía más definitiva" del pintor Joachim Patinir, considerado el precursor del paisajismo, con La invención del paisaje, una exposición que reunirá del 3 de junio al 7 de octubre dos terceras partes de la enigmática y desconocida obra de este artista flamenco.

El reto de La invención del paisaje es que el visitante "se contagie" de la belleza de Patinir, así como dar a conocer un perfil claro de su desconocida obra -formada por una reducida colección de 29 obras-, según han explicado hoy el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, y el comisario de la muestra, Alejandro Vergara, durante la presentación de la exposición, hoy, en Madrid.

Joachim Patinir (1495-1524) hizo que el paisaje dejara de ser un elemento secundario y lo transformó en el protagonista de sus cuadros, "con tal éxito, que su manera de pintar se convirtió en un género", ha explicado a pie de exposición Alejandro Vergara, que además de comisario de la muestra es jefe de conservación de pintura flamenca del Prado.

Este pintor flamenco, al que se dedica por primera vez una exposición "seria", empleó una "estética y una belleza totalmente diferentes a las utilizadas hasta el momento", imprimiendo a su reducida obra un halo onírico y misterioso semejante a la obra del Bosco, que fue contemporáneo suyo, ha dicho Vergara.

La invención del paisaje, organizada en colaboración con Acciona, que se ha incorporado como miembro benefactor del Prado recientemente, contará con dos terceras partes de la obra atribuida a este artista, procedente de más de 10 museos extranjeros.

Es el caso del óleo Martirio de Santa Catalina y Bautismo de Cristo, del Kunsthistorisches Museum de Viena; el Tríptico con la penitencia de San Jerónimo, del Metropolitan Museum de Nueva York, o el Paisaje con la huida de Egipto, del Museo de Amberes.

Tanto el comisario de la muestra como el director del Prado coincidieron en señalar que la obra de Patinir ha estado "secuestrada" en España, donde se encuentran seis óleos de la limitada obra del artista: cuatro en el propio museo, uno en el Thyssen, y el desconocido Paisaje de San Cristóbal, una de sus obras más importantes, en El Monasterio del Escorial.

Biografía desconocida

La trayectoria de Patinir se prolongó durante nueve años en la Amberes del siglo XVI, capital mundial del arte de la época, aunque se desconoce la mayoría de sus datos biográficos; un elemento que ha incrementado el componente misterioso y enigmático de su figura.

Con una paleta en la que destacan los azules y blancos, y una sensibilidad muy diferente a la de sus coetáneos, este pintor flamenco se dedicó a retratar el mundo como "escenario del pecado", y una concepción del ser humano que simboliza "la figura pecadora en busca del camino correcto", ha detallado Vergara junto a la obra Las tentaciones de San Antonio.

Los figuras que aparecen en esta última obra -San Antonio junto a varias mujeres que le ofrecen objetos que simbolizan el pecado- pertenecen a otro autor, según desveló el comisario, para quien los cuadros de Patinir están estructurados de tal manera que la mirada del espectador "siempre acaba en el paisaje", especialmente en el horizonte, donde se funden tonalidades de blancos y azules, una de las marcas características del autor.

El Prado exhibirá junto a las obras de Patinir una muestra de sus antecesores, como Jan Van Eyck, que utilizó por primera vez elementos paisajísticos en su obra, y otros, en un intento de contextualizar la obra de este artista en la etapa que se conoció como el Renacimiento Nórdico.