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Springsteen cierra en Madrid su minigira española

Vestido con sus habituales vaqueros, sus botas, su camisa de cuadros y su americana, Bruce Springsteen ha ofrecido esta noche en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid su recital como cualquier cantautor, con su guitarra, su piano y su armónica, sin banda ni adornos, pero ese cantautor al uso era El Jefe.

Presentaba su último álbum, Devils & dust, ayer lo hizo en Badalona, y venía sin la E Street Band para ofrecer un concierto serio, sin grandes efectos, un tanto duro para los profanos, pero con el que enganchó a sus incondicionales desde que sonaron las primeras notas de My beautiful reward.

A la entrada del palacio, las colas recordaban que las localidades, vendidas en pocas horas, llevaban grabado el documento nacional de identidad y que, además de la habitual revisión de bolsos, esta vez había que identificarse para entrar, una nueva moda para evitar reventa y falsificaciones.

Antes de comenzar pidió en castellano al respetable "mucho silencio para dar lo mejor de mí". Después, durante más de dos horas, a sus 55 años, Springteen volvió a convertirse en el cronista social de otras épocas, rememorando historias, en contacto permanente con el público, unas veces en inglés otras en español, incluso dedicando uno de sus primeros temas, compuesto hace más de treinta años, For you, a su padre, "siempre práctico", y a su madre, "una romántica".

El rockero de Freehold (Nueva Jersey), ante 8.000 personas, entre las que se encontraban la ministra de Cultura, Carmen Calvo, el actor Javier Bardem y el presentador Manel Fuentes, eligió, tras Reason to believe con armónica y marcando el paso con sus botas, el tema que da nombre a su nuevo álbum, Devils and dust.

Cortinones y lámparas de salón

En un escenario adornado con elegantes cortinones y lámparas de salón, y sobre el que sólo había un piano, un armonio y el micrófono, Springsteen desgranó una buena parte de su nuevo álbum con canciones como Reno, Long time comin', Silver Palomino, Maria's bed, Jesus was an only son, Leah, The hitter y Matamoros bank, con la que finalizó oficialmente el concierto.

Pero no faltaron clásicos de su repertorio: Lonesome day, The river, una de las más aplaudidas, State Trooper, Paradise, The rising, Further on (up the road), Highway patrol y My hometown.

En el bis -una buena parte del público corrió a las primeras filas, el resto se quedó de pie- cantó Ramrod, The land of hope and dreams, The promised land y Dream baby dream, la única canción que tocó que no es suya. Springsteen visitará ahora Italia, Alemania, Holanda, Francia, Dinamarca y Suecia, donde cerrará su gira europea el 25 de junio en Estocolmo.

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