B.B. King y Raimundo Amador hechizan la noche de San Juan
La noche mágica de San Juan ha servido para abrir el telón de la octava edición del Festival de Jazz del Palau de la Música de Valencia. El mítico bluesman B.B King ha sido el maestro de ceremonias, acompañado por su inseparable guitarra "Lucille" y sus amigos Doctor John, Raimundo Amador y la joven vocalista Shemekia Copeland.
El "B.B King Blues Festival" salió, después de doce años, por primera vez de Estados Unidos en una gira que comenzó esta noche en Valencia y en la que el sonido visceral del blues resonó en la plaza de toros valenciana.
El grupo "The funk on me" fue el encargado de comenzar a calentar el ambiente, sobrepasadas las 20.00 horas. El siguiente turno fue para Shemekia Copeland, una joven cantante de 24 años, hija del gran guitarrista Johnny Clyde Copeland, a la que en Estados Unidos no han dudado en comparar a grandes solistas como Aretha Franklin, Etta James o Koko Taylor.
Copeland no defraudó a las expectativas creadas y ofreció una actuación arrolladora, en la que demostró las excelencias de su portentosa voz, y conectó directamente con los espectadores que poco a poco iban llenado el coso taurino.
El tercero de la noche fue el pianista de Nueva Orleans Malcolm John Rebennack, más conocido en el mundo de la música como Doctor John, quien presentó su último trabajo "N'Awlinz Disdator D'Udda", además de otras piezas del repertorio que viene nutriendo desde hace más de tres décadas, en la que fusionó blues, soul, gospel y ritmos latinos.
La apoteosis del festival tuvo lugar cuando B.B. King apareció sobre el escenario. Tras el precalentamiento de su banda, el casi octogenario cantante apareció en escena con camisa blanca y pantalones oscuros y se sentó dispuesto a derrochar talento y sentimiento.
El bluesman sólo tardó minutos en enfervorizar a los miles de espectadores, alternando temas melódicos con "esa música que hace mover los cuerpos" como decía el propio cantante 24 horas antes en rueda de prensa.
La aparición en escena de Raimundo Amador y el duelo de guitarras de ambos artistas levantó de sus asientos a los pocos que aún no habían cruzado el Mississipi bajo los acordes de "Lucille", en un fin de fiesta, al más puro estilo americano.
Babelia
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