Una exposición de grabados de Goya tratados digitalmente revela la forma de trabajar del artista

Estudiar a Goya de forma diferente a como se ha hecho hasta ahora, sirviéndose para ello de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, es el objetivo de la exposición Goya. La conciencia retratada, que desde mañana, jueves, y hasta el próximo 28 de octubre, podrá verse en la Calcografía Nacional.

Veinte rostros tomados de la serie Los caprichos, obra maestra del grabado español fechada en 1799, y posteriormente manipulados digitalmente e impresos en papel de gran formato -1,50 por 1,20 metros- componen esta exposición, primera que realiza con estampas propias el nuevo Centro de Estampa Digital del museo, desde su creación, hace un año.

Las estampas de Goya, impresas en papel de gran formato -1,50 por 1,20 metros- aparecen colgadas en la sala del museo sin marco alguno, a modo de instalaciones y conforme a un nuevo y radical planteamiento expositivo de estampas.

Según han explicado los coordinadores de este proyecto, María Zuzaya y José Miguel Medrano, la muestra persigue antes que ninguna otra cosa "estudiar de una manera distinta a Goya" y avanzar en el conocimiento "del profundo significado que en sus estampas adquiría el rostro", que convertía en metáfora de la conciencia retratada.

"El hecho de poder examinar, ampliados más de cien veces, rostros que en las estampas originales tenían uno o dos centímetros, y de poder comprobar cómo no por ello pierden definición, nos habla de la forma en que trabajaba Goya", que era capaz de dibujar sobre la plancha, con una punta, unos rostros que, por su tamaño, apenas si podía ver".

Como un jugador de ajedrez

"De forma parecida a como haría un jugador de ajedrez que tiene en su cabeza el tablero y las 50 jugadas siguientes, o a como compondría un Beethoven ya sordo, Goya tiene en la cabeza esa imagen, que apenas puede ver, y la trasladada a la plancha, con toda su expresividad, como demuestra ahora su ampliación", ha añadido Medrano, para quien las obras digitales expuestas ahora constituyen estéticamente una exposición de arte contemporáneo en su sentido más actual.

Con motivo de la exposición, doce de los veinte retratos que componen la muestra se han editado en una carpeta de estampas digitales en formato 35 por 35 centímetros.

El conjunto del proyecto ha sido realizado por el equipo de Calcografía Nacional, dirigido por Javier Blas, y ha contado con el apoyo del Instituto Cervantes, que exhibió en Londres, durante mayo y junio, una selección de trece rostros.