Las lluvias encadenadas disparan las alertas rojas por inundaciones en 25 puntos de 12 ríos de España

Un total de 25 puntos de control de 12 ríos principales y afluentes de España están la tarde de este martes en el nivel rojo de alerta, lo que significa que se encuentran en una “situación hidrográfica muy peligrosa” por la crecida del agua, según los datos recabados por EL PAÍS de las diferentes confederaciones. En el sistema de control del caudal de los ríos, que se realiza a través de las estaciones de aforo, existen tres niveles de avisos: amarillo, naranja y rojo. El más elevado, el rojo, se decreta cuando la subida prevista es de tal magnitud que es posible que se produzcan inundaciones de zonas habitadas y de vías de comunicación principales, por eso se decretan desalojos en las zonas ribereñas, como está ocurriendo en varios puntos de las provincias de Málaga, Córdoba y Madrid.

A los 25 avisos rojos, se suman otros 13 naranjas y 33 amarillos, según los datos obtenidos a las 14.45 de este martes. Aunque de menos peligrosidad, estos avisos naranjas y amarillos también implican riesgos importantes por las crecidas inusuales del nivel del agua en los ríos. Las tres áreas más afectadas se corresponden con los ríos principales y afluentes del Guadalquivir, el Tajo y las cuencas andaluzas del Mediterráneo. La cuenca del Tajo es la que acumula este martes por la mañana más avisos rojos, 18. Cada vez que el nivel alcanza el umbral establecido para alguna de las alertas —ya sea en metros cúbicos o en altura de la lámina de agua— desde las confederaciones se envía automáticamente un aviso a los servicios de emergencias, para que valoren si se deben ordenar los desalojos por el riesgo de inundación, como está ocurriendo en varios puntos del país.

Las abundantes lluvias de este mes, que están siendo sostenidas durante este extraordinario marzo en buena parte de la España peninsular, han hecho que los embalses que gestionan la Administración central y las autonómicas se estén llenando, lo que espanta el fantasma de la sequía. Pero en algunos casos, el agua embalsada está alcanzando las cotas de seguridad y obligando a aliviar. Esto está haciendo que aumenten los caudales de los ríos y se sobrepasen esos umbrales de seguridad.

“Los embalses tienen la capacidad de laminar los grandes volúmenes de agua en situaciones de avenida como la producida los últimos días, reduciendo el riesgo de inundaciones y daños aguas abajo”, destacan desde el Ministerio para la Transición Ecológica, responsable de las cuencas de los ríos que se extienden por más de una comunidad autónoma. “Los caudales desembalsados irán variando en las próximas horas en función de la información hidrológica disponible, previsiones meteorológicas, aportes a los embalses...”, añaden sobre la forma en la que controlan el agua que se alivia.

La reserva se dispara

Más allá de la foto en vivo que suponen los avisos por el aumento del caudal en los ríos, que se actualizan casi en tiempo real, cuando se levanta la mirada algo más se aprecia la importancia que están teniendo estas lluvias para enterrar la sequía en muchos puntos del país. En solo siete días, la reserva hídrica del país —es decir, el agua que acumulan los embalses del país— ha aumentado en 4,9 puntos porcentuales al pasar del 60,9% al 65,8%. El Boletín Hidrológico, que el ministerio publica semanalmente, cifra el aumento de la reserva nacional en 2.751 hectómetros cúbicos (el consumo doméstico anual de España ronda los 5.000 hectómetros cúbicos).

Hace un año, esta misma reserva estaba al 56,8%, nueve puntos menos que ahora. Los datos actuales también están por encima de la media de la última década para esta misma semana del año, que está en el 59,2%.

Por cuencas, la subida respecto al pasado año se nota especialmente en las zonas que más estuvieron golpeadas por la sequía. La reserva en la cuenca del Guadalquivir guarda en sus pantanos 4.042 hectómetros cúbicos de agua —está al 50,3%— frente a los 2.291 hectómetros de hace justo un año. Una situación parecida se vive en la cuenca mediterránea, que guarda en estos momentos 524 hectómetros cúbicos, más del doble que hace 12 meses. Y en el caso de las cuencas internas catalanas, la reserva está al 45,2%. Los 306 hectómetros cúbicos acumulados son más de tres veces que lo que había embalsado hace un año.