Aerotaxis, reparto de mercancías con drones, vertipuertos… La movilidad aérea urbana llega antes de lo que imagina
La empresa pública Ineco impulsa un grupo de estudio sobre transporte con drones que ya se prueba en Zaragoza, A Coruña o Jaén y podría usarse en dos años en el reparto de medicamentos y en seis años con pasajeros, aunque París quiere que haya taxis voladores ya en los Juegos Olímpicos de este verano
Los coches voladores han protagonizado numerosas películas de ciencia ficción de las últimas décadas, mostrando un futuro que nunca llegaba. Sin embargo, la conquista del cielo urbano parece ahora más cercana: la empresa pública Ineco acaba de lanzar un grupo de estudio —Clúster Siam— para trabajar en la movilidad aérea de las ciudades, mientras diferentes empresas hacen pruebas de transporte con drones en Zaragoza, A Coruña o Jaén. A falta de una regulación europea específica (que se espera para 2025), el sector cree que el reparto de medicamentos con drones a zonas rurales podría empezar en dos años y extenderse más tarde a la distribución de mercancías urbanas. París quiere que haya taxis voladores en los Juegos Olímpicos de este verano, aunque la extensión de los aerotaxis no llegará a Europa al menos hasta 2030.
“Los drones eVtol [acrónimo en inglés de “eléctrico de despegue y aterrizaje vertical”] son un nuevo tipo de dispositivos que suelen ser más grandes que los drones que estamos acostumbrados a ver, y pueden llevar mercancías y hasta personas. Son vehículos eléctricos cero emisiones que despegan en vertical, con lo que necesitan menos espacio”, explica Sergio Vázquez, presidente de Ineco. Isabel Buatas, presidenta del Clúster Siam, añade: “Estos drones van a transformar las ciudades, porque se usará una nueva capa del cielo, y aunque técnicamente ya sería posible empezar a usarlos, todavía hay un gran reto por delante en cuanto a regulación, integración en el espacio aéreo, telecomunicaciones…”.
Por ahora, existe legislación para los drones más sencillos —teledirigidos y con poco radio de acción—, pero la Comisión Europea está elaborando un reglamento para los nuevos dispositivos, que pueden volar en modo automático con carga, o bien con piloto y pasajeros. “Los drones eVtol y los aerotaxis tendrán un reglamento europeo, que definirá su tipo de construcción, cómo deberán operar y qué formación necesitarán los pilotos”, explica Daniel García-Monteavaro, jefe de desarrollo de drones de Enaire, la entidad encargada de la gestión de la navegación aérea en España. “Los fabricantes ya están trabajando con la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) para tener referencias y trabajar en la futura certificación de sus vehículos, aunque hasta que no llegue el futuro reglamento no podrán certificarlos con un marco normativo estable”, continúa. Después hará falta también una regulación municipal, que Zaragoza y Madrid ya empiezan a estudiar.
Mientras llega, varias empresas españolas están haciendo pruebas con nuevos prototipos. “Hemos desarrollado un eVtol capaz de llevar seis personas a bordo, o 500 kilos de carga, con una autonomía de vuelo de 130 kilómetros”, señala Óscar Lara, director de Operaciones de Crisalion Mobility. “El modelo se basa en baterías que ya existen y se pueden producir en serie, pero el rango de kilómetros aumentará conforme mejoren las baterías”, prosigue. Ya han testado su prototipo de aerotaxi —denominado Concept Integrity— en vuelos de prueba Jaén y en Lugo.
Bluenest, de la española Globalvia —integrada en SIAM—, trabaja en vertipuertos, los lugares en los que tendrán que despegar y aterrizar estos vehículos. “Necesitan mucho menos espacio que un helipuerto, porque estos vehículos eléctricos tienen un despegue puramente vertical. Y pueden ser de varios tipos, desde un espacio vallado en el suelo de dos a cinco metros de ancho para drones de carga ligera, a otro de unos 20 metros para transportar personas. Incluso estamos desarrollando unas taquillas para entregar paquetes que se pueden instalar en zona urbana u hospitales con una superficie de aterrizaje de un metro”, explica José Ignacio Rodríguez, gerente de Bluenest. La compañía está ya haciendo pruebas de logística sanitaria en Madrid y con aerotaxis de 600 kilos —también en Jaén y Lugo— y tienen proyectos en Canarias y Zaragoza.
Precisamente en la capital aragonesa, el Ayuntamiento habilitó una zona cercana a la estación del AVE para hacer pruebas con estos vehículos. “Nuestro vertipuerto ha sido ya escenario de distintas experiencias de colaboración con instituciones públicas y privadas, es una apuesta estratégica de la ciudad”, señala la alcaldesa, Natalia Chueca. Una de ellas es la distribuidora farmacéutica Novaltia: “La distribución de medicamentos en Aragón es compleja, hacemos 17.000 kilómetros al día en furgonetas, a veces para llegar a pueblos pequeños. Estamos probando ya drones de 25 kilos (incluyendo la carga) que podrían llevar medicamentos a vertipuertos en estos pueblos, instalando varias bases: por ejemplo, Jaca para los Pirineos, Teruel para los pueblos de la zona…”, cuenta Fernando Castillo, director general de Novaltia.
La empresa ya tendría capacidad técnica para poner en marcha el proyecto, pero necesitan la nueva autorización de la EASA, así como certificar sus vehículos. “Y que nos autoricen corredores sanitarios para volar en ciertas zonas. Espero que podamos empezar en 2026″, aventura. Todas las fuentes confían en que las aplicaciones sanitarias serán las primeras que veamos en marcha: reparto urgente de medicamentos, traslado de sangre o pruebas médicas… Sobre todo, en entornos rurales o zonas urbanas poco pobladas, a las que es difícil llegar rápido. De hecho, el Hospital de La Paz ya ha realizado un ensayo con drones llevando una carga de medicamentos en su sede de Cantoblanco.
Envío urgente de medicamentos
“La parte sanitaria se va a desarrollar más rápido por aceptación social y porque tiene un uso muy directo: un dron puede llevar una medicina muy rápido y sin atascos. Nosotros hemos desarrollado una taquilla en la que puede aterrizar un eVtol y se puede instalar fácil en cualquier hospital o centro médico”, dice Enrique Ventas, del Instituto Técnico de Galicia (ITG), también miembro del Cluster Siam. De hecho, Ineco calcula que se puede ahorrar hasta el 70% del tiempo en una entrega médica, las más urgentes. “El desarrollo será paulatino, primero en pueblos alejados, luego en el área periurbana y más tarde en el centro de las ciudades. No vamos a ver de golpe 1.000 drones volando, pero empezarán a ser más habituales”, sigue. Tienen un vertipuerto urbano de pruebas en A Coruña.
El sector logístico tiene grande esperanzas en esta modalidad. “La distribución urbana de mercancías se ha impulsado muchísimo tras la pandemia, de manera muy rápida y no siempre sostenible. Hemos tenido que agilizar todos nuestros planes de futuro. La distribución urbana aérea de mercancías estaba en una carpeta para desarrollarse más tarde, pero ahora se está acelerando. Y puede ser una realidad en 2030″, aventura Francisco Aranda, presidente de la patronal logística UNO, que se integrará en SIAM. Vázquez, de Ineco, cree que es una gran oportunidad: “El gran debate de la movilidad ahora es el uso del espacio público, colapsado por vehículos privados y de reparto, mientras que los drones eVtol se moverán por otra capa de espacio, liberando espacio público de las calles”.
También hay riesgos, como la privacidad (porque puede haber drones volando a la altura de edificios altos), el miedo de la gente a que le caiga un dron encima y, relacionado con todo ello, la aceptación social, siempre compleja al inicio. La legislación europea avanza más lenta porque no quiere tener que enfrentarse a un accidente que paralice el desarrollo, mientras en países como China o los emiratos del Golfo hay ya experiencias más avanzadas incluso con aerotaxis.
En Europa, ese tipo de vehículos con pasajeros —como los que testa Crisalion en España— llegarán más tarde, pero ya se están haciendo pruebas. “El modelo CitiAirbus NetxGen dispone de cuatro asientos y puede volar a 120 kilómetros por hora con una autonomía de 80 kilómetros. Está diseñado para llevar piloto y combina alas con hélices para optimizar el rendimiento. El vuelo inaugural tendrá lugar este año”, explica Balkiz Sariah, CEO de la compañía. A falta de generalización, París ha anunciado que pondrá en marcha un servicio limitado de aerotaxis —denominado VoloTaxi— durante los Juegos Olímpicos que acogerá este verano.
“Al inicio tendrán un coste más alto, así que se podrían usar como servicio turístico, o bien para llegar del aeropuerto a algún punto del centro en pocos minutos”, señala Buatas, de Siam. García-Monteavaro, de Enaire, tercia: “Baleares quiere probar un vuelo entre Mallorca y Menorca, con un dron grande que simule un aerotaxi”. Otros usos al inicio pueden ser los turísticos, aunque para ello habrá que designar corredores aéreos urbanos, y también la distribución a pueblos alejados. Vázquez, de Ineco, resume: “En 10 años la principal foto de una ciudad cambiará, porque habrá una nueva movilidad aérea a la que tendremos que acostumbrarnos. No quiere decir que el cielo esté plagado de vehículos, pero sí que habrá un nuevo tráfico. Por primera vez, el horizonte es cercano”.
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