La ola de calor alcanza su pico de intensidad con temperaturas de más de 40° en puntos de toda la Península

España se abrasa. De norte a sur, la tercera ola de calor del verano ha alcanzado este miércoles la mayor intensidad, con una temperatura máxima de 44,6° en La Roda de Andalucía, en Sevilla, y unos insólitos 40,1° en Burgos, en Medina del Pomar. La previsión de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) ha teñido de avisos rojos ocho provincias y casi una treintena en naranja, de riesgo muy importante. Lo peor se ha concentrado en el valle del Guadalquivir, Jaén y en Granada, y también en el País Vasco, con unos desacostumbrados casi 40° en Bilbao y el norte de Burgos. Por todo el país las fuentes urbanas, las playas y piscinas han servido de refugio para locales y turistas, todos golpeados por un intenso calor que se prolongará al menos hasta el viernes con un elevado riesgo de incendios.

El récord diario lo tiene la Roda de Andalucía, en Sevilla, que ha llegado a los 44,6°. Le siguen Granada con una temperatura de 44,1° y Andújar, en Jaén, que ha marcado los 43°. Las zonas del norte que se han visto más afectadas han sido Bilbao, en el País Vasco, que ha marcado los 39,8°; el norte de Burgos, que ha llegado a los 40,1° en la localidad de Medina del Pomar y también Madrid, que ha registrado una temperatura de 40,3°.

En al menos diez ciudades, las llamadas noches tropicales, aquellas que superan los 20°, han quedado, en la madrugada de este miércoles, como recuerdos casi frescos en comparación con los 35,3° que ha registrado Almadén, en Ciudad Real, y los 33,8° de Córdoba a medianoche. A estas temperaturas nocturnas que rebasan la treintena se las conoce, de manera no oficial, como infernales: quedan muy por encima de las catalogadas como tórridas, de más de 25°, que ya dificultan la necesidad de dormir.

En cuanto a los avisos naranjas (por riesgo importante) han alcanzado este miércoles a 29 provincias, con excepción de las costas, la cordillera Cantábrica, los Pirineos y la provincia de León, que, aun así, están en aviso amarillo (riesgo bajo). En la segunda mitad de este miércoles es probable que se generen tormentas secas en zonas del interior peninsular que producirán rachas fuertes de viento y descensos bruscos de temperatura. El litoral Cantábrico está también sobre aviso por una posible galerna, a últimas horas del día, que suele consistir en súbitos descensos térmicos y rachas fuertes de viento.

Canarias, que aún no está sumergida en el calor, ha experimentado durante este miércoles un ascenso progresivo de las temperaturas, pero a partir del jueves, la ola de calor entrará de lleno en el archipiélago. La masa de aire africano que afecta a la Península llegará al archipiélago acompañada de calima. Aunque el viernes y el sábado serán los peores días del episodio. El jueves podrán superarse los 34° o 36° en la mayoría del territorio y los 38° y 40° en las medianías orientadas al sur, territorios entre los 600 y 1.500 metros de altura. Incluso más de 40° en las medianías del sur de Gran Canaria, que entra en aviso rojo por peligro extremo por las altas temperaturas. Las noches serán cálidas y podría no bajar de 30° en toda la noche del jueves al viernes. El domingo empezarán a bajar las temperaturas ligeramente, por lo que se mantendrán altas durante ese día también. Seguirán descendiendo durante la semana, así que el aviso por ola de calor en el archipiélago se mantiene solo hasta el domingo.

El jueves, Aemet prevé que bajen las temperaturas en buena parte de la Península y que se reduzcan a cinco los avisos rojos en cuatro provincias desde los 12 del miércoles. Pese al descenso, el riesgo extremo permanecerá en Valencia (interior y litoral sur con hasta 44°); Albacete (hasta 42° en Hellín y Almansa); la Región de Murcia, con hasta 44° en Vega del Segura y el sur de Gran Canaria, con temperaturas hasta 40°.

El descenso se notará especialmente en el Cantábrico, donde podrá ser incluso de más de 10° respecto al miércoles, que está marcando registros superiores a los 30°. En el área mediterránea, por el contrario, subirán las temperaturas entre 6° y 10° más que el miércoles, que habrá marcado unas temperaturas máximas cercanas a los 35°. Los mismos vientos que provocarán el descenso térmico en el norte llegarán recalentados y secos al área mediterránea. En general, el jueves seguirá siendo una jornada muy calurosa, con temperaturas mínimas que quedarán por encima de los 25°, es decir, con noches tórridas, especialmente en la costa mediterránea, en el centro y sur de la Península. Las máximas llegarán a los 38° y 40° en el centro, sur y este peninsular.

Los avisos naranjas por riesgo importante se reducen a áreas en 20 provincias en vez de 29, sobre todo en el este peninsular y en el tercio sur. Allí también continuará la calima. En el resto de la Península se podrán formar tormentas secas, especialmente en puntos del interior, aunque en los Pirineos estas tormentas podrán ir acompañadas de chubascos. El riesgo de incendios se mantiene en nivel extremo en la mayor parte de España.

Tregua hacia el fin de semana

El viernes es el último día del episodio de ola de calor previsto en la Península. Ya sin avisos rojos por peligro extremo y con los naranjas de riesgo importante limitados al tercio sur peninsular. Durante la jornada bajarán las temperaturas en el área mediterránea, pero permanecerán estables o incluso subirán un poco en el resto de la Península. Se alcanzarán los 38° y 40° en la zona centro, en la depresión del Ebro, y en la mitad sur peninsular. Se podría llegar a los 42° y 44° en el valle del Guadalquivir, e incluso rebasarlos. Todo esto después de una noche que nuevamente habrá sido muy cálida: noches tórridas, por encima de los 25°, de nuevo en puntos del Mediterráneo y ciudades del interior de la mitad sur. Aunque el riesgo por incendios seguirá siendo extremo en la mayor parte del país, el viernes lloverá débilmente en el norte de Galicia y de Asturias, donde las temperaturas máximas estarán entre los 25° y los 30°. También puede haber algunas tormentas aisladas en zonas montañosas de la mitad norte.

Durante el fin de semana se producirá una tregua del calor y bajarán de forma leve las temperaturas. Esta bajada será más acusada el domingo, y aunque seguirá haciendo calor, ya no se superarán los umbrales necesarios para que sea una ola de calor. Aun así, el sábado aún podrán alcanzarse los 42° en el valle del Guadalquivir. Las temperaturas seguirán entre 5° y 10° por encima de lo habitual en agosto en buena parte del sur y el este de la Península. El domingo, ya muy pocas zonas llegarán los 40°, salvo puntos aislados del Guadalquivir. Pero eso sí, los termómetros seguirán a 35° en amplias zonas del centro, del sur y este de la Península. Las lluvias durante el fin de semana serán escasas, quedarán acotadas al Cantábrico y serán débiles.

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