La UE prohíbe definitivamente vender vehículos con motores de combustión a partir de 2035
Alemania ha bloqueado durante semanas el acuerdo hasta lograr una excepción a ciertos combustibles climáticamente neutros
Después de un veto imprevisto de Alemania —el país de la industria automovilística por excelencia en Europa—, que ha mantenido el acuerdo bloqueado durante semanas, la Unión Europea ha aprobado este martes de manera definitiva la ley que prohibirá a partir de 2035 las ventas en territorio comunitario de todos los nuevos coches y furgonetas que tengan motores de combustión. Berlín ha logrado una excepción para los motores alimentados por los llamados e-fuels, combustibles neutros que se producen con energías verdes. El texto del acuerdo apenas cambia, pero “aporta detalles” sobre los pasos a dar en la aplicación del reglamento, ha explicado la comisaria europea de Energía, Kadri Simson. Detalles que servirán para incorporar el permiso para esos combustibles sintéticos en la normativa comunitaria y que forman parte de un paquete más amplio —el llamado Fit for 55—, que persigue garantizar que la UE reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en al menos un 55% comparados con los niveles de 1990.
El acuerdo está diseñado para impulsar la rápida descarbonización de las flotas de automóviles nuevos en Europa. Ahora, se ha introducido una previsión legal para avalar la venta de automóviles nuevos que funcionen con e-fuels, mucho más caros y todavía muy poco extendidos, pero que se pueden usar en motores de combustión y son climáticamente neutrales.
Los objetivos climáticos que persigue el pacto se mantienen y el destino del motor de combustión está sellado. Sin embargo, lo ocurrido con el acuerdo europeo, la forma en que Alemania lo mantuvo bloqueado durante semanas ―fundamentalmente por cuestiones de política nacional ya que fueron los liberales del FDP, uno de los tres socios de la coalición que gobierna el país, quienes lo impulsaron―, han elevado las tensiones no solo sobre la posición de Berlín como un socio poco fiable, sino también sobre futuras maniobras similares de otros países.
Solo Polonia ha votado en contra del acuerdo este martes en la reunión de ministros de Energía en Bruselas, así que con el sistema de mayoría ha salido adelante. Varsovia ha aludido a negociaciones “poco transparentes de último momento” y ha calificado la ley de poco realista. “No podíamos apoyar esta regulación. No ha habido suficiente análisis del impacto de los nuevos puntos”, ha dicho la ministra de Transporte polaca, Anna Moskwa, en Bruselas. Varsovia sostiene que la medida aumentará los precios de los coches. Mientras, Italia (que había reclamado una excepción también para los coches que funcionan con biocombustibles), Bulgaria y Rumania se han abstenido.
En realidad el texto del acuerdo que se ha votado es el mismo que ya había recibido luz verde de los Veintisiete a finales del año pasado, ya que solo cambiará el reglamento de desarrollo posterior, apuntan fuentes del Consejo. La Comisión añadió una declaración política —que no es legalmente vinculante— en la que se compromete a presentar un reglamento “sólido y a prueba de evasiones” en el que se incluirá la petición alemana. Bruselas presentará en otoño una norma que especificará esa excepción de los e-fuels para turismos y vehículos ligeros. Esos combustibles ya se mencionaban en el acuerdo, como reclamaban Alemania e Italia, pero la Comisión quería aplazar el tema hasta 2026. El episodio alemán visibiliza también que el avance en las medidas para combatir la crisis climática puede ser cada vez más difícil, señalan fuentes de Bruselas.
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