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España supera por primera vez los 15° de media en 2022, el año más cálido en más de un siglo

Estos 12 meses ha llovido un 16% menos de lo habitual, por lo que el país continúa en sequía meteorológica

Calor en España
Anomalías de temperaturas medias de 1961 a 2022.
Victoria Torres Benayas

El calor de 2022 no tiene precedentes en España. A falta de 10 días para que acabe el año y en los que las temperaturas también serán anormalmente altas, se ha convertido en el más cálido desde que hay datos. “Es, con una abrumadora diferencia, el año más cálido de la serie, que arranca en 1961, pero reconstrucciones climáticas de alta fiabilidad permiten afirmar que lo es al menos en más de un siglo, desde 1915″, explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Rubén del Campo que, junto a la también portavoz de Aemet Beatriz Hervella, hace un análisis preliminar del año, un balance climático del otoño y un avance del tiempo que se espera en el invierno astronómico, que empieza este miércoles a las 22.48 hora peninsular española. Por primera vez, la temperatura media anual del país superará los 15° ―de momento 15,3°― lo que supone 1,6° por encima de lo normal. “Aunque no parezca mucho, en el conjunto del año y de un país, es una auténtica barbaridad”, subraya Del Campo. De hecho, los anteriores dos años más cálidos, 2017 y 2020, están muy lejos de la “inédita” cota de 2022, ya que acabaron empatados con un grado más de lo normal.

Además, 2022 ha sido un año seco. Del 1 de enero al 15 de diciembre se acumularon 509 litros por metro cuadrado en España, cuando la media es de 608, por lo que ha llovido un 16% menos de lo habitual. Se trata provisionalmente del tercer año más seco de la serie, a falta de contabilizar las lluvias de la segunda quincena de diciembre, que harán que acabe con toda seguridad entre los 10 menos lluviosos desde 1961.

La causa directa del calor es que “han predominado sobremanera a lo largo de todo el año las situaciones atmosféricas estables, que envían a España masas cálidas subtropicales, lo que ayuda al calentamiento autóctono”, explica Del Campo. Como consecuencia, se han registrado “más de 10 episodios de altas temperaturas a partir de mayo y solo uno de bajas temperaturas ya pasado el invierno, a comienzos de abril”, que han dejado “30 récords de días cálidos ―jornadas de mayor temperatura en comparación con la de esos mismos días del mes desde 1950― frente a solo dos de días fríos, el 2 y 3 de abril”. “En un clima no alterado, son esperables cinco días cálidos y cinco fríos, por lo que este año los días cálidos han sido seis veces más”, anota el meteorólogo. El año que más se acercó al actual fue 2021, con 23 días cálidos.

La causa de fondo es, sin duda, el cambio climático. “Un año cálido se puede deber a la variabilidad propia del clima, pero la tendencia a largo plazo es clara, los cuatro años más cálidos se acumulan en la última década”, subraya Del Campo. “El cambio climático hace que suba la temperatura media y, además, como se ha visto claramente este año, dispara los fenómenos extremos, en este caso los relacionados con el calor”, añade.

Según un estudio firmado por el delegado de Aemet en Navarra, Pedro Oria, que se publicará el fin de semana en el blog de la agencia, las situaciones favorables a producir olas de calor se han duplicado desde 1950 en España en el verano extendido, de mayo a octubre. “El calentamiento global no solo se manifiesta en un calentamiento del sistema climático, termodinámico, por la mayor presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino que además está cambiando el patrón de circulación atmosférica, aumentando la frecuencia en la parte cálida del año de las situaciones que dan lugar a olas de calor”, contextualiza Del Campo. Hay estudios que apuntan a que este cambio en la circulación atmosférica se debe a “la amplificación ártica”, el calentamiento el triple de rápido de esta zona del planeta.

Todos los meses de este 2022, salvo marzo y abril que fueron fríos, han sido “más calurosos de lo normal”, especialmente mayo, julio y octubre, que fueron extremadamente cálidos. Por primera vez, y este es un hecho “muy destacado” para Del Campo y Hervella, España encadena dos estaciones más cálidas de la serie dentro de un mismo año, el verano y el otoño, con esta última estación empatada con la de 1983.

En otoño, que en meteorología comprende los meses de septiembre, octubre y noviembre, la temperatura media fue de 16,3°, dos grados más de lo normal, con octubre como el mes más cálido de la serie con 3,6° de más. Septiembre resultó cálido (0,6° de más) y noviembre, muy cálido (1,9° de más) y “ni un solo día” de toda la temporada ha estado por debajo del 5% de los días más fríos, pero sí hubo varios episodios cálidos, sobre todo en octubre. En el este de la Península y en Baleares, el otoño “ha sido prácticamente una prolongación del verano”.

Lo que le espera el próximo trimestre a España en cuanto al calor es un suma y sigue sin fin. Según Hervella, el invierno será más cálido de lo habitual en ambos archipiélagos y en el este peninsular, mientras que lo más probable es que el trimestre sea normal o cálido en el resto de España.

Lluvia, pero no suficiente

En cuanto a las lluvias, este otoño se han recogido de media de 152 litros, un 24% menos de lo habitual en esa estación del año, por lo que fue “muy seco”, el tercero más seco del siglo XXI. Esa escasez de precipitaciones hizo que “España continuara a finales de noviembre en sequía meteorológica —escasez continuada de precipitaciones— y estuviera a punto de entrar en sequía socioeconómica” o sequía de larga duración tras tres años consecutivos con pocas lluvias.

“Las abundantes y persistentes lluvias de la primera quincena de diciembre han aliviado en parte, pero no totalmente, la situación”, concluye Del Campo. Así, en el año hidrológico ―que comenzó el 1 de octubre― se acumulaba un déficit hídrico del 23% hasta el 29 de noviembre, pero desde entonces y hasta el 19 de diciembre, la situación ha dado un vuelco y hay un superávit de lluvias del 4%. En los pantanos, se ha traducido en un espectacular aumento del 6,3% (3.531 hectómetros cúbicos) en la reserva hídrica, que se encontraba este martes al 42% de su capacidad, con 23.552 hectómetros cúbicos, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica.

Sin embargo, para salir de la sequía meteorológica “tendría que seguir lloviendo de manera abundante” durante todo el invierno, apuntan los meteorólogos. ¿Y lo hará? La previsión estacional no muestra una tendencia clara a largo plazo, pero los pronósticos a corto apuntan a que las lluvias serán escasas las próximas dos semanas.



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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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