Los científicos aceptan el soterramiento de los fosfoyesos de Huelva como una solución de emergencia que “no debe ser definitiva”
Los expertos defienden su informe contrario a la propuesta de Fertiberia de enterrar bajo un metro los residuos. Advierte de que esa respuesta “solo permite ganar tiempo para frenar la contaminación”
La Mesa de los Fosfoyesos, un órgano de participación ciudadana para buscar soluciones a la balsa de 120 millones de toneladas tóxicas de fosfoyesos almacenadas en la marisma junto a Huelva, se ha reunido la mañana de hoy lunes en la capital onubense para analizar el informe que el Comité de Expertos presentó al Consistorio en el que cuestionaba la propuesta de Fertiberia de enterrar los residuos bajo un metro de profundidad. En la reunión, el presidente de ese comité formado por 20 científicos, José Rodríguez Quintero, ha advertido de que esa solución “no puede ser definitiva” y que el enterramiento de esos materiales “aparca y encapsula” un problema “para el que hay que seguir buscando una alternativa” definitiva.
Rodríguez ha explicado a este diario que en la actual situación “hay que intervenir de algún modo y ganar tiempo” para frenar la contaminación y el impacto en la salud pública. En esta situación, el soterramiento, “siempre que se corrijan los defectos detectados” por el grupo de expertos que dirige, “es un primer paso para ganar tiempo”, pero que “no puede convertirse en absoluto en una solución definitiva”. Rodríguez, que también es vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Huelva, señala que el proyecto de Feriberia es actualmente el único elaborado y que desarrollar otro con otras alternativas, como el bombeo de los residuos, tardaría años, un margen del que no se dispone.
Los expertos de muy diversos ámbitos, dirigidos por Rodríguez, llevan desde antes de 2015 trabajando en la situación de la balsa de fosfoyesos y en julio entregaron sus conclusiones al Ayuntamiento de Huelva, quien no le dio ningún tipo de publicidad. En el documento, al que tuvo acceso este diario, además de insistir en que el proyecto de soterramiento propuesto por Fertiberia “no podía ser considerado como una solución definitiva para la restauración y la recuperación de las marismas” afectadas por los residuos, también advertían de que el proyecto “no evalúa el impacto de la bioacumulación de tóxicos de la población, ni sus posibles consecuencias”. También se llamaba la atención sobre que los vecinos que viven más cerca de los apilamientos presentan más restos de zinc y arsénico bajo sus uñas que los que residen en barrios más alejados.
“El problema sigue estando allí”
En la reunión de esta mañana, Rodríguez ha insistido en que aunque “encapsular y soterrar” los residuos “es algo que se debe hacer”, “el problema sigue estando allí”. “Si en el futuro cabe una intervención que realmente resuelva el problema, habría que tenerla en cuenta”, ha señalado el investigador a los medios. “Hay que contenerlo y seguir buscando una alternativa que llegará cuando técnicamente sea posible”, ha abundado.
El alcalde onubense, Gabriel Cruz (PSOE), ha dado la bienvenida a que “se aporten carencias y deficiencias que se hayan observado” sobre el proyecto de Feritberia y ha mostrado su apoyo a que “se haga un seguimiento” del mismo, pero ha dejado claro que quien tiene la última decisión es la Junta de Andalucía, que debe conceder la Autorización Ambiental Integrada. Cruz ha recordado que la Mesa de los Fosfoyesos, integrada por partidos políticos, sindicatos, asociaciones vecinales y ecologistas y la Universidad de Huelva, es un órgano consultivo y que la propuesta de Fertiberia no solo es la “única seria que está en marcha”, sino que cuenta con la Declaración de Impacto Ambiental del Ministerio de Transición Ecológica.
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