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Tribuna
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Peligra el abrigo de visón

El coronavirus se propaga por las granjas holandesas de estos animales, que han contagiado a dos empleados

Varias jaulas donde se guardan a los visones para la industria peletera, en la granja de la Provincia de Noord-Braban en Holanda.
Varias jaulas donde se guardan a los visones para la industria peletera, en la granja de la Provincia de Noord-Braban en Holanda.
Javier Sampedro

El coronavirus atacó a finales de abril dos granjas de visones holandesas que sumaban 20.000 animales de esa especie tan apreciada para fabricar con su piel abrigos de gama alta. Los visones mostraban dificultades respiratorias, flujo nasal chorreante y una tasa de mortalidad más alta de lo habitual. Los técnicos de las granjas se alarmaron y avisaron a la autoridad sanitaria. Los visones tenían el coronavirus, y las pruebas genéticas demostraron que lo habían adquirido de dos empleados con covid-19. Holanda tiene 130 granjas de visones, y 12 de ellas ya están afectadas por el virus.

La autoridad sanitaria holandesa lleva una semana gaseando a miles de crías de visón nacidas en las últimas semanas. Lo que les preocupa no es que estos animales moqueen o se mueran más de lo que deberían, sino que se conviertan en un reservorio del SARS-CoV-2 que pueda causar rebrotes en humanos. No carecen de razones para ello. Muchos otros animales se han contagiado del coronavirus –tigres, macacos, perros, gatos, hámsteres, hurones—, pero el visón es el único hasta ahora que ha devuelto el favor a las personas. Dos trabajadores de las granjas holandesas han pillado la covid-19 de los visones. Esto no significa que la pandemia venga de esos aspirantes a abrigo de piel altoburgués –proviene en realidad de los murciélagos a través de una especie intermediaria desconocida—, pero revela que los saltos entre especies pueden seguir ocurriendo de manera impredecible.

La belleza no es un buen criterio para trazar un árbol evolutivo. El hermoso visón está muy relacionado con el antiestético hurón. Y este animal tan feo es una de las grandes ayudas que nos ha regalado la naturaleza para luchar contra los virus respiratorios. El hurón se contagia de la gripe humana y sufre unos síntomas casi idénticos a los nuestros, y lleva décadas utilizándose en los laboratorios para ensayar fármacos y vacunas. La covid-19 no es una gripe, pero está causada por un virus respiratorio, y no es extraño que afecte al visón, en su calidad de primo del hurón. Curiosamente, algunas granjas holandesas sufren una mortalidad del 10%, mientras que otras ni se enteran. Por qué ocurre esto es un misterio, como lo es en humanos, pero el visón podría ser una buena herramienta para elucidarlo.

Criar visones para abrigos no es ninguna peculiaridad holandesa. Dinamarca es el primer productor del mundo y China es el segundo. Ninguno de estos dos países ha detectado brotes de coronavirus en sus granjas, ni por tanto ningún contagio humano que provenga de ellas. También hay que decir que las granjas de visones chinas no están en Wuhan, el foco de la pandemia, ni en su provincia, que fue la zona más afectada. Pero Holanda demuestra que el virus se propaga por las granjas como fuego por la paja, y que luego se extingue. Los visones pueden ayudarnos a entender la covid-19. Eso sería mejor que matarlos para hacerse un abrigo, ¿no es cierto?

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