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Quiénes son los deudores del CAE: el 69% tiene ingresos mensuales inferiores a 750.000 pesos chilenos

El Gobierno de Boric prepara una propuesta para “organizar la deuda” de los estudiantes de educación superior que accedieron al Crédito con Aval del Estado desde 2006, aunque el Ejecutivo intenta no hablar de “condonación”

deuda estudiantil en chile
Estudiantes suben las escaleras de la Universidad Técnica Federico Santa María, en Santiago (Chile), en una imagen de archivo.xavierarnau (Getty Images)
Antonia Laborde

Los deudores del Crédito con Aval del Estado (CAE), a los que el Gobierno de Gabriel Boric pretende perdonar la morosidad, casi un 70% gana menos de 750.000 pesos chilenos (825 dólares), según datos preliminares de la subsecretaría de Educación. De los beneficiados egresados en 2023, sin embargo, un 45% pertenece al quintil más rico de los jóvenes en Chile. Estos son parte de las complejidades de un proyecto anunciado por el Ejecutivo de izquierdas que trabaja en una propuesta para “organizar la deuda” de los estudiantes que accedieron a los préstamos que la banca realizó a los universitarios desde 2006 para poder pagar sus universidades y centros educación superior. Durante la campaña presidencial, Boric habló de una “condonación de la deuda”. Ahora ha sido ambiguo sobre una medida que, por el momento, es solo un anuncio.

Está previsto que en la tercera Cuenta Pública de Boric ante el Congreso, fijada para el próximo 1º de junio, el presidente chileno ofrezca detalles sobre la iniciativa, un guiño a su electorado más fiel, los jóvenes. Y a su mundo de origen: los estudiantes. Pero mientras el ministerio de Hacienda afina un proyecto –que sería dado a conocer en su totalidad en septiembre–, la oposición y parte del socialismo oficialista critican la idea de condonar la deuda por el frágil momento económico que atraviesa el país.

Pero, ¿quiénes son los deudores del CAE?

En 2023 se otorgaron más de 61.000 créditos estatales a alumnos para iniciar o continuar sus estudios superiores, un incremento de un 29% respecto al año anterior, acercándose al nivel prepandemia. Prácticamente la mitad proviene de las familias de mejores ingresos, el quintil 5, cuando, en 2020, representaban un 36%. Por su parte, los quintiles 1 y 2 –lo más pobres– han disminuido hasta llegar al 24%. Históricamente, del total de nuevos créditos, el 55% se ha destinado a mujeres y el 45% a hombres.

Desde que se creó el CAE en 2006, más de 1.200.000 personas se han visto beneficiadas. El 78% egresó de una carrera y el 22% dejó los estudios sin terminar. La deuda total es de unos 11.700 millones de dólares –el 58,3% ha sido financiado por el Fisco y un 41,7% por la banca–, según el último informe de la Comisión Administradora del Sistema de Créditos para Estudios Superiores (Comisión Ingresa), cuyas cifras están actualizadas hasta el 31 de diciembre de 2023. La tasa de morosidad en el pago de sus cuotas de los desertores alcanza el 73%, mientras que de los egresados es de 34%. Las cifras preliminares muestran que el 69% de la población deudora del CAE tiene ingresos mensuales inferiores a 750.000 pesos chilenos (825 dólares), según cifras citadas por la subsecretaría de Educación.

En 2023 la morosidad aumentó un 7% entre los egresados, y un 2% entre los desertores, en comparación al año anterior. Casi la mitad de quienes terminaron una carrera (46%) se encuentran al día con el pago, mientras que 82 de cada 100 desertores registran retrasos. La cuota de la mayoría de los egresados no supera las 2 UF (unos 70.000 pesos chilenos; 77 dólares). El promedio debe pagar mensualmente unos 32.000 pesos; 35,2 dólares. Y el promedio de la deuda por persona son cerca de 7.000.000 de pesos; 7.300 dólares. Las cuotas de quienes no terminaron sus estudios son similares ya que, al desertar, el plazo de pago se reduce a la mitad, incrementando el valor de la cuota mensual.

Entre 2012 y 2013, cuando comenzaron a operar una serie de beneficios para los deudores del CAE se redujo la tasa de morosidad hasta tocar un mínimo de 25% en 2015 entre quienes finalizaron sus carreras. En 2016, sin embargo, cambió la tendencia cuando entró en vigencia la gratuidad en la educación superior y se produjo un aumento leve, pero sostenido, de la deuda. Al entrar en vigencia la gratuidad, la cifra de estudiantes que renovaron los beneficios del CAE año a año comenzó a disminuir gradualmente, pasando de 265.000 a 182.000 en 2020 (una caída de 31,5% en cuatro años). En 2021 y 2022, la disminución fue mayor aún debido a que adscribieron a la gratuidad instituciones que hasta entones tenían un importante nivel de matrícula de alumnos con CAE, y porque se crearon Centros de Formación Técnica Estatales adscritos desde sus inicios a la gratuidad.

Teniendo en cuenta que el quintil 1 se refiere al 20% de la población con menores ingresos, mientras el quintil 5 corresponde al 20% con mayores recursos económicos, en diciembre de 2023, los egresados de los quintiles 1 y 2 presentaban una tasa de morosidad de 58%; los del quintil 3, de 53%; los del 4, un 48%, y los egresados del quintil 5 tenían una tasa de morosidad del 45%. Los deudores que desertaron provenientes de familias del quintil 5, cuentan con una tasa de morosidad de 78%, mientras que los que pertenecen a familias de los quintiles 1 y 2 es de 84%.

El CAE ha beneficiado principalmente a estudiantes matriculados en universidades privadas, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica. Los alumnos de las las Universidades del Consejo de Rectores (CRUCH) son menos porque históricamente han contado con otros sistemas de ayuda como becas o fondos solidarios. Los más morosos son quienes dejaron carreras sin terminar en universidades privadas no pertenecientes al CRUCH; Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica, que tienen tasas de morosidad en torno al 82% y 84%.

La Comisión Ingresa, que lleva años analizando las cifras de los deudores, ha alertado que no todas las personas que acceden a la educación superior necesariamente mejoran su situación económica de origen y tampoco todas logran un nivel de ingresos que les permita devolver un crédito sin afectar su bienestar material. Pero el asunto divide incluso al oficialismo. La semana pasada, el socialista Óscar Landerretche, economista, aseguró: “La pregunta es: les van a hacer un perdonazo al CAE al que no pagó, pero al que sí pagó que se joda. Lo encuentro inmoral. Yo no sé si eso es socialdemócrata, libertario, neonazi, no tengo idea, pero me parece inmoral”, dijo el académico de la Universidad de Chile.

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Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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