El proyecto Díaz Ayuso: de desconocida a baronesa del PP
Un año después de su sorprendente elección como candidata, la presidenta cultiva su perfil político en oposición a Sánchez, apoya a Casado frente al sector moderado del partido y emula a Aguirre
¿Es Isabel Díaz Ayuso la nueva Esperanza Aguirre? Tras llegar hace un año a la primera línea política siendo una desconocida, la comparación persigue a la presidenta de la Comunidad de Madrid desde el mismo día del debate para su investidura, celebrado en agosto de 2019.
"Las tres derechas que han pactado para que haya este Gobierno, Ciudadanos, Vox y el PP, eran antes la derecha de Esperanza Aguirre, porque si alguien ganó en las elecciones del 26 de mayo esa fue Esperanza Aguirre, y ustedes tres simplemente están dando continuidad a ese proyecto", lanza aquel día Isabel Serra, la portavoz de Unidas Podemos IU Madrid en Pie. "Y Ayuso, aunque ahora reniegue, es simplemente la hija política de Esperanza Aguirre".
"Me hablan de Esperanza Aguirre", le responde inmediatamente Díaz Ayuso, "porque todavía no soportan aceptar que fue una persona que a ustedes les hundía en las urnas una y otra vez".
El caso Avalmadrid
La primera polémica a la que se enfrentó Isabel Díaz Ayuso tras su paso a la primera línea política fue la del caso Avalmadrid. Esta entidad, que facilita el acceso al crédito de pymes y emprendedores, está participada por la Comunidad. En 2011, cuando Díaz Ayuso aún no era cargo público, el ente intermedió para que una empresa participada por su padre recibiera un crédito de 400.000 euros que nunca se devolvió en su totalidad. Antes de que se produjera el primer impago, la hoy presidenta aceptó la donación del piso familiar, que así quedó fuera del alcance de posibles acreedores.
El caso se investiga ahora dentro de la comisión de investigación organizada por la Asamblea de Madrid para analizar los avales concedidos por Avalmadrid entre 2007 y 2018.
Desde que estalló la polémica, el equipo de Díaz Ayuso puntualiza que los padres de Díaz Ayuso son los únicos que pagaron, ya que la garantía del préstamo era una nave industrial de la familia valorada en más de 200.000 euros. La líder popular también se ha quejado repetidamente de que se estén vulnerando los datos privados de sus progenitores, recalcando que ya no gestionaban la compañía cuando se aprobó la operación.
Una vez que sucedió eso, y solo unos días antes de adquirir la condición de diputada autonómica, en 2011, Díaz Ayuso contactó con Avalmadrid gracias a un alto cargo de la Comunidad para conocer todos los detalles del aval. Los socios de la empresa nunca respondieron de la totalidad del dinero avalado.
Díaz Ayuso, no. La presidenta de la Comunidad llegó al poder tras ser la primera cabeza de lista del PP en perder unas elecciones regionales desde 1987. Solo un pacto con Cs, sostenido por Vox, le permitió mantener a su partido en el poder, de donde nunca se ha movido desde 1995. En consecuencia, Díaz Ayuso pilota la Comunidad que más aporta al PIB de España, un transatlántico económico, político e institucional que le ha colocado bajo los focos y le ha convertido en el principal activo de la oposición del PP al Gobierno que han formado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en La Moncloa. ¿Cómo se está construyendo su perfil político?
"Como periodista de formación, Díaz Ayuso es plenamente consciente de la importancia de pelear por la agenda mediática. Para ello no renuncia a hacer declaraciones polémicas", fotografía la consultora Verónica Fumanal sobre capítulos que llenaron telediarios y periódicos, como su propuesta de que "el concebido no nacido" fuera considerado un miembro más de la familia a efectos de obtener el título de familia numerosa (con sus beneficios) o plaza escolar; su evocación nostálgica de los atascos; su posicionamiento sobre el feminismo; sus declaraciones sobre los trabajos basura; o su negación de que la contaminación mate. "Pretende ser la presidenta de toda la derecha madrileña, y se ha posicionado en el extremo más duro para competir con el único rival que para ella cuenta, que es Vox, considerando que Cs ya forma parte de su Gobierno, y por ende, de su partido", argumenta. "Parece querer ocupar el lugar privilegiado de los casadistas del PP, su principal baronesa frente a los moderados, como Alberto Núñez Feijóo".
"Ayuso tiene la enorme ventaja de que la mayoría de medios están en Madrid", amplía el politólogo Roger Senserrich sobre la actual presidenta, a la que ve "sobrevalorada", como a Aguirre. "Esto se traduce en que no tiene que hacer ningún esfuerzo especial en construir un perfil político, ya que el mismo sesgo de los medios le da una visibilidad que ningún otro presidente autonómico tiene, fuera del de la Generalitat (Quim Torra)".
Aguirre y Díaz Ayuso tienen en común a parte de sus equipos; el ADN liberal que impregna su gestión; su deseo de trascender la política regional para pesar en la nacional; y una capacidad casi inigualable para atraer a las cámaras. Las diferencias, no obstante, son acusadas. Unas tienen que ver con la trayectoria. Y otras, con los equilibrios de poder.
La trayectoria: Aguirre llegó a la presidencia de la Comunidad con 51 años, y tras haber sido ministra de Educación o presidenta del Senado. Díaz Ayuso lo hizo con 40, y tras ocupar una viceconsejería regional, cargos orgánicos y también de confianza, precisamente, en el equipo de Aguirre. La primera había saltado de la política nacional a la regional. La segunda, de Madrid, a Madrid.
Los equilibrios de poder: Aguirre ejerció de contrapeso de Mariano Rajoy y mantuvo una guerra soterrada con el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, hasta que dejó la política rodeada por los escándalos de corrupción protagonizados por sus afines (hoy está investigada en el caso Púnica). Díaz Ayuso apoya sin matices a Pablo Casado, y vive en perfecta armonía con José Luis Martínez Almeida. Una clara ventaja estratégica.
Oposición a Sánchez
"Se pueden ver ciertos paralelismos, porque cuando Aguirre empezó como ministra también se le cuestionó por declaraciones que rozaban la parodia, y luego demostró ser un verdadero animal político", dice Fumanal.
“Aguirre tenía claro que su mensaje respondía a una planificación estratégica, mientras que Ayuso responde reactivamente, y cuando intenta posicionar sus mensajes, los medios rompen el discurso porque se quedan con lo gracioso o lo que pueda ser viral”, opina Gabriela Ortega, consultora política. “Se podría destacar su gran actividad, comunica diariamente. A lo mejor es la marca que intenta posicionar: la ‘presidenta gestora”, añade la profesora de la Universidad Camilo José Cela, que recalca la importancia que puede tener para la presidenta haber fichado como jefe de gabinete a Miguel Ángel Rodríguez, exsecretario de Estado con José María Aznar.
“Mujer, del PP, presidenta de la Comunidad y nada más”, limita las coincidencias de las dos políticas Gustavo Entrala, especialista en comunicación. “Díaz Ayuso es una líder con mucho que aprender. Todavía no ha afrontado una crisis política sería. Es obvio que tendrá que madurar en la toma de decisiones”, avisa. “Ha ido mucho más rápido que Aguirre y siempre ha estado en Madrid”.
Esas raíces cimentan ahora en la región la oposición del PP al Gobierno nacional, y sustentan el intento de Díaz Ayuso por crecer políticamente gracias a sus andanadas contra Sánchez. En los seis meses transcurridos desde que fue investida presidenta, ha viajado dos veces a Barcelona para chocar con los independentistas y acusar al presidente de haberse echado en sus brazos. En paralelo, se está enfrentando al Ejecutivo central en los tribunales, reclamándole 377 millones de euros del IVA de diciembre de 2017. Y, además, recibió con honores de Estado a Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, sabiendo que Sánchez no lo haría. "Intolerable", dijo la vicepresidenta Carmen Calvo.
"No cabe duda de que Isabel Díaz Ayuso tiene un prometedor recorrido político tanto dentro de su partido como en la política española, ya no solamente por su juventud sino también por el contexto en el que los tres partidos identificados en la derecha deberán hacer un frente común con liderazgos situacionales a los que Díaz Ayuso se ajusta muy bien", explica Ortega sobre la capacidad de adaptación de la líder del PP. "Tiene capacidad para convertir a Madrid en la cabeza de flecha de la oposición de la derecha al Gobierno de España".
"Creo que está siendo inteligente", abunda Entrala. "En un contexto difícil de navegar para cualquier político del PP —auge de Vox en su espacio y un Gobierno de izquierda en La Moncloa— está manejando su imagen con habilidad", analiza. "Ha pasado de ser una candidata omnipresente de reflejos rápidos en redes sociales —con los riesgos que eso comporta— a una fase en la que está construyendo su proyecto casi desde la sombra", opina. "El ruido ambiental quema", advierte a una política que ha ido reduciendo sus declaraciones polémicas al mismo ritmo que le conocían más los votantes y aumentaban sus responsabilidades (de candidata a posible gobernante y finalmente presidenta).
Ese tirón mediático de Díaz Ayuso, a la que acompaña constantemente una nube de cámaras y micrófonos a la caza de un nuevo titular incendiario, también se mide en detalles. Desde el inicio de la legislatura, ha recibido 2.600 cartas de ciudadanos. Un número que multiplica las que recibía Ángel Garrido, su predecesor en el cargo, tan dolido porque le relevara como candidata una desconocida como para marcharse a Cs (hoy comparten gobierno).
"Nada se deja al azar. Todo lo trabaja. Se lee todo, revisa cada documento, discurso, carta, felicitación, cuida al máximo cada detalle", describen quienes trabajan con ella a diario. "Vive intensamente su trabajo y se involucra personalmente en cada asunto", añaden. "Otros políticos sobrevuelan más, Isabel lo vive".
En los seis meses que lleva al frente del Gobierno, sin embargo, el Ejecutivo madrileño solo ha enviado una ley a la Asamblea. Se han producido, además, más de una decena de bajas en puestos de responsabilidad de la Administración, entre ceses fulminantes y dimisiones más o menos voluntarias, todo un récord. Y la coalición gubernamental de PP y Cs ha dejado señales públicas de sus tensiones internas, provocando una parálisis legislativa sin precedentes.
Ni eso, ni el terremoto que provocó su nombramiento, ha impedido que la líder popular gane el suficiente peso interno como para ocupar la presidencia regional de su partido en el próximo congreso si así lo quiere. Nadie sabe aún si dará el paso. Solo una cosa es segura: hoy todos los focos apuntan a aquella candidata desconocida que eligió Casado para Madrid en enero de 2019. Justo lo que pasaba con Aguirre.
La influencia de Miguel Ángel Rodríguez
Miguel Ángel Rodríguez bien vale una crisis en el Gobierno. Tan importante ha sido el exsecretario de Estado con José María Aznar en la trayectoria de Isabel Díaz Ayuso, a la que asesora desde que fue nombrada candidata, que la hoy presidenta le nombró su jefe de gabinete pese a que sabía que eso abriría una herida irreparable en Ignacio Aguado y sus socios de Cs, atacados en las redes sociales por este experto en comunicación. ¿Por qué correr el riesgo?
"Aporta un perfil todavía más mediático", opina Gabriela Ortega. "Los objetivos de su fichaje responden a una apuesta por alguien dentro del partido que le permita una vinculación interna a líderes del PP y por el posicionamiento de Díaz Ayuso en los medios de comunicación a nivel nacional que le permitan más visibilidad que sus rivales políticos", sigue. Y advierte: "La experiencia en gestión de crisis de MAR también es un gran aporte para Díaz Ayuso ya que han tenido grandes problemas de tendencias en redes sociales por una mala formulación o mala interpretación de los mensajes que ha intentado marcar en agenda justamente por una falta de planificación de marca política".
"Es una persona muy experimentada en el control de la agenda política y mediática, un especialista en generar estados de opinión y necesidades políticas", le fotografía Verónica Fumanal. "Le aporta no solo conocimiento de los medios, sino además un jefe de gabinete muy político, que le reafirma en ese ala más cercana a Aznar que a Rajoy".
"Le da peso, experiencia y relaciones con los medios más afines", amplía Gustavo Entrala.
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