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Los hoteleros alertan de la caída del turismo de reuniones y eventos en Barcelona

El Gremi d'Hotels de Barcelona admite "algunas" cancelaciones a causa del coronavirus, aunque muestra confianza ante la celebración del Mobile World Congress

Un bus turístico cerca del MNAC.
Un bus turístico cerca del MNAC.massimiliano minocri
Josep Catà

Los hoteleros de Barcelona vivieron un buen año en 2019 en términos de ocupación de plazas hoteleras, que se situó, de media, en un 82% (un 1,7% más que el año anterior), detalló este jueves el Gremio de Hoteles de Barcelona. Sin embargo, esta buena noticia no contenta al sector, que avisa de que, un año más, se confirma la tendencia a la baja del turismo de negocios, reuniones y eventos. Lo achacan al clima político, especialmente al impacto de las protestas por el procés. Ante el mayor evento de la ciudad, el Mobile World Congress (que se celebrará del 24 al 27 de febrero), los hoteleros muestran confianza en la organización, y restan importancia a las cancelaciones que están registrando por la crisis del coronavirus en China.

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El balance que ha hecho este jueves el Gremio de Hoteles de Barcelona sobre la actividad de 2019 es en general positivo: la ocupación media se situó en un 82% y el precio medio de las habitaciones subió de media 7,5 euros con respecto a los precios del año anterior. El presidente del gremio, Jordi Mestre, ha explicado que estos datos muestran una recuperación del sector que empezó en 2018. Sin embargo, ha sido más prudente con las previsiones para este año 2020: "Detectamos un frenazo en la actividad, sobre todo en el turismo de negocios".

La previsión de una etapa de desaceleración tiene, según el gremio, causas externas como la crisis del coronavirus en China o el Brexit en el Reino Unido. Y también causas internas, como la tensión política por el proceso independentista en Cataluña o la "inseguridad jurídica" por normativas como el Plan Especial de Urbanismo de Alojamientos Turísticos (Peuat) en Barcelona o el aumento de la tasa turística.

Todo ello afecta especialmente, ha explicado el gremio, al segmento de los hoteles de lujo y al turismo de negocios. Más allá de grandes eventos como el Mobile (para el que el gremio ha registrado el mismo número de reservas que el año pasado), Mestre ha señalado que es en el segmento de las reuniones y los eventos pequeños donde se registra una tendencia a la baja. En 2015 se celebraron 2.268 reuniones en hoteles en Barcelona, una cifra que cayó en 2016, volvió a subir tímidamente el año siguiente, y en 2018 volvió a caer, hasta situarse en las 1.728 reuniones. El gremio no dispone todavía cifras cerradas del año pasado, pero confirman que la tendencia a la baja se confirma. "Hay que hacer un esfuerzo para mantenerlo, porque es estratégico y vital para Barcelona", ha dicho Mestre sobre este tipo de segmento, que según los datos de Turisme de Barcelona deja 1.900 millones de euros al año.

Esta tendencia a la baja la explican por la inestabilidad política, pero sobre todo por "haber empezado a hablar mal del turismo" con la entrada, en 2015, de la alcaldesa Ada Colau en el gobierno municipal. La situación, afirman en el gremio, ha cambiado ahora, y se sienten más cercanos al Ayuntamiento. "Se vuelve a hablar en positivo del turismo, y esto es muy importante", ha dicho Manel Casals, director general del gremio.

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Tasa turística "abusiva"

En este sentido, Mestre ha celebrado que el Ayuntamiento ahora "escuche" las propuestas que tiene el sector, especialmente en la revisión del Peuat, que ha sido tumbado en los tribunales en varias sentencias. El gremio considera que Barcelona debe tener derecho a tener nuevos hoteles a cinco, diez o quince años vista, y para ello acepta no elevar la oferta de alojamiento actual, pero plantea sustituir plazas de pisos turísticos ubicados en comunidades de vecinos por edificios no usados actualmente y que se puedan recuperar como hotel, de manera que la baja de unos alojamientos se compense con el alta de otros. Según el gremio, el problema principal de la ciudad son los pisos turísticos, los legales y los ilegales, que atraen a un tipo de turista "que consume poco y destaca por su incivismo".

En lo que sí se han mostrado más contrarios los hoteleros ha sido en el aumento del impuesto turístico, previsto en el proyecto de presupuestos de la Generalitat y que incluye la parte consensuada con el Ayuntamiento de Barcelona. El gremio ha avisado de que, en algunos casos, como en los hoteles de cuatro estrellas, el recargo es de hasta cuatro euros, lo que implica un aumento en la tasa turística de más del 650%. 

Los hoteleros consideran que este aumento, de aprobarse en el Parlament en el marco de la tramitación de la ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat de 2020, restaría competitividad a Barcelona frente a otras ciudades, en especial Madrid. El gremio está en contra del aumento, y propone que no solo los hoteleros asuman esta tasa turística, sino todos los sectores que se benefician del turismo.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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