_
_
_
_

Un nuevo golpe a los espacios vecinales de Madrid

El Ayuntamiento desalojará el Solar Maravillas este viernes para construir un centro de salud que no tiene fecha de apertura

El Solar Maravillas este domingo con su gran mural del artista Raúl Muñoz Casassola "Europa raptada".
El Solar Maravillas este domingo con su gran mural del artista Raúl Muñoz Casassola "Europa raptada".J.F.C

“Esto es como la plaza de mi pueblo”, dice con tristeza Fran Varo. Este vecino de Malasaña, está rodeado de medio centenar de personas en el Solar Maravillas, un centro okupado y autogestionado por los vecinos de la zona, en la calle de Antonio Grilo 8, a escasos 200 metros de la Gran Vía. El pasado 16 de enero, los vecinos recibieron una notificación del Ayuntamiento: deben desalojar el espacio en un plazo de diez días hábiles. Este viernes se cumple. Tendrán que recoger y marcharse de un lugar que han hecho suyo: llevan una década programando cine de verano, plantando su huerto urbano, organizando talleres de música o realizando celebraciones vecinales. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado que en el solar se construirá un centro de salud, una promesa repetida durante años, pero que nunca se ha realizado. De hecho, el Ayuntamiento no ha dado fecha ni del inicio de las obras ni de la futura inauguración.

Fuentes del Área de Desarrollo Urbano explican que el centro de salud es una “antigua reivindicación vecinal" y que iba en el programa electoral tanto de PP como de Cs, los dos partidos que forman la coalición de gobierno. El delegado de desarrollo urbano, Mariano Fuentes (Cs), firmó en septiembre el convenio de cesión del solar a la Comunidad para que comience a planificar el centro. “Para que la Comunidad lo recepcione, el espacio tiene que estar desalojado, libre de cargas”, dice José Fernández (PP), concejal del distrito Centro. Fernández tampoco especifica nada sobre fechas de inicio de las obras del futuro centro de salud.

“Nos parece bien que se construya [el ambulatorio], soy vecina del barrio y sé que hace falta", dice Mónica Hidalgo, una de las portavoces de Maravillas, "simplemente queremos irnos cuando haya presupuesto; cuando esté en los planes; y cuando sepamos de verdad que se va a construir”. Los vecinos temen que se trate de una excusa del alcalde en su cruzada contra la okupación en Madrid. "Tolerancia cero con los okupas", dijo Almeida tras ordenar el desalojo de La Ingobernable. También cerró La Dragona en Ventas. Algo parecido ocurrió en La Gasolinera, en el distrito Salamanca, y en La Salamandra de Moratalaz. Estos dos últimos no eran espacios sociales okupados, sino dotaciones cedidas a los vecinos para que organizasen actividades socioculturales. Los respectivos concejales de distrito quitaron las llaves a los vecinos.

La reacción a los desalojos de Almeida: REMA

Ya se venía gestando desde hace meses, pero ha sido el anuncio de desalojo del Solar Maravillas lo que ha impulsado su presentación: La Red de Espacios de Madrid Autogestionado (REMA) se inauguró oficialmente este domingo. "Frente a la campaña mediática para desprestigiar a nuestros espacios y a la persecución desde las instituciones, queremos hacer un llamamiento a la vecindad de Madrid: no se trata de la supervivencia de un espacio en concreto sino de la defensa de un patrimonio que pertenece a la comunidad", reza su manifiesto. La red da voz a más de 20 espacios autogestionados, algunos ya desalojados por el alcalde Almeida como La Ingobernable y otros cedidos como La Tabacalera.

Algo similar ocurrió en Maravillas: vecinos y asociaciones llevan utilizándolo desde hace diez años, cuando se okupó por primera vez. En el solar había una casa que, tras ser expropiada por el Ayuntamiento en 2002, fue destruida. El espacio permaneció años olvidado hasta que los vecinos decidieron empezar a hacer uso del mismo. “Estaba lleno de ratas, de basura, de droga… En 2010 un grupo de vecinos y vecinas, cansados de la situación, decidieron okuparlo”, recuerda Hidalgo.

Comenzaron a plantar el huerto urbano, el jardín y a organizar actividades. El exitoso cine de verano gratuito; un mercado agroecológico cada sábado, donde productores locales venden sus frutas y verduras; talleres de todo tipo; o un punto de encuentro abierto a reuniones. También han celebrado bodas y cumpleaños —todo gratuito— de los vecinos. “Siempre que sea un evento integrador —que no sea racista, machista, ni fascista— tiene cabida en el espacio”, explica Hidalgo. 

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los vecinos afirman que les gustaría tener la oportunidad de dialogar con el Ayuntamiento: "Aquí, construimos relaciones, nos conocemos, nos ayudamos…". "Los dos proyectos [el espacio vecinal y el centro de salud] son necesarios y deberían poder convivir", resume Hidalgo, "en este barrio no hay dotación social y muy pocas zonas verdes. Esto también es salud”. La portavoz afirma que han pedido una reunión con el Ayuntamiento y otra con la Comunidad: "Queremos quedarnos hasta que comiencen las obras: nos comprometemos en firme a irnos cuando haya un proyecto real”.

"Por nuestra parte no hay problema en dialogar", afirman desde Urbanismo. "Sin embargo, para que la Comunidad haga los trámites para iniciar la construcción del centro de salud, la parcela, que está okupada ilegalmente, debe de estar vacía", agregan. Una respuesta que no convence a los vecinos: "No nos vamos a ir", dicen. De hecho, han organizado un desayuno popular para defender el espacio este viernes a partir de las 8 de la mañana. Y si no se marchan, el Ayuntamiento asegura que recurrirá a una orden judicial y así cerrar el Solar Maravillas para siempre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_