Un montañero muere al caer de un risco en la zona de Peñalara

Un montañero ha fallecido este domingo por la mañana al despeñarse por una ladera helada de 300 metros en la zona del risco de Los Claveles, en Peñalara, al oeste de la región, según informa Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid, una zona escarpada y peligrosa, de difícil acceso, según fuentes de Emergencias.

Ha sido sobre las 10.30, cuando otro alpinista hizo una llamada al 112 para avisar de que había visto la caída de otro excursionista, que iba solo y que se había despeñado por una ladera golpeándose violentamente.

Hasta allí se desplazaron primero miembros del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, que confirmaron el fallecimiento y la imposibilidad de reanimación por "lesiones mortales de necesidad". Así lo explicó Israel Yagüe, jefe del equipo GERA de la Comunidad: "Cuando llegamos a la zona, que es la de Claveles, muy cerquita de la laguna, nos encontramos con una persona precipitada supuestamente desde arriba del todo y tenía signos incompatibles con la vida". Después, esperaron a que llegara la Guardia Civil.

Acudió un equipo del Servicio de Rescate en Montaña que procedió, después de tener autorización judicial, a levantar el cadáver y trasladarlo en helicóptero al tanatorio donde previsiblemente hoy se le practique la autopsia. El hombre no portaba ninguna documentación.

El risco de Los Claveles es una de las zonas más escabrosas de toda la Sierra del Guadarrama. Tiene 2.388 metros de altitud y está situado en el noroeste del Parque Natural de Peñalara. Por sus condiciones, no es la primera vez que fallece alguien en este mismo lugar.

En 2004, en enero, Fernando Martínez Espeso, un policía municipal de Madrid de 57 años, y Ricardo López Durán, de 35, murieron tras caer por una ladera de más de 300 metros de altura y repleta de cortados y rocas. Formaban parte de un grupo de nueve personas que se perdieron mientras descendían de Peñalara y que pasaron más de 12 horas perdidas y algunas heridas de gravedad. Un mes después, la excursión de un grupo de seis trabajadores del hospital General de Móstoles acabó con dos fallecidos y un herido muy grave. Murió la enfermera Esperanza Aguilar y el celador Felipe Criado Martín.

En aquella ocasión ninguno de ellos llevaba ni el material adecuado ni tenían formación, algo que, junto a la prudencia, siempre recomiendan los expertos. Aunque a veces no es suficiente. En febrero de 2014, Eduardo del Blanco, un experimentado montañero de 27 años, murió después de perderse y pasar varias horas a la intemperie.