La película censurada estaba en la Filmoteca de Cataluña
La cinta marroquí de 1974 'De quelques évènements sans signification', que inaugura la Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo de Cataluña, ha estado 45 años perdida
La investigadora del cine marroquí Léa Morin abrió una ventana en el túnel del tiempo y apareció en la Casablanca de 1974. La película De quelques évènements sans signification (Sobre algunos acontecimientos sin sentido), del director Mostafa Derkaoui, levantó muchísima expectación en Marruecos en los 70 y, después de su exhibición en un festival en París, el 1975, el gobierno de Hassan II la prohibió. Prácticamente no se volvió a ver. Se perdió. Quedó en el olvido. Pero LéaUna tenía un hilo del cual estirar para encontrar aquella joya del cine político: unos estudios de Barcelona habían hecho el inflado de los negativos de 16 a 35 mm para su presentación en la capital francesa. "Me puse a investigar", explica Léa Morin. "¡Y ha sido una búsqueda titánica!" La cinta ha estrenado este jueves la Muestra de Cine Árabe y Meditarráneo de Cataluña, en la Filmoteca de Cataluña, hasta el 17 de noviembre.
En la película, filmada con planos muy cerrados, a caballo entre la ficción y el documental, unos cineastas preguntan a gente de Casablanca cómo tendría que ser el cine marroquí emergente. Se nos muestra los barrios populares de la ciudad, el ambiente en los bares y en la zona del puerto. Muchos primeros planos, mucho humo de tabaco y un limpiabotas que no para de pedir trabajo. El ajetreo de las calles. Patillas y jerseys de cuello alto, simcas 1.000, 4 latas y fiats 124. Años 70 en toda regla. Y mujeres tomando cerveza en la barra. Mujeres que lucen su hermosura, maquilladas y sin velo... Un Marruecos que, por todo ello, sorprende. Y las respuestas de la gente: "El cine tendría que servir para tratar cosas importantes", dice un entrevistado. Otro: "El cine tiene que reflejar los problemas de la gente". "Tenemos que hacer un cine social, no comercial", dice otro más. La investigación de los cineastas cambiará su foco cuando un trabajador mata a su jefe en un arrebato en un bar. Y empiezan a investigar quién es este trabajador explotado.
"El papel de estos cineastas y de todos los artistas implicados en la realización de la película, pertenecientes a corrientes marxistas y de izquierda y muy activos en la lucha por el cambio en el país, fue importantísimo para mostrar estas formas de vanguardia", explica Morin. Dos golpes militares en 1971 y 1972 habían agravado la represión e intensificado el aislamiento del país. "Este panorama explica por qué la película fue prohibida: representa una cultura juvenil marxista y la revuelta de un trabajador contra su explotador". Derkaoui quería hacer una película sobre "un marroquí normal y todo lo que le puede suceder y una película contra las relaciones autoritarias de poder", en palabras del propio director en una charla con Morin en 2015.
La estudiosa empezó su investigación en 2016. Supo que hubo copias en soporte VHS y DVD que circularon secretamente en ambientes cinéfilos, pero estaban en muy mal estado. Había que dar con los negativos originales, que se revelaron en Fotofilm Madrid, después se montaron en Marruecos y, posteriormente, se llevaron a Fotofilm Barcelona para su adecuación para el pase de París. Esa empresa quebró en 1998.
Esteve Rimbau, director de la Filmoteca de Cataluña, explica que un juez decidió en 2008 que la propiedad de todo el material huérfano de aquella empresa pasaría a la Filmoteca. "En 2012 llegaron todos los archivos a nuestros almacenes de Terrassa", recuerda Rimbau. "En 2016 recibimos una consulta de Léa Morin acerca de De quelques évènements sans signification. Por el título no encontramos nada, pero buscando por la productora, Basma, dimos con ella. Un año después firmamos un convenio con Morin y con los hermanos Derkaoui (el director y el director de fotografía de la película) para la recomposición del material original, incluidas escenas censuradas, todo bajo la supervisión de los autores".
Morin apunta que desde la independencia (1956) solo se habían rodado seis películas en Marruecos. "Derkaoui regresó por aquel entonces después de haber estudiado en la escuela de cine de Lodz, en Polonia, y levantó verdadero revuelo en el país rodando su primer largometraje en las calles y los bares de Casablanca", explica la investigadora. "Supuso un renacimiento artístico y prueba de ello es que surgió de un movimiento independiente colectivo único en la historia cultural del país: pintores que vendieron sus obras para ayudar a la financiación, actores del teatro municipal, músicos, poetas, escritores... todos participaron".
Fronteras en la Muestra de Cine Árabe i Mediterráneo
Las fronteras reales o imaginarias son el tema central de XIII edición de la Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo de Cataluña que se celebra hasta el 17 en la Filmoteca de Cataluña. La directora de la muestra, Txell Bragulat, anunció ayer que se proyectarán 14 películas de Sudán, Egipto, Túnez, Palestina, Marruecos, Argelia e Irak.
Los directores Sarra Abidi y Sami Mermer, la investigadora Léa Morin, el fotógrafo Abdulmonam Eassa y el activista Ahmed Ali son algunos de los invitados de esta edición. La tunecina Sarra Abidi explicó que su primer largometraje, Benzine, que se podrá ver el sábado, narra la angustia de los padres de un chico que huye del sur de Túnez rumbo a Europa y no consiguen saber qué ha sido de él. "Los gobiernos hablan de cifras, de presupuestos... nunca de personas", comentó Abibi. "En la película damos voz a las personas y planteamos el problema humano de la emigración. Y no tenemos respuestas, solo preguntas".
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