“Soy una loca del amor y este libro representa el amor verdadero”
La presidenta de Gastrónoma elige el libro de García Márquez y este fragmento: “¿Y hasta cuándo cree que podemos seguir en este ir y venir del carajo?, le preguntó. Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches. Toda la vida, dijo"
Presidenta ejecutiva de la Feria Internacional Gastrónoma, Cuchita Lluch (1965. Valencia) atribuye a su progenitor, el empresario inmobiliario, editor y poeta Vicente Lluch de Juan, ya fallecido, su pasión por la lectura. Con él recorría bibliotecas y librerías, y con él adquirió el primer ejemplar de El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez, el libro escogido para esta entrevista. “Este libro representa el amor verdadero”, afirma. Se define como emocional, intensa y apasionada, y reconoce que los libros, algunos, los llora mucho.
Pregunta. ¿Qué sedujo a una lectora empedernida del libro elegido para esta entrevista?
Respuesta. ¡Me apasiona García Márquez! Lo primero que leí de él fue Cien años de soledad. Su estilo es brutal: me enamora su realismo mágico, escribe como los dioses y me emociona como ningún otro autor lo ha hecho. Yo soy una loca del amor, creo en él. Lo he buscado toda mi vida y por fin lo he encontrado, en Juan, mi marido. Para mí, El amor en los tiempos del cólera representa el amor verdadero.
P. Ha escogido este párrafo: “¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?- le preguntó-. Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches. Toda la vida -dijo.” ¿Por qué?
R. Uf! Mira, la escucho y me emociono. Por eso he seleccionado ese momento final de la novela, porque es el ejemplo de una persona que, pese a todo, nunca ha dejado de amar.
P. ¿Compró el libro o se lo regalaron? ¿Lo recuerda?
R. Vamos a ver, creo que lo compré yo, pero seguro que iba en compañía de mi padre. Toda la vida, desde bien niña, he ido con mi padre de librería en librería.
P. ¿Cuántos años tenía? ¿Dónde lo leyó?
R. La primera vez que lo leí debía tener alrededor de 15 años, más o menos. Lo leí en casa de mis padres, en mi habitación de adolescente. Yo era la típica niña que se metía en la cama a leer por las noches, y tenía que venir mi padre a apagarme la luz. Me pasaba la vida metida en su biblioteca. Me encargaba de pasarle a limpio todos sus discursos y de buscarle los libros que le hacían falta. Realmente, yo controlaba su biblioteca.
P. ¿Cómo se describiría a sí misma en aquella etapa juvenil, cuando leyó el libro?
R. Me recuerdo siempre como una niña muy feliz, tranquila, extrovertida, cariñosa, divertida y muy unida a mi padre; realmente, él ha sido mi gran amor. A los quince años también recuerdo que tenía todas las dudas del mundo, y esa sensación que te provocan los primeros amores, cuando al chico que te gusta, tú no le gustas, y le gustas al que no te gusta.
P. Ha comentado que lo ha releído varias veces. ¿Ha ido descubriendo aspectos nuevos que le habían pasado desapercibidos?
R. Por lo menos, que recuerde, lo he leído cuatro veces; y sí, claro que he visto perspectivas diferentes. Por ejemplo, días atrás, repasándolo para esta entrevista, me llamaron la atención algunos párrafos que retratan la cotidianeidad de un matrimonio. Y me sentí reflejada: es lo que yo vivo ahora con Juan.
P. ¿Con qué personaje de la novela se siente más identificada?
R. Con ella, con Fermina Daza: ¡me vuelve loca esa mujer! García Márquez hace de ella un retrato poderoso, muy bien definido. ¡Y ese reencuentro con su primer amor!
P. ¿Tiene costumbres lectoras en cuanto a sitios, horarios etcétera?
R. ¡Algunos! Por la mañana me gusta leer en el sillón, junto al ventanal; ese es el momento de lectura de la prensa diaria. Por las tardes y noches soy lectora de sofá y novelas. Lo que ya no hago es leer en la cama: me quedo dormida enseguida.
P. Creo que la respuesta a la pregunta que le voy a hacer ya se intuye líneas arriba: ¿alguien que haya estimulado su pasión lectora?
R. ¡Mi padre! Como te decía, siempre iba con él a visitar bibliotecas y, los sábados por la mañana, era nuestro momento para recorrer librerías. Él me enseñó a que yo tomase mis propias decisiones, también en las lecturas, que yo decidiese lo que me gustaba y por qué. El día de Reyes nuestros regalos principales siempre han sido libros.
P. Además de García Márquez ¿qué otros autores ocupan un lugar especial en su biblioteca? ¿Tiene predilección por algún género?
R. Soy lectora empedernida de narrativa hispanoamericana, y también de poesía; ahí se nota también la influencia paterna: mi padre era poeta y la poesía le salía por los poros. Otro de mis autores favoritos es Javier Marías. Te tengo que decir que soy mucho de editoriales, me fío de lo que sacan al mercado firmas como Anagrama, Tusquets, Mondadori, etcétera.
El ensayo me interesa menos. Yo soy lectora de narrativa porque con una buena novela me evado. Y, desde luego, devoro periódicos, revistas y suplementos semanales. En casa de mis padres se compraban cuatro periódicos diarios, la Cartelera Turia todas las semanas, y, además, revistas como Cambio 16 o Triunfo.
P. ¿Hay algún título que suela regalar con frecuencia?
R. Sí. Además de El amor en los tiempos del cólera, regalo mucho Seda, de Alessandro Baricco; este último fue el primer libro que le regalé a Juan. Seda es otra gran historia de amor, pura delicadeza. Al final he llegado a la conclusión de que me gustan los amores imposibles.
P. ¿Compra libros por impulso y acumula o medita mucho antes de decidirse?
R. No, no compro por impulso. Me aseguro mucho antes de decidirme y suelo fallar poco en aquellos que elijo. Es verdad que tengo muchos libros acumulados, aunque hace un par de años hice liquidación y mandé muchos a una librería de lance. La verdad es que no me gusta acumular nada; de vez en cuando hago limpieza de todo.
P. ¿Método Marie Kondo?
R. ¡Ja! No. Es que yo soy así.
P. Pregunta obligada en esta serie de entrevistas: ¿En qué libro se quedaría a vivir?
R. En También esto pasará, de Milena Busquets, porque me siento muy identificada con la protagonista y su momento vital; algunas de sus reflexiones las he sentido como propias. Cuando acabé de leerlo no podía dejar de llorar. Soy muy emocional, apasionada, lo vivo todo con mucha intensidad, y este es un libro que he llorado mucho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.