Ángel Garrido será el consejero de Transportes del Gobierno de Díaz Ayuso

Ángel Garrido, expresidente de la Comunidad de Madrid con el PP, será el consejero de Transportes del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso tras dejar la formación conservadora e integrarse en Ciudadanos. Su inclusión en el consejo de gobierno del primer ejecutivo de coalición de la historia de la región (que une al partido conservador y al naranja) no facilitará la convivencia entre los dos socios. Garrido abandonó el PP por sorpresa, pocos días antes de las elecciones generales y tras ver cómo Pablo Casado elegía a Díaz Ayuso como candidata a la Comunidad en su lugar. La hoy presidenta no tuvo dudas a la hora de definir esa decisión: “Es una puñalada de Albert Rivera a Pablo Casado”.

“Tenemos que olvidarnos de que somos PP y Cs, porque somos un grupo de personas que trabajamos para los madrileños”, ha dicho este jueves Garrido, que acompañó al número uno de Cs, Ignacio Aguado, en las festividades madrileñas de La Paloma. “Si nos metemos eso en la cabeza, todo funcionará como debe. A partir de ahora hay que dejar de pensar en nuestros respectivos partidos, y pensar en los madrileños”, ha pedido. “Yo me fui del PP porque quería militar en un partido en el que me sintiera representado, que es Cs, un partido de centro liberal. Ahora estamos trabajando con el PP. Creo que es razonable, porque es un buen acuerdo el que hemos conseguido. Encantado”.

"Esto dice más en favor de Díaz Ayuso, porque demuestra que sabe mirar adelante, tener altura de miras y trabajar con los consejeros que Cs le ponga, que en favor de quien habiendo sido presidente con un partido cambia de camiseta para ser consejero con otro", ha opinado una fuente de la dirección regional popular, que ha usado un símil futbolístico. "Es como pasar de jugar de delantero centro en un equipo a lateral en otro". 

Nuevos consejeros

Díaz Ayuso tomará posesión del cargo de presidenta el lunes. El martes, probablemente, lo hagan sus consejeros. Siete habrán sido elegidos por ella. Seis, por Aguado. Una mezcla de resultados impredecibles.

Además de a Garrido, Cs estudia si le da responsabilidades gubernamentales a Alberto Reyero, diputado regional especializado en asuntos sociales, o a Marta Rivera de la Cruz, diputada nacional y escritora que suele ejercer como portavoz de cultura del partido. La formación naranja también busca perfiles técnicos para carteras como la de Economía, y no descarta contar con independientes.

En el PP, por su parte, se analiza la posibilidad de que Javier Fernández- Lasquetty asuma Presidencia, y se da por descontado que David Pérez, exalcalde de Alcorcón, Enrique Núñez, diputado y viceconsejero de Justicia; y Miguel Ángel García, viceconsejero de Hacienda y Empleo, tendrán un papel relevante en la legislatura. En el partido también esperan un fichaje externo para el Gobierno. Y aguardan expectantes a conocer el futuro de pesos pesados que en principio cuentan con la confianza de la futura presidenta, como el expresidente Pedro Rollán, el exportavoz y exconsejero Enrique Ossorio; el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero; la consejera de Justicia, Yolanda Ibarrola; las diputadas Maria Eugenia Carballedo, Ana Camins y Regina Otaola; o el coportavoz Enrique Serrano.

“Hay muchas cosas por hacer”, remató ayer Garrido sobre sus nuevas responsabilidades, que le permitirían seguir contando, si lo quisiera, con Rosalía Gonzalo, la consejera saliente, que se quedó sin sitio en las listas del PP. “Resaltaría tres cosas: hay que hacer un análisis a fondo económico financiero de la situación del Metro; hay que exigir un compromiso de puntualidad con el cercanías; y hay que hacer un plan de movilidad a diez años”.

La marcha de Garrido a Cs fue interpretada en el PP como una traición. Ni sus más íntimos colaboradores en Sol se esperaban su salida, mucho menos tras ser incluido en el muy codiciado número cuatro de la lista europea de la formación conservadora. Aguado vio en él un político capacitado para darle una patina de fiabilidad y capacidad de gestión a su proyecto. Rivera le promocionó inmediatamente a la ejecutiva nacional de Cs. El siguiente paso natural era integrarse en el primer ejecutivo de coalición de la historia de Madrid, aunque sea al mando de la cartera más complicada del momento: los retrasos del Metro, la eliminación del amianto de la red, el próximo conflicto entre los taxistas y los conductores de VTC, serán gestionados por Garrido.