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Cuatro, el de la guitarra y yo

La autora defiende que le encanta pasar el verano en la periferia de Madrid y ver cómo sus vecinos se marchan de vacaciones

Un barrio de Alcorcón.
Un barrio de Alcorcón.

Pues a mí sí me gusta quedarme en agosto en la periferia de Madrid y, como yo no tengo carnet y tengo que ir a trabajar, disfruto recorriendo (en blasa) las carreteras no congestionadas. Me gusta ver cómo el ritmo de la ciudad y del extrarradio bajan y se vuelven más tranquilos y más callados. Me gusta no escuchar claxon. Me gusta poder sentarme en el metro o en el cercanías y escoger asiento, puesto que el vagón está casi vacío.

Me gustaba ir al cine de verano, con medio barrio sentado en el suelo o en sillas de madera, plegables o de plástico. Yo, de pequeña, acudía al de la plaza Ondarreta y me parecía fantástico. En algunos sitios, todavía hay, ojalá vuelvan en todos lados.

Me gustan el calor impenitente, las noches de insomnio o despertarme sin saber qué hora es porque siempre que amanezco, por muy temprano que sea (en mis parámetros), hay sol. Me encanta ducharme con agua fría al despertar.

Me gusta que haya más bancos libres en los parques. Me gusta que no haya cola ni en los museos ni en los mercados. Me gustan los carteles de cerrado por vacaciones. Me gusta quedar con las que se quedan. Me gusta “subir” a Madrid para ir a La Latina y a Lavapiés ya que, dentro de muy poco, estarán en fiestas. Es ahí donde, anualmente, me doy cuenta de que aunque no estemos más que la mitad, seguimos siendo un montón.

Me gusta ir a las piscinas públicas, tener hueco para plantar mi toalla en el césped y hacerme unos largos sin tropezarme con doscientas personas.

Me gusta saber que es mentira que no haya nada que hacer y no solo en el centro. Hoy, les hablaré de varios eventos interesantes que tendrán lugar en algunos municipios de la sureña Costa Marrón, próximamente:

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Leganés: El 10 de agosto, el Encuentro de las juventudes bubis (pueblo originario de la isla de Bioko, Guinea Ecuatorial) será una excusa perfecta para asistir a charlas, al posterior kattó o comida comunitaria y a los conciertos, que cerrarán la jornada. Cinco días después, la Asociación Cultural Bubi, que en diciembre cumplirá cuatro décadas, organizará la fiesta de la Madre Bisila.

Alcorcón: El 30 del mismo mes, tendrá lugar la presentación del Mundialito antirracista del municipio. Lleva celebrándose desde 2006 y no, no habrá solo fútbol, en la edición pasada, también contaron con baloncesto, petanca, voleibol y futbolín. ¡Aún pueden apuntarse!

Y para concluir y volviendo a lo que me gusta, me encanta preguntar “a dónde te vas de vacaciones”, cuando me encuentro a mis vecinos con maletas y observar cómo se les escapa una sonrisa. La mayoría partirá en breve, los cuatro, el de la guitarra y yo nos quedaremos en el extrarradio. Les espero de vuelta en septiembre con más historias de barrio. ¡Disfruten!

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