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La valedora do Pobo dimite casi cuatro meses después del fallo del Supremo que forzó su salida

El Supremo desestimó en abril el recurso contra la condena del TSXG por el nombramiento de la sobrina de Fraga y hermana del portavoz del PP

Santiago -
Feijóo felicita a Milagros Otero durante su toma de posesión en 2015.
Feijóo felicita a Milagros Otero durante su toma de posesión en 2015.

La valedora do Pobo, Milagros Otero, ha registrado este martes ante el Parlamento de Galicia su renuncia al cargo. La dimisión de Otero se produce casi cuatro meses después de que el Tribunal Supremo desestimase su recurso contra la condena del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) por la desginación dentro de la insitución de María Puy, hermana del portavoz parlamentario del PPdeG y sobrina del expresidente Manuel Fraga.

Según han confirmado a Europa Press fuentes parlamentarias, Otero ha presentado un escrito de dimisión en la Cámara en la mañana de este martes. Este paso se produce días después de conocerse que solicitó un incremento de su salario y del resto del personal del Alto Comisionado del Parlamento en virtud de la aplicación del acuerdo alcanzado a principios de este año entre la Xunta y los sindicatos para la actualización de las retribuciones de los empleados públicos.

A principios del mes de abril, tras conocerse la desestimación del recurso por parte del TS, Otero vinculó su renuncia al cargo a que el Parlamento, órgano encargado de designar el Valedor do Pobo, acordase la persona que la sustituiría tanto a ella como al vicevaledor, Pablo Cameselle.

"Fue un honor para mí servir a Galicia, lo que hice en todo momento con la lealtad, responsabilidad y honestidad que esta posición requería", indica Milagros Otero en su documento de renuncia, presentado en el registro del Pazo do Hórreo minutos antes de las 12,00 horas de este martes.

Otero, que ocupaba el cargo de valedora desde septiembre de 2015, dirige el escrito al presidente del Parlamento, Miguel Ángel Santalices, como continuación de la carta remitida a la Cámara el 12 de abril de 2019 en la que, días después de conocerse el fallo del TS, puso su cargo a disposición del Legislativo, que es el órgano que la nombró a propuesta del PP.

Sin embargo, vinculaba su salida a que los grupos acordasen su relevo y el de su 'número dos' en la institución, Pablo Cameselle (propuesto por el PSdeG).

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Entonces, justificó su postura en que pretendía "garantizar a la ciudadanía" que sus quejas continuasen siendo tramitadas "con normalidad como hasta el momento". "La valedora seguirá ejerciendo hasta el último día con el mismo rigor, profesionalidad e independencia su importante tarea en la defensa de los derechos de las personas", sentenció en abril de 2012 en un comunicado remitido a los medios.

En junio de 2018, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) estimó el recurso de uno de los participantes en el proceso de selección, por sistema de libre designación, del puesto de jefe de servicio de Administración y Personal, que recayó en María Puy Fraga.

El alto tribunal gallego consideró probado que la valedora influyó en el proceso para que el puesto recayese en María Puy Fraga, hija del catedrático de Derecho del que es discípula académica Otero, quien, según el TSXG, actuó con "arbitrariedad" y cometió un "desvío de poder".

Según el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), la actual valedora do Pobo influyó en el proceso de selección del puesto de jefe de servicio de Administración y Personal para que recayese en la hija del catedrático de Derecho del que Milagros Otero es discípula académica --como reconoció en sede parlamentaria--.

La valedora llegó a presentar su "abstención" durante el proceso y delegó la resolución final del concurso en Pablo Cameselle, eso sí, después de que estuviesen definidos los criterios de la convocatoria y de que se hubiesen presentado los candidatos.

De hecho, en su comparecencia en julio de 2018 --tras conocerse el fallo del TSXG--, la valedora admitió que en la resolución de abstención "no especificó la causa concreta, debido a que consideraba que era de público conocimiento que es discípula académica del padre de una de las personas que concurría".

Confirmada su dimisión, Milagros Otero se convierta en la segunda persona en salir obligada de la defensoría gallega después de la dimisión en 2012 de Benigno López, nombrado cinco años antes.

En esa ocasión, López acabó dejando el cargo presionado por las críticas de la oposición, tras efectuar unas declaraciones sobre los recortes sanitarios en las que sugería aplicar recortes y "suspender" la Ley de Dependencia en plena crisis económica.

Pero hay una diferencia entre la decisión que adoptó entonces Benigno López y el caso de Milagros Otero. Éste, magistrado del TSXG, renunció a seguir en el puesto y, de forma automática, esto supuso que el vicevaledor, José Julio Fernández (nombrado a propuesta del PP), asumiese en mayo de 2012 las riendas del alto comisionado --una situación que se prolongó más de tres años--.

La renovación de los cargos del alto comisionado, que vive desde 2007 un periodo convulso frente al consenso de los anteriores valedores (José Cora y José Ramón Vázquez Sandes --como recuerdan quienes convivieron con ellos en la Cámara gallega-- dependen de una mayoría reforzada de 3/5 de la Cámara gallega. Es decir, son necesarios los votos al menos del PP (con 41) y de otro de los tres grupos parlamentarios para conseguir los 45 necesarios.

Milagros Otero tomó posesión en septiembre de 2015, después de tres años de interinidad de la institución comisionada en la que asumió las riendas en funciones José Julio Fernández. Se mantuvo en ese puesto hasta que populares y socialistas lograron consensuar un paquete de nombramientos durante ese verano (renovación del Consello de Contas y Consello de Administración de la CRTVG), ya con la oposición más fraccionada --PSdeG, AGE y BNG--, en un "reparto de puestos" criticado por las formaciones minoritarias de la Cámara.

Benigno López, presionado por la oposición --PSdeG y BNG--, se vio obligado a dejar su puesto al frente de la defensoría gallega en la que había sido colocado por unanimidad cuando gobernaba el bipartito y con el apoyo también de los populares, que fueron los que públicamente defendieron su continuidad por "responsabilidad institucional".

Aquellas declaraciones sobre los recortes fueron el detonante, pero Benigno López ya había mantenido varias polémicas, sobre todo con el BNG, a costa de la normalización lingüística y el apoyo a la lengua gallega.

Milagros Otero, catedrática de Filosofía del Derecho, tampoco ha estado exenta de polémicas y ha sido etiquetada, por parte de la oposición, como "valedora do PP", ya que a juicio de estos grupos no ha sido beligerante a la hora de fiscalizar la actuación del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo.

Ella, sin embargo, siempre ha reivindicado su "independencia" al frente de la institución, en la que ha mantenido un abierto enfrentamiento con el Ayuntamiento de Santiago, y en concreto con su alcalde, Martiño Noriega, a costa de la situación de los sintecho.

El último episodio polémico protagonizado por Otero llegó este mismo mes de julio, cuando solicitó un aumento de su sueldo del 0,25% para "hacer formal" este incremento para "todos los empleados públicos". "No pedí un aumento de sueldo para mi, lo pedí para todas las personas de la oficina y para los que vengan detrás, como es mi obligación hacerlo", justificó días después de transcender la noticia.

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