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Fira garantiza la celebración del Sónar pese a la huelga convocada por los montadores

Los profesionales del montaje de espectáculos denuncian que la institución no protege sus condiciones en la licitación de un nuevo concurso

Josep Catà
El festival Sonar, en una imagen de archivo.
El festival Sonar, en una imagen de archivo.

Los montadores de escenarios que trabajan para Fira de Barcelona han convocado una huelga que empezará este jueves, coincidiendo con el inicio del montaje de las instalaciones del Sónar, previsto entre los días 18 y 20 de julio. El origen del conflicto que pone en riesgo la celebración del festival de música electrónica se encuentra en el concurso convocado para renovar la empresa responsable de esos servicios tan especializados. Fira de Barcelona asegura que se celebrará el Sónar porque contratará una empresa alternativa.

Los riggers —nombre que reciben los profesionales del montaje de escenarios y elementos aéreos en los espectáculos— que trabajan desde hace cuatro años en los montajes de Fira mediante la unión temporal de empresas UTE Rigging denuncian que la institución, después de vencer la concesión vigente para este servicio externalizado, ha lanzado un nuevo concurso sin garantizar que la adjudicataria contrate a los trabajadores antiguos ni respete sus condiciones laborales.

Los representantes de los trabajadores, asesorados por el Col·lectiu Ronda, han mantenido este miércoles una reunión de mediación para tratar de desactivar la huelga, pero tras cinco horas ésta ha acabado sin éxito.

Fira de Barcelona considera que el conflicto se ciñe a las relaciones entre los trabajadores y la UTE. Los trabajadores argumentan que la empresa no puede participar en la solución del conflicto, porque dejará de ser adjudicataria en octubre, cuando se resuelva el nuevo concurso. Exigen que sea Fira de Barcelona el interlocutor en el conflicto. 

Por su parte, Advanced Music, promotora del festival Sónar, ha explicado en un comunicado que "deberá acogerse a las soluciones relativas al montaje de estructuras aéreas de escenarios según el contrato suscrito con Fira de Barcelona, quien ha garantizado la celebración y normal funcionamiento del festival". Los promotores del festival expresan "la necesidad" de que las partes implicadas negocien para dar solución al conflicto, y asegura que "cualquier otra opción que implicara una alteración en el calendario hubiera representado un gravísimo perjuicio" para los trabajadores, colaboradores y asistentes en el proyecto. 

 “Tiene que quedar claro que nosotros no tenemos nada en contra del Sónar, de hecho, muchos hemos participado en su montaje desde el principio, es un festival que sentimos nuestro”, explica Isaac Flix, uno de los portavoces de la plantilla. El límite para que haya acuerdo y pueda empezar el montaje del festival es mañana viernes.

Los trabajadores explican que la huelga es una medida de presión después de que el pasado 28 de junio se hiciese pública la licitación del nuevo concurso. En el pliego de esta licitación no constaba la información sobre los trabajadores que emplea la hasta ahora empresa adjudicataria, ni señalaba como obligatoria la subrogación de estos riggers en la nueva empresa. Fira de Barcelona defiende que la entidad no tiene la capacidad de obligar a subrogar a los trabajadores. El colectivo de personas que trabajan de manera estable para Fira de Barcelona supera las cincuenta personas, aunque en algunos festivales puede llegar al centenar.

La de rigger es una profesión muy especializada y que solo realizan unos 300 trabajadores en toda España, según explica el Sindicato de Riggers, formado durante este conflicto. Su función es montar las estructuras de los escenarios, así como los montajes aéreos, y garantizar la seguridad de las mismas. "Hace cuatro años consiguieron regularizar su situación, y pasar de la práctica de los falsos autónomos a ser trabajadores fijos discontinuos. A día de hoy Fira no quiere comprometerse a garantizar las condiciones de trabajo en el nuevo pliego", explica Quim Español, abogado del Col·lectiu Ronda. Los trabajadores consiguieron firmar un convenio de empresa vigente hasta 2020, pero no existe un convenio laboral del sector.

Según han denunciado los trabajadores, la intención de Fira es sustituir a los riggers que hacen huelga por otros empleados. "No es posible ni jurídicamente, porque vulnera el derecho a la huelga, ni físicamente, porque es un trabajo muy especializado y puede suponer un peligro que se contrate a personal no cualificado", señala Flix.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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