La Fiscalía pide archivar el caso por cohecho contra seis policías de Sevilla

La Fiscalía de Sevilla ha pedido archivar el caso contra seis policías imputados por supuestamente apropiarse de 17.350 euros en un comercio del barrio de la Macarena sospechoso de vender tabaco ilegal. Las cámaras del local grabaron a los policías contando billetes uno a uno y la juez les imputó por cohecho, hurto, falsedad en documento público y amenazas, pero tras la investigación la fiscal entiende que las acusaciones iniciales no se sustentan. Los agentes estuvieron suspendidos de empleo y sueldo durante tres años tras las pesquisas de la unidad de Asuntos Internos, a cuya tesis le dio credibilidad la magistrada.

Sin embargo, ahora el ministerio público considera que “el material probatorio acumulado durante la extensa y laboriosa instrucción de la causa resulta insuficiente” para acreditar los supuestos delitos, una petición que aboca la causa a su previsible archivo por parte de la juez. La Fiscalía subraya en su escrito que la mujer que regentaba el local y que denunció a los policías se dedica presuntamente al contrabando de tabaco y que podría tratar “de vengarse por aprehensiones anteriores” y poder seguir desarrollando esa actividad delictiva.

La fiscal del caso alerta sobre unas imágenes incorporadas al juzgado cuando se pudo recuperar la versión completa de las cámaras de seguridad de la noche del 19 de mayo de 2015, en la que aparece una mujer a las 2.50 de la madrugada, casi tres horas después de que se marcharan los policías. “No se entiende que de ser cierto que los investigados le habían sustraído una elevada suma de dinero, según manifiesta la denunciante algo más de 17.000 euros, dejen en el local 3.000 euros después de un registro tan exhaustivo”. Y añade: “Tampoco se entiende la actitud sonriente y relajada de I. T. y M. I. B. cuando se produce la escena de la entrega de los fajos de billetes y su ocultación por la segunda”.

El ministerio desacredita la denuncia de la dueña del comercio, cuando le achaca que “no explica suficientemente la razón por la que tenía oculta una cantidad que cifra en unos 22.000 euros en lugares tan inverosímiles como el interior de un frigorífico y ni tampoco el origen del mismo”. Ahora será la titular del Juzgado de instrucción 1 de Sevilla la que decidirá si procede el archivo de la causa.