Los jabalíes causan casi 800 accidentes de tráfico en Madrid en seis años

“Tenemos cada vez más problemas con los jabalíes”. La queja es compartida por los municipios del noroeste: Torrelodones, Las Rozas, Majadahonda, Hoyo del Manzanares, Valdemorillo, Galapagar, Pozuelo… Los animales llegan hasta el centro de las localidades y causan destrozos, pero también cruzan las carreteras y provocan accidentes de tráfico: cerca de 800 de 2012 a 2017, según datos de la DGT analizados por EL PAÍS. Y no solo los caminos comarcales: hace diez días, un joven murió en un choque causado por un jabalí que cruzaba la M-50.

“Estos animales suelen bajar a zonas urbanas a finales de agosto, pero este año con la sequía están bajando desde junio”, dice Santiago Fernández, concejal de Medio Ambiente de Torrelodones. Los Ayuntamientos de la zona reclaman a la Comunidad un plan para controlar su población, mientras el Gobierno regional señala que las capturas en suelo urbano son competencia municipal.

“El jabalí es una plaga que causa problemas. No es el animalito idílico que vive en el bosque. Es una especie oportunista que se multiplica a un ritmo exponencial gracias a que aumenta la superficie forestal y los cultivos de regadío, y además en zonas urbanas se caza muy poco”, explica Christian Gortázar, catedrático de Salud Animal por la Universidad de Castilla-La Mancha e investigador del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC). Según Gortázar, la especie ha crecido un 1.000% en España en cuatro décadas hasta los 1,2 millones de ejemplares. Aunque no existe un censo oficial, la Comunidad de Madrid estima que hay entre 26.000 y 39.000 de ellos en la región. El Gobierno regional se ha comprometido a finalizar un estudio sobre la especie en las próximas semanas.

Estos animales, que pueden superar los 100 kilos de peso, cruzan por las carreteras madrileñas y provocan cada vez más accidentes de tráfico: si en 2014 causaron 90 incidentes, en 2017 fueron 179, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). El número asciende hasta los 775 en seis años en Madrid, muchos en localidades cercanas al eje de la A-6. La gran mayoría de accidentes relacionados con animales en la región involucran a los jabalíes (44%), un porcentaje en aumento en el último lustro. “Todos los años vivimos algún accidente grave porque se cruza un jabalí. Yo fui testigo de uno en el que el coche quedó siniestro total”, confirma Mónica Díaz, concejal de Medio Ambiente de Hoyo de Manzanares.

Esto no solo pasa en las carreteras comarcales: el caso más grave de los últimos años ocurrió el pasado viernes, cuando un jabalí cruzó por la M-50 a la altura de Las Rozas y provocó un choque en cadena que acabó con la vida de un joven de 20 años. ¿Qué se puede hacer? Francisco Ruiz, científico del IREC, da algunas claves: “vallados de las carreteras con pasos para fauna, caza controlada, desbroces en las zonas cercanas a las vías, cebos olorosos…”.

Pierden el miedo

Las localidades del noroeste de Madrid sienten que cada vez más animales pierden el miedo y se atreven a llegar incluso a los centros urbanos. “La sensación que tenemos es que cada vez vienen más a menudo, y causan todo tipo de destrozos”, se queja Mónica Díaz, de Hoyo de Manzanares. “Hemos notado un repunte porque es una época seca y tienen menos alimento en el monte”, añade Javier Gavela, veterinario municipal de Las Rozas. De hecho, están llegando hasta a municipios donde hasta ahora no llegaban, como Villanueva de la Cañada: “La situación se está yendo de las manos. En una noche pueden levantar por completo un parque o un jardín”, dice Enrique Serrano, teniente de alcalde de la localidad.

Santiago Fernández, de Torrelodones, señala que “hay un problema por la excesiva presencia de jabalíes en el entorno urbano”, como lo demuestra que las alertas a la Policía Municipal en su municipio por este motivo han pasado de 24 en 2014 a 159 en 2016 (últimos datos disponibles). Fernández critica que la Comunidad “no está ejerciendo sus competencias para reducir el número de jabalíes”, lo que ha llevado a los municipios de la zona elaborar sus propias medidas.

Las Rozas, por ejemplo, ha puesto en marcha iniciativas pioneras como un vallado cinegético de 13 kilómetros y captura ejemplares con trampas (137 en 2018, 109 en lo que va de 2019); por ahora los sacrifican, pero más adelante quieren probar a esterilizarlos y soltarlos. Mientras, Torrelodones ha realizado campañas de concienciación para que los vecinos no alimenten a la especie y ha instalado señales de “Precaución, jabalíes” para tratar de evitar accidentes. Los Ayuntamientos de la zona se reúnen a menudo para coordinar sus estrategias, centradas también en mejorar la gestión de residuos para que los animales no tengan comida a su alcance.

El Gobierno regional responde que cuando los animales llegan a las localidades se trata de un problema municipal. “Nos hemos reunido con los alcaldes y les instamos a que usen capturaderos, a que pongan vallas, a que hagan una buena gestión de las basuras para que los animales no encuentren alimento”, dice Luis del Olmo, director general de Medio Ambiente de la Comunidad. En su opinión, "los Ayuntamientos tienen que poner en marcha sus planes para atrapar a estos animales, y algunos se podrán aprovechar para carne y otros no". Además, su departamento “es proclive a que se autoricen cacerías” de estos animales. Cada año se cazan alrededor de 5.000 jabalíes en la región, con un pico de 6.024 en la temporada 2016-2017. Ecologistas en Acción, por su parte, critica que “la opacidad en la gestión de la caza” del Gobierno regional: “No hay una visión de conjunto, ni un estudio de poblaciones cinegéticas de la Comunidad de Madrid”, señala su portavoz, Nines Nieto.

El ejemplo de Barcelona

Los municipios madrileños miran con envidia el proyecto del Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje (Sefas) de la Universitat Autonóma de Barcelona en el área metropolitana de la capital catalana, que controla la alimentación en zonas urbanas y captura los animales más pequeños en zonas periurbanas (donde no se puede cazar) para sacrificarlos reducir su número. “Con esta combinación, las incidencias registradas por la Guardia Urbana respecto a estos animales han disminuido de 1.181 en 2016 a 480 en 2018, es decir, a un tercio”, explica Jorge López-Olvera, del Sefas. En Madrid no hay ningún plan de capturas, sino que se opta porque sean los Ayuntamientos los que los pongan en marcha.

Mientras, los jabalíes siguen aumentando cada año. “Sobre todo en estos meses hay que ser muy prudente con el coche, porque se pueden cruzar por cualquier carretera de la zona”, dice Santiago Fernández, de Torrelodones. Mónica Díaz, de Hoyo de Manzanares, resume: “La gente tiene que concienciarse también de que no hay que darle de comer a los jabalíes. Muchos tienen la imagen de un bicho mono, quizá por el personaje de Pumba de El Rey León, pero es un animal salvaje que causa destrozos y muchos accidentes”.