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Pancho Varona y Guille Galván son ‘El viejo y el mar’

Los artistas se unen en un espectáculo que combina música y poesía en la sala Galileo Galilei

Andrea Nogueira Calvar
Pancho Varona frente a Guillermo Galván.
Pancho Varona frente a Guillermo Galván.Irena Varona

La novela de Ernest Hemingway El viejo y el mar inspiró a Pancho Varona. El músico tomó prestado este título para crear un ciclo de encuentros con otros artistas en el que, como él mismo apunta, le toca ser el viejo. El próximo viernes celebra el segundo recital y el joven mar será Guillermo Galván, miembro de la banda Vetusta Morla. Se encontrarán en la Sala Galileo Galilei, en un espectáculo único en el que tocarán temas de ambos y compartirán con el público poesía y anécdotas.

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“Yo toco canciones de Guille, que es un gran compositor, y él mías, leemos cosas de nuestros libros y le pasamos uno al público para que puedan escribirle algún mensaje a Guille y que después se lo lleve”, detalla Varona sobre el espectáculo. Galván lo sintetiza de otra manera: “Es como ir al salón de su casa a charlar”. Ellos, que no son cantantes al uso, coinciden en llevar el peso de las guitarras en sus respectivas bandas, además del de la composición. Sobre el escenario desvestirán sus canciones para ofrecer las letras casi desnudas y que así el público “pueda meterse dentro de ellas” de una manera excepcional.

Anota Galván que Varona ha sido “muy generoso” al cederle el evocador papel del mar. El músico destaca la sensibilidad de su compañero por el arte y su especial atención a las bandas más jóvenes. “Es de agradecer que alguien que lleva tantos años en la música muestre este interés”. Varona se deshace en halagos hacia la capacidad creadora de Galván y el universo que ha originado con el resto de miembros de Vetusta Morla. Cuenta que son vecinos y amigos desde hace años, con lo que el escenario rezumará intimidad. “Va a ser una cosa muy personal, algo que no se da en un concierto normal”, vaticina la mano derecha de Sabina.

Las características de la sala, una segunda casa para ambos, también influirán. Un aforo de poco más de 500 personas, justo a los pies del escenario y, además, sentados. Galván confiesa que esto fue uno de los principales motivos para decir sí a la propuesta. “Es casi un regalito poder hacer algo íntimo en una sala que conocemos mucho”, reconoce en plena gira de Vetusta Morla.

Los versos que fluirán en Galileo Galilei, además de los de las canciones, serán los de sus libros. Varona acaba de publicar Pociones, una recopilación de textos donde vierte el mismo sabor nocturno que en las composiciones que ha firmado durante su carrera. Las piruetas metafóricas que exhibe Vetusta Morla son principalmente obra de Galván, quien trasladó su inventiva a Retrovisores, hace ya tres años, un poemario en el que echa un vistazo rápido al pasado.

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Sobre la firma

Andrea Nogueira Calvar
Redactora en EL PAÍS desde 2015. Escribe sobre temas de corporativo, cultura y sociedad. Ha trabajado para Faro de Vigo y la editorial Lonely Planet, entre otros. Es licenciada en Filología Hispánica y máster en Periodismo por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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