“Telemadrid es un derecho y no un botín de guerra de los políticos”
La cadena pública cumplió 30 años de servicio público el pasado 2 de mayo; el director general de Radiotelevisión Madrid, José Pablo López habla sobre cómo estaba la tele y su evolución desde 2017, cuando se puso al frente de la misma
Telemadrid cumplió 30 años el 2 de mayo. Un par de meses antes, el director general de Radiotelevisión Madrid, José Pablo López (Sayalonga, Málaga, 42 años), celebraba también dos ejercicios al frente de la cadena pública, fundada en 1989 con el socialista Joaquín Leguina como presidente de la Comunidad. López, con experiencia ejecutiva en 13TV y La Sexta, llegó a la radiotelevisión pública en enero de 2017 con una finalidad: transformarla. Su nombramiento —realizado por concurso público en el que concurrieron más de 30 candidatos— acabó convenciendo a PP, PSOE y Ciudadanos que votaron a favor de su nombramiento. No así a Podemos, que se abstuvo en la votación.
López se encontró una cadena criticada por su politización y su servilismo al Partido Popular; a una plantilla dividida —con fuertes tensiones con la denominada “redacción paralela”— y lacerada por un ERE, aprobado en 2013 cuando se echó a la calle a 861 trabajadores; y a la audiencia por los suelos. “Los medios públicos son un derecho de los ciudadanos y no como lo valoran los políticos que a veces los consideran un botín de guerra”, cuenta López desde su despacho en la sede de la cadena en la Ciudad de la Imagen de Pozuelo de Alarcón.
Pregunta. Cuando llegó, se propuso quitar la “losa de manipulación y despilfarro” que había en la cadena, ¿lo ha conseguido?
Respuesta. Una de las cosas que estoy más orgulloso de estos dos años es precisamente el cambio de percepción que se ha producido con respecto a Telemadrid; especialmente, los informativos. Los madrileños ya ven Telemadrid de otra manera. Y no nos han puesto las cosas fáciles.
P. ¿Quién lo ha complicado?
R. Siempre hay resistencias al cambio. Por eso lo que hay que hacer es negociar, hablar, consensuar e intentar que la televisión autonómica —y la pública en general— no se convierta en un arma arrojadiza.
P. ¿Qué ha sido de la redacción paralela?
R. No me gusta ese término. Para mí, todos los trabajadores de Telemadrid son iguales. Y desde que hemos llegado, solo hemos tenido su colaboración. Además, aquí no se ha echado a nadie: hemos aumentado plantilla.
P. La cadena llegó a tener 1.500 trabajadores, ¿cuántos tiene ahora?
R. Hay una plantilla que ronda los 500 trabajadores (460, según las cuentas de 2018), casi un tercio de lo que llegó a ser.
P. ¿Se ha recuperado la cadena del ERE de 2013?
R. El ERE se declaró no ajustado a derecho por lo que hubo que indemnizar a los despedidos. Ese proceso está casi finalizado. También hubo despidos declarados nulos, pero esas personas fueron readmitidas antes de que yo llegara.
P. La redacción estaba calentita cuando llegó…
R. Si nos vamos a dedicar a ajustar cuentas unos con otros, estamos perdidos. Ha habido un ejercicio de responsabilidad por parte de todos: trabajadores, sindicatos y dirección. Se ha hecho un esfuerzo por mejorar Telemadrid porque todos sabíamos que nos jugábamos mucho.
P. Tras las elecciones, hay grupos en la Asamblea de Madrid, como el partido de ultraderecha Vox, que ha hablado del cierre de la cadena.
R. Telemadrid es necesaria, no puede haber dudas. Por eso pido a los políticos madrileños un cambio en la ley de la radiotelevisión madrileña. Por un lado, para reforzar la autonomía de esta, casa, esté quién esté. Por otro, para aumentar la legitimidad de nuestra tarea. Lo digo en público y privado: hay que reformar la Ley de Telemadrid para blindarla.
P. Esperanza Aguirre fue asidua a los platós de Telemadrid, pero en su última aparición se levantó diciendo que era una cadena "podemita y socialista"
R. Se puede tener un criterio distinto del criterio periodístico que se aplique en esta casa. Por ello acepto que se discrepe, pero los políticos tienen que entender que desde Telemadrid solo podemos dar neutralidad. Algunos piden militancia. Telemadrid se tiene que centrar en el ciudadano, no en el votante
P. ¿Cómo se consigue llegar a esa neutralidad?
R. Tenemos que evitar que Telemadrid deje fuera a parte de los madrileños: la tele pública no puede expulsar a nadie. Quien vea nuestra retrasmisión del Orgullo o del Día de la Mujer puede no sentirse cómodo con otros contenidos. Igual puede pasar con la Semana Santa o los toros. La radiotelevisión pública tiene que asentarse en la diversidad.
P. ¿Cuánto cuesta Telemadrid?
R. Poco. Cada madrileño aporta 0,92 euros al mes. Somos la tele regional más barata no de España sino de toda Europa. El presupuesto de 2018 fue de unos 80 millones de euros: 72 de asignación pública y otros ocho de ingresos publicitarios. El presupuesto de Canal Sur es el doble; el de TV3, cuatro veces más. Además, en los dos últimos ejercicios hemos conseguido tener superávit.
P. ¿Han mejorado las audiencias?
R. En estos dos años hemos crecido. Ahora estamos en el entorno del 5% de media, pero tenemos programas con el doble y en algunos eventos despuntamos. En diciembre de 2017 hicimos una remodelación profunda que ha tenido que asentarse. Además, ahora nos movemos en un entorno que nada tiene que ver con el de hace unos años. Las teles nacionales tienen en Madrid una sobreprima de visionado con respecto a otras Comunidades, pero además están la tele de pago y la no lineal. En estas últimas, Madrid tiene la tasa de penetración más alta de toda España. Por eso hemos apostado por nuestra especialidad: proximidad y el directo. Esas tienen que ser nuestras señas de identidad. Ahora emitimos en directo más de 12 horas al día, casi de 9.00 mañana a las 22.00.
P. ¿A qué tiene que aspirar una televisión pública?
R. A ser vista sin olvidarse del interés público. Nadie va a prestar la misma atención que nosotros a los problemas de la región y de sus 179 municipios.
P. ¿Qué reto tiene la cadena?
R. Por las vicisitudes que ha pasado, Telemadrid es un canal que se ha desintonizado del dial de muchas teles en Madrid. Algunos lo borraron mientras que otros lo tienen en el número 88. Es lo peor que le puede pasar a un canal: que te borren o no formar parte del zapeo, que son los primeros 8 ó 10 canales. Queremos que Telemadrid esté en el número siete del mando. Bueno, en el número que quieran los madrileños, pero que nos tengan.
Tres décadas con los madrileños
Telemadrid habla de Madrid, pero también de la historia audiovisual de España. “Aquí han nacido formatos que se han popularizado —como Madrileños por el mundo, Madrid Directo…— y hemos sido cantera de algunos de los mejores periodistas de España”, dice el director general del ente público. Desde su nombramiento, en 2017, y con el mercado publicitario tiritando, la tele pública ha aumentado un 4% su facturación publicitaria. “Además, hemos llegado a ser la segunda tele autonómica más vista en Internet (detrás de TV3 y por delante de ETB) con más de dos millones de usuarios únicos mensuales”, apunta López.
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