La campaña de David contra Goliat
El PP, Más Madrid o Vox buscan movilizar a los electores aprovechando tanto críticas como dificultades
Viernes 10 de mayo. Javier Ortega Smith acude al centro de acogida de Hortaleza, donde se concentran la mayoría de menores extranjeros no acompañados que hay en Madrid. Una veintena de vecinos le espera. “¡Fuera fascistas!”, le gritan. Ortega Smith responde moviendo los dos brazos como si fuera un director de orquesta. “Ese es el sectarismo, el totalitarismo”, dice, mientras un cámara de Vox lo recoge todo. Esa escena, dicen los expertos, no es casual. Sirve para movilizar a un electorado agotado por el encadenamiento de campañas electorales, primero la de las generales del 28-A, ahora la de las municipales y autonómicas del 26-M. Con todos sus matices, no es un caso único. Más Madrid ha encontrado en las prohibiciones de la Junta electoral una via para galvanizar a sus seguidores. Y el PP intenta convertir las polémicas de su candidata, Isabel Díaz Ayuso, en el resorte que active a los suyos: le atacan por ser mujer, dice.
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EL PAÍS Madrid ha preparado un seguimiento de la campaña electoral en varios formatos y plataformas: el podcast de campaña Menuda Papeleta, una newsletter diaria (registrate aquí para recibirla cada mañana hasta el día 27 de mayo) y, si usas Telegram, este canal para seguir la actualidad política del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
“Observo una pauta común en las tres historias: la victimización generada de manera artificial”, opina Gustavo Entrala, experto en comunicación. “El proceso mental que han llevado a cabo los estrategas es el siguiente: en el contexto de una campaña a la que poca gente está prestando atención por saturación con el 28A, voy a buscar una tensión artificial que me sirva para presentarme como víctima de una situación injusta”, argumenta. “Se busca suscitar la empatía del votante por la vía del quijotesco ladran, pues cabalgamos: si no nos quieren es porque saben que podemos vencerles”.
Los partidos afrontaron la campaña como quien escala el Himalaya sin oxígeno. Tras emplear todas sus fuerzas en la preparación de las elecciones generales, los comicios regionales de Madrid les descubrieron frente a un empate técnico entre el bloque de derechas (PP, Cs y Vox) y el de izquierdas (PSOE, Podemos y Más Madrid). Para resolver la igualdad, coincidieron todos los estrategas, se necesita garantizar una alta participación. Y lograr eso tras unas generales marcadas por la movilización no es fácil.
Más Madrid, un partido de nueva creación con el aval de Manuela Carmena e Íñigo Errejón, pronto encontró el camino con el que motivar a sus votantes y atraer a nuevos electores. La Junta electoral resolvió que no tenía derecho a participar en los debates, ni a tener espacios publicitarios en los medios públicos, ni a usar los espacios gratuitos para propaganda, porque no había obtenido representación en las elecciones anteriores. Inmediatamente, la plataforma consiguió impulsar una reacción ciudadana que ha llenado los balcones de Madrid con banderas con las caras de sus candidatos, y ha convencido a cientos de vecinos de que cambien el nombre de su red de wifi por el de “VotaCarmenayErrejón”.
El PP, por su parte, ha intentado revertir la tendencia negativa que reflejan las encuestas convirtiendo las polémicas protagonizadas por su candidata en la muestra de que la izquierda le ataca simplemente por ser mujer y popular.“Se está intentando sacar punta a algunas cuestiones suyas, mientras que eso no se hace con otros candidatos”, argumenta Alfonso Serrano, director de campaña de Díaz Ayuso. “El foco se pone en una candidata que es mujer y del PP. Y muchos de los ataques tienen que ver con eso, no nos engañemos”, añade. “No es la primera vez. Históricamente, hay múltiples ejemplos. Una parte de la izquierda, más allá de la crítica programática, a todas aquellas mujeres del PP que han tenido cierto liderazgo les han hecho ataques ad hominem”.El PP ha ganado todas las elecciones en la Comunidad desde 1991. Gobierna ininterrumpidamente desde 1995. Y se juega perder el poder por primera vez desde hace casi un cuarto de siglo con una aspirante que nunca había afrontado la responsabilidad de la candidatura, y que ha tapado sus propuestas con el ruido generado por sus frases polémicas. “Con el que más chirría este tipo de estrategia de victimizarse con lo establecido es con el PP”, opina Toni Aira, director del máster de Comunicación Política de la Universidad Pompeu Fabra. “Le da un aire aún más outsider de donde le han puesto las últimas elecciones. Ha empezado a asumir un papel de víctima un poco más del estilo de partido pequeño”, valora quien fuera dircom del PdeCAT durante la campaña autonómica de diciembre de 2017. Y advierte: “El votante que te hace ganador no acostumbra a votar por opciones muy victimistas. Porque la gente no acostumbra a querer votar lo triste, lo apagado, lo perdedor, y quejarse todo el día es perdedor. El PP está metido en este bucle, y Díaz Ayuso de cierta manera retrata esto”.
Carmena y Errejón
¿Funcionará ese estilo en los casos de Más Madrid y Vox? “Más Madrid sí personifica bien esta idea de David contra Goliat”, responde Aira. “Que tú te plantes como el pequeñín, eso tiene una cierta magia, una cierta mística, que no está al alcance de todo el mundo. Carmena y Errejón, con su carisma, sí pueden girar la situación, como en yudo, que usas la fuerza de tu atacante a tu favor”, sigue. “Y Vox hace bandera de que ellos son los que hablan de verdad, claro, y que el resto están desconectados de la gente. Lo que hace Vox es decir: ‘Van a por nosotros, no nos quieren ahí, y eso mismo ya es un leitmotiv de campaña”.
El 26 de mayo ya está en el horizonte. Con una decena de días por delante para convencer a los votantes, los partidos apuran sus cartas. También las marcadas para una campaña a la contra.
“Es un clásico hacerse la víctima”, resume Luis Arroyo, director de Asesores de Comunicación Pública. “Refuerza la identidad de tu cupo frente al enemigo”.
Las frases del día
Begoña Villacís (Cs): "Pensar que el acoso y que el acecho están legitimados te lleva a pensar que la sociedad está envenenada".
Manuela Carmena (Más Madrid): "Democracia es hablar, ser responsable con lo que se hace en política. Siempre estar dispuestos a escuchar. Nunca callar a otros".
Pepu Hernández (PSOE): "En democracia tenemos los cauces para sentarnos, hablar de los problemas y ver cómo solucionarlos".
José Luis Martínez-Almeida (PP): "Vox no tiene ni la capacidad, ni la estructura, ni el conocimiento suficiente para la ciudad de Madrid".
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