El PSC recupera las grandes ciudades metropolitanas, pero ERC se impone en Barcelona
Los republicanos también logran ser la fuerza más votada en los pequeños municipios del área de la capital catalana
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La victoria de los socialistas a nivel estatal ha tenido su reflejo a nivel municipal, especialmente en las ciudades del área metropolitana, a excepción de la capital. El PSC logra así recuperar el dominio que había mantenido históricamente en esta zona hasta las últimas elecciones generales de 2016 en que el morado de En Comú-Podem tiñó prácticamente toda el área de la capital catalana. Pero el cinturón de Barcelona no vuelve a ser rojo, sino que comparte espacio con el amarillo de ERC.
Los republicanos logran una sonada victoria en la ciudad de Barcelona, pero también en muchos pequeños municipios del área metropolitana, una zona inédita hasta hace poco tiempo para los de Oriol Junqueras. Poblaciones del Baix Llobregat (como Cervelló o Sant Climent de Llobregat), el Vallès Occidental (Castellar del Vallès, Sant Quirze del Vallès) o del Maresme (Tiana, Vilassar de Mar) son algunas donde ERC ha sido la fuerza más votada. La ciudad más importante en que se han impuesto es Sant Cugat del Vallès.
Pero todos los grandes municipios del área metropolitana -Badalona, l’Hospitalet, Cerdanyola, Barberà, Cornellà, Santa Coloma o Sant Feliu, entre muchos otros- han quedado bajo la bandera del PSC. Incluso el municipio natal de Junqueras, el candidato de ERC: Sant Vicenç dels Horts. Aquí los socialistas han acaparado el 28% de los votos, seguidos de ERC (23%), mientras que Junts per Catalunya ha quedado por detrás de Ciudadanos, Vox y el PP.
Los socialistas también han recuperado grandes capitales del área de Barcelona, como Terrassa, Sabadell, Mataró o Granollers, donde hace tres años se impusieron los comunes.
En cambio, ERC ha sido la fuerza más votada en las tres grandes capitales de comarca del interior de Cataluña: Manresa, Vic e Igualada, además de enclaves importantes como Vilafranca del Penedès o Vilanova i la Geltrú. Cabe destacar que es la primera vez que los republicanos ganan en la capital de Osona, feudo tradicional de Convergència.
Los resultados en el total de la provincia de Barcelona muestran una lucha apretada entre socialistas (24,7%) y republicanos (23%), separados por apenas 53.000 votos, con el 99,11% escrutado. Ambos partían de cinco diputados, pero se disparan hasta nueve (PSC) y ocho (ERC). Al tercer puesto se hunden (de nueve a seis) los comunes, ganadores en las últimas generales en esta circunscripción. Ciudadanos se mantiene con cuatro diputados, seguido de Junts per Catalunya (tres, perdiendo uno), el PP (con un sonado batacazo, pasando de cuatro a un diputado) y Vox, que logra un representante.
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