Aprende a votar sin propaganda

En las próximas semanas se prevén inundaciones en toda España. Del WhatsApp al buzón de correo, la propaganda política ahogará la vida de los españoles. La de los más jóvenes también. Los nuevos votantes se verán superados por el tsunami de promesas en todos los colores y tamaños, que tratarán de cruzar las trincheras del criterio propio y convencer de que su producto es el mejor. Para no ser una presa fácil, el colectivo Terrorismo de autor —centrado en el género audiovisual en espacios educativos— impartirá un taller dirigido a chavales de 15 a 21 años, contra “la trampa de la propaganda”.

Los componentes del colectivo lo han definido como “taller gamberro-teórico-crítico-práctivo-divertido para que no te la den (la papeleta) con queso”. Las clases, que arrancan este viernes y se prolongan durante dos fines de semana, tendrán un máximo de 20 alumnos y se impartirán en la Cineteca de Matadero Madrid, un espacio dirigido por el Ayuntamiento de Madrid que les encargó el desarrollo de este taller.

Durante las tres primeras jornadas analizarán la historia de la propaganda, desde la nazi, la soviética y la de la Guerra Civil, hasta los últimos 40 años de democracia española. Revisarán todos los productos de la actual campaña y acabarán, el segundo fin de semana, creando su propio partido y montando su propia campaña de propaganda, en la que no faltarán los vídeos y los carteles.

Tal y como se piensan las campañas electorales, trasladan la cuestión a los más jóvenes: ¿por qué dicen “votar” cuando quieren decir “consumir”? En su propia propaganda preguntan: “¿Quieres saber a quién votar? Nosotros no tenemos la respuesta, pero te guiaremos por una historia práctica de la propaganda política, para que entiendas por qué unos mensajes te hacen gracia, otros te causan sueño y otros parecen estar escritos pensando únicamente en ti”.

Tal y como cuentan desde Terrorismo de autor —grupo que surgió al hilo de la crisis financiera y del 15M— , su intención es “dotar a los participantes de herramientas de análisis para determinar los mecanismos audiovisuales de la propaganda”, para que comprendan qué es aquello que “les afecta, les incomoda o les preocupa”.

No pretenden decirles qué votar, sino cómo hacerlo sin que nadie les cierre el sobre antes de haber tomado la decisión. “Enseñarles a ser libres y a ser autónomos a la hora de discernir los mensajes”, dice José Luis, integrante del colectivo, que mostrará películas como El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl, Retablo de la Guerra Civil española, de Basilio Martín Patino, o analizarán series como Los Serrano y Gran Hermano. El objetivo es hacerles soberanos de su voto, acabar con el “alma de siervo”, ese mandamiento definido por Rafael Sánchez Ferlosio que impide al ser humano apartarse de “la paciente desgana de un burócrata pasmado”. Sí, romper también con la pereza para conquistar el libre albedrío, algo que tanto preocupó al autor de Guapo y sus isótopos.

Las propuestas  

Y aquí viene la utopía: el programa electoral. Para trascender la propaganda o la publicidad solo queda leer las propuestas de cada partido. “Cada vez hay menos discurso y más envoltorio y es imprescindible educarles en el cómo se elabora el mensaje”, comentan. Han elegido a un gato como cabeza de cartel para dar a conocer el taller, “porque es el rey de Internet”.

El fetichismo es fundamental en la imagen política y el protagonista tiene siete vidas. “Queremos enseñarles a desentrañar los mensajes y las imágenes, hoy más que nunca gracias a pequeños impactos, como memes, virales, etc. Porque somos bombardeados por mensajes publicitarios de todo tipo, pero también por la propaganda. De hecho, cada vez es más complicado discernir entre una y otra”, explica José Luis. Por eso quieren enseñarles a votar sin propaganda.