Se vende edificio por 196 millones. Razón: Gobierno de España
Tras ingresar unos 600 millones por inmuebles en la Comunidad desde 2013, la Administración saca a la venta 40.000 metros cuadrados en María de Molina
Las 396 plazas de garaje son lo de menos. Lo que impactan son las 20 plantas, los 45.937,20 metros cuadrados dedicados a oficinas, y el precio de salida de la subasta: 196 millones de euros por la práctica totalidad de un edificio en el corazón de Madrid. La localización es inmejorable: entre María de Molina, Castelló, Núñez de Balboa y General Oráa, todas ellas calles de postín. Y el vendedor ofrece todas las garantías: es el Estado, a través del Ministerio de Hacienda, según un anuncio publicado el lunes en el Boletín de la Comunidad. Ese intento de venta es la punta del iceberg de una gigantesca operación inmobiliaria que tiene su epicentro en Madrid. De los más de 800 millones de euros que ha ingresado la Administración por desprenderse de sus propiedades en toda España desde 2013, unos 600 han tenido su origen en la Comunidad.
LAS MAYORES SUBASTAS DE INMUEBLES DEL ESTADO EN LA CAPITAL
Vendedor, dirección, tipo de inmueble, fecha de venta y precio (en euros)
"Los edificios que vende el Estado y en general la Administración Pública tienen localizaciones muy buenas, pero hay que ser cautos y tener cuidado con las licencias y usos, ya que en muchos casos son de uso dotacional, lo cual limita la comercialización de los mismos a administración pública, enseñanza, uso sanitario...", explica sobre la subasta de María de Molina Raquel Pi, Director de Agencia Oficinas de la consultora inmobiliaria Catella. "La realidad es que el escaso producto dentro de la M-30 hace disparar los precios", añade sobre la venta publicitada en el Boletín. "El Estado es un vendedor complicado, ya que la tramitación burocrática es muy larga y las negociaciones también. Hay casos como la venta del edifico de CNMV en Castellana 19, adquirida por el Consorcio de Compensación de Seguros, donde la negociación ha durado más de 15 años".
Y el solar del hospital del aire por fin encuentra dueño
El solar del hospital del aire, situado en la calle Arturo Soria, por fin tiene dueño. Dos veces sacó a subasta sus 28.404 metros cuadrados el Estado, y dos veces quedó la subasta desierta, pese a su apetecible localización. ¿La razón? Sobre él no se pueden construir viviendas, porque es obligatorio que la instalación para la que se emplee sea de uso sanitario. Sin embargo, el ministerio de Defensa lo vendió recientemente por 22,5 millones de euros, ya que un inversor igualó el último precio de subasta, y la ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas permite venderlo en esas circunstancias.
No es el único terreno vinculado a Defensa que tiene pendientes a los inversores. En marzo, la Administración sacó a subasta tres inmuebles en el distrito de Villaverde, barrio de San Andrés, en la margen oeste de la Avenida de Andalucía y en los aledaños de la estación de metro de San Cristóbal. Todos se encuentran dentro del perimetro de la antigua academia especial de Villaverde. Son 41.735,44 metros cuadrados. Y el precio de salida de la subasta supera los cuatro millones de euros.
Además, el Instituto de vivienda, infraestructura y equipamiento de defensa (INVIED) ha vendido distintas propiedades desde 2013, y mantiene abiertas otras subastas. Entre ellas, dos locales en el centro de madrid o una parcela de 1.000 metros cuadrados en Móstoles.
Pero al final, el Estado subasta o vende. Y vende de todo. Edificios enteros. Pisos solitarios. Locales. Párkings. Solares. Cuarteles del ejército. En 2013, el Gobierno del PP lanzó un plan para hacer caja con sus inmuebles y reducir el déficit público. Puso a la venta 15.315 propiedades. Y con su venta está transformando la fisionomía del centro de Madrid y de sus alrededores.
Ya no queda ni rastro del antiguo Taller de Precisión y Centro Electrónico de Artillería (TPYCEA), un edificio de estilo neomudéjar fundado en 1898 y con un jardín centenario: vendido por 111 millones de euros, fue demolido para construir viviendas. El solar de la calle Astros, a cinco minutos del icónico parque del Retiro, ya no será un vacío inexplicable en una de las zonas más caras de la capital: por 33 millones (casi el doble del precio de salida) fue vendido para construir apartamentos de lujo con jardín y solárium, piscina, pista de pádel, mini circuito de crossfit, gimnasio, un centro de spa con sauna y jacuzzi. Y en el número 77 de la calle Fuencarral, que estuvo lleno de comercios de barrio —la peluquería Pili, Óptica Langa, una tienda de bolsos...— se proyectan ahora viviendas de lujo tras el desembolso de 21 millones de euros.
Los ejemplos del pasado solo avanzan el futuro. Por ejemplo, además del edificio de María de Molina, acaba de salir a subasta un inmenso solar en la avenida de Andalucía por el que se pide más de 4 millones de euros.
Las joyas de la corona
"Que el Estado haga caja vendiendo patrimonio no es buena solución, es una solución para tiempos de crisis, pero es como vender las joyas de la corona, porque cuando vuelven los tiempos de bonanza no puedes recuperarlas", lamenta Alberto Tellería, arquitecto e historiador, experto en patrimonio, y miembro de la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio. "Cuando venden un edificio con valor histórico artístico es como vender un Velázquez del museo del Prado para hacer caja. No debería ocurrir", opina. "Luego, habría que ver las necesidades sociales, no venderlos para que un particular construya viviendas: en Madrid hay una falta de equipamientos muy difícil de suplir, y si vendes lo pocos terrenos que tienes, nunca vas a poder suministrar esos servicios en el futuro", advierte. "Además, hay que ver si la Administración no incurre en el disparate de mantener edificios en alquiler [pagando por tener sus oficinas] cuando tiene edificios en propiedad en vacío", prosigue. "Y aunque parezca mucho dinero, para los Presupuestos del Estado son cifras ridículas: no tiene sentido vender por eso un patrimonio que luego es imposible recuperar".
En ningún lugar de España ha habido más ventas del patrimonio estatal que en Madrid. Entre 2013 y enero de 2018, la Administración vendió 962 propiedades por 771 millones. De ellas, 231 estaban radicadas en Madrid, y su venta generó 533 millones. Desde entonces, han continuado las ventas, hasta sumar unos 600.
"Despatrimonialización no puede haber, porque todo lo debes utilizar para otro patrimonio: construir carreteras, por ejemplo", explica el diputado socialista Juan Lobato. Y matiza: "Pero si estaba previsto gastar 100 millones en mantener patrimonio y se ingresa 100 millones por vender patrimonio, hay dos posibilidades: o se dedican 200 para invertir en patrimonio, o se dedican 100 a reducir déficit".
Para la venta, son muchas las caras de la Administración: el administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif), Invied (Ministerio de Defensa), Giese (Ministerio del Interior), Tesorería de la Seguridad Social, Correos y Sepides... El resultado, sin embargo, es el mismo. Una propiedad pública menos, y más ingresos para paliar el déficit.
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