La Audiencia de Álava archiva la causa penal de Hiriko, el coche eléctrico que no arrancó
Absuelve a los cuatro empresarios, dos vinculados al PNV, de los delitos de malversación, apropiación indebida y fraude de subvenciones
El coche no arrancó y sus impulsores desperdiciaron muchos fondos públicos persiguiendo una quimera. Pero no hay malversación ni apropiación indebida. La Audiencia de Álava ha archivado la causa penal abierta contra cuatro empresarios, dos de ellos, al menos, próximos al PNV, al que la fiscalía les acusaba de varios delitos de malversación, apropiación indebida y fraude de subvenciones. El alto tribunal alavés no aprecia suficientes "indicios de delito". Es más, precisa que no sobresee la causa porque el hecho no sea constitutivo de delito como solicitaban las defensas sino porque no resulta debidamente justificada la perpetración de delito.
La fiscalía les atribuía -tras la sentencia culpable en la jurisdicción mercantil- la quiebra del fallido proyecto de coche eléctrico vasco Hiriko y la creación de una red para apropiarse de fondos públicos. Los cuatro administradores de Afypaida, empresa matriz del coche Hiriko, fueron declarados culpables a finales de 2017 por un juzgado de lo Mercantil de Vitoria de la quiebra de la compañía, que recibió más de 17 millones de ayudas públicas, de los que 14,7 millones llegaron directamente del Ministerio de Ciencia e Innovación.
El juzgado de lo Mercantil 1 de Vitoria les atribuyó a los administradores, Jesús Echave, presidente de la sociedad y vinculado al PNV; Íñigo Antia, concejal del PNV en Vitoria entre 2003 y 2008, fecha en la que pasó a formar parte de la Ejecutiva del partido en Álava, al constructor Fernando Achaerandio y al comercial de joyería José Luis Bengoechea, una "imprudencia grave" que agravó la insolvencia de la asociación que impulsaba el proyecto y canalizaba las ayudas, Afypaida. En consecuencia, les inhabilitó para administrar bienes ajenos y representar a cualquier persona durante dos años. Además, fueron condenados al pago de 535.000 euros al considerar que la quiebra fue culpable por la compra de un coche de carreras "que jamás llegó a ser utilizado como banco de pruebas" como alegaron los acusados.
Una vez concluido el procedimiento mercantil sobre este caso, a mediados del pasado año el juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria dio por concluida la investigación penal contra los cuatro y pidió que se les juzgase por los delitos de malversación, apropiación indebida y fraude de subvenciones como responsables del proyecto Hiriko. Para el fiscal, los acusados, sin ninguna experiencia en la fabricación de automóviles, idearon un plan para apropiarse de fondos públicos con el pretexto de diseñar un coche eléctrico. La Abogacía del Estado por su parte reclamó que los acusados devolvieran todas las subvenciones recibidas, pero la juez instructora limitó el desvío de capitales a 6,4 millones de euros. Los letrados de los acusados presentaron recursos de apelación contra dicho auto y ahora la Audiencia de Álava ha determinado que "resulta lógico sospechar de intereses espurios en los investigados pero el material indiciario es insuficiente para mantener las imputaciones".
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