Barcelona diluye el proyecto de La Casa de les Lletres
El ICUB pospone para el siguiente mandato el inicio de las obras
En teoría, La Casa de les Lletres tenía que entrar en funcionamiento a principios de este año. En la práctica, las redes siguen colgando de la fachada del edificio que la iba a acoger en la calle de Roc Boronat —lo que fue antes la sede de Barcelona Activa y más atrás oficinas de TMB— y no hay ni un solo letrero que de pistas sobre las obras. Los únicos que hay son los de los pisos que se están construyendo en el interior de manzana.
En teoría, ese nuevo equipamiento se iba a convertir en algo parecido a la columna vertebral del sector del libro de Barcelona y estaba llamado a aglutinar al gremio de editores y asociaciones de escritores. En la práctica, esas oficinas acogerán al personal del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona—unas 31 personas— y al del área de Normalización Lingüística, además de otros espacios polivalentes y un auditorio. En teoría, la transformación de ese edificio se iba a hacer previo concurso. En la práctica, la sociedad municipal BIMSA está realizando el proyecto ejecutivo para adaptar los 500 metros cuadrados por cada una de las cuatro plantas de un edificio con nivel de protección C, lo que obliga a mantener las fachadas. El inicio de obras se ha pospuesto para el mandato próximo. En teoría, el presupuesto del proyecto era de 3,7 millones de euros. En la práctica, se está calculando.
La diferencia entre lo que estaba previsto y la realidad obedece a un replanteamiento —a la baja —del Ayuntamiento de Barcelona de ese equipamiento. Jaume Collboni, en su etapa de regidor de Cultura en este mandato, impulsó el proyecto de La Casa de les Lletres como un elemento fundamental de centralidad del sector del libro. Y así lo presentó en abril de 2017 con fecha de puesta en marcha: primeros meses de 2019.
Ciudad Literaria de la Unesco en dos mesas
La proyectada Casa de les Lletres estaba llamada, también, a ser la sede de la oficina de la Ciudad Literaria de la Unesco. “Todo es un poco relativo y depende de las necesidades. De momento, la oficina funciona en un espacio con dos mesas en la sede de la Virreina”, apuntaban fuentes del ICUB que, no obstante, apuntaban que el emplazamiento podría cambiar si se tuviera que ampliar.
Y otro equipamiento que también se rehabilitó en profundidad para ser una pieza importante del sector del libro y de la literatura, Vil·la Joana —en medio de la naturaleza en Vallvidrera y que acogió en sus últimos días a Jacint Verdaguer— también puede ampliar sus actividades, según los planes municipales. La casa, que reabrió como museo en abril de 2017 y también acoge actividades educativas y jornadas, podría tener un uso más: residencia de escritores.
Collboni dejó el gobierno de Ada Colau en noviembre de 2017 después de que la alcaldesa decidiera romper la alianza con los socialistas en pleno tsunami del procès y como reacción a que el PSOE apoyara la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Así que el proyecto de la Casa de les Lletres quedó en estado de hibernación.
Cuando Joan Subirats asumió las riendas del área de Cultura optó por replantear al tema “tras mantener reuniones y contactos con diferentes agentes del sector y ver que las necesidades no eran exactamente las mismas” explicaba un portavoz del ICUB. Por ejemplo, porque ya no existía una premura en buscar un emplazamiento para tres asociaciones de escritores— la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña, la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana y el PEN català— , ubicadas todas ellas en la sede del Ateneu barcelonés y a las que no les apetecía demasiado cambiar su localización en pleno centro si se resolvía la renovación del alquiler de los espacios que ocupan. Y porque al gremio de editores tampoco le seducía la idea de dejar sus oficinas del Eixample para trasladarse al 22@. “En cualquier caso, seguirá siendo un centro que gire en torno al libro y en él se podrán hacer presentaciones y debates”, insiste el consistorio.
“Nosotros estamos convencidos de que Barcelona necesita un espacio que refleje lo que es, capital editorial. Tendría todo el sentido del mundo porque, además, somos Ciudad de la Literatura de la Unesco —así fue reconocida en 2015— y sería lógico disponer de un lugar de centralidad que, en nuestra opinión, debería ser la Biblioteca provincial—cuya ubicación, al lado de la estación de Francia, no logra pasar de la fase de proyecto— ”, apunta Patrici Tixis, presidente del Gremio de Editores de Cataluña. De paso, Tixis deja claro que el gremio está muy bien en las oficinas que ocupa, en el Eixample barcelonés.
“Lo cierto es que el proyecto de La Casa de les Lletres no se acabó de definir y nosotros pensamos que no se trata de que funcione como un hotel de entidades del sector del libro. Apostamos por un centro mayor, en una biblioteca del siglo XXI. En el que se puedan celebrar congresos de escritores, que acoja un centro de investigación y que pueda mostrar la historia de la trayectoria del sector del libro de Barcelona. En mi opinión, eso no tiene cabida ni sentido en el edificio del 22@, sino más bien en la futura Biblioteca provincial que, además, estará en una ubicación excelente”.
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